miércoles, 29 de abril de 2009

EL ESPÍRITU SANTO

En una época solía salir en los diarios un anuncio pago que rezaba: "Gracias Espíritu Santo por la gracia concedida..."
Para esas personas, el Espíritu era sólo un dispensador de favores.
Para otros ha llegado a ser un medio de exhibir en un gran show "dones" espectaculares como profecía, milagros o hablar en lenguas.
Aún algunos lo ven de modo impersonal, algo así como una escencia inmaterial que puede ser derramada o dividida en "porciones".
¿Quién es Él realmente?
Si bien su naturaleza misma es un misterio, no se halla fuera de nuestra comprensión. Si prestamos atención al lenguaje de la Biblia, sin presuposiciones, resulta evidente que el Espíritu Santo es un ser personal, distinto del Padre y del Hijo.
En Génesis 1 se lo muestra participando activamente en la Creación. En otro pasaje aparece también como sustentador de la vida: "Envías tu Espíritu, son creados, Y renuevas la faz de la tierra." Salmos 104:30
Antes del nacimiento de Cristo, se presenta como quién lo engendraría en el seno de María. En ocasión del bautismo de Jesús, (la Trinidad se reúne allí) desciende sobre él y conduce cada aspecto de su ministerio terrenal hasta su culminación en la cruz. Luego del Pentecostés conduce a los creyentes a una obra de ferviente testificación.
Olvidando la sustancia y concentrándose en el detalle, algunos reniegan de su personalidad para afirmar que es la "influencia" de Dios y no un ser distinto.
Aunque ciertamente aparece representado en varias formas, (paloma, lenguas de fuego, siete espíritus, etc.) seamos cuidadosos de no confundir al Espíritu con las metáforas que lo explican.
Estas concepciones y otras similares, vacían al Espíritu de su naturaleza divina y de su función principal como Consolador; el Dirigente, Guía e Intercesor de los creyentes.
Ya en el Antiguo Testamento, aparece cumpliendo ese papel:
"En toda angustia de ellos él fue angustiado, y el ángel de su faz los salvó; en su amor y en su clemencia los redimió, y los trajo, y los levantó todos los días de la antigüedad. Mas ellos fueron rebeldes, e hicieron enojar su santo espíritu; por lo cual se les volvió enemigo, y él mismo peleó contra ellos. Pero se acordó de los días antiguos, de Moisés y de su pueblo, diciendo: ¿Dónde está el que les hizo subir del mar con el pastor de su rebaño? ¿Dónde el que puso en medio de él su santo espíritu?" Isaías 63:9-11
Será porque Cristo es tan importante para nosotros, que a veces nos olvidamos que su Espíritu no es un delegado o un personaje subordinado. Jesús afirmó: "Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré." Juan 16:7
¿Por qué nos convenía que se fuera?
Porque ya había pagado el precio por el pecado, su tarea en nuestro mundo estaba terminada.
Por causa de haber adoptado la naturaleza humana, el Salvador no podía estar en todas partes. Finalmente, porque comenzaría su ministerio intercesor en el Santuario Celestial.
El Espíritu sería su Vicario, ocuparía su lugar. Nadie más puede hacerlo.
Para nuestro beneficio, el Consolador continuaría la obra de Jesús en la Tierra hasta el fin del mundo, no de manera impersonal, sino con la cercanía y con la intimidad que indica su título. ¡Qué maravilloso ayudador tenemos!
En el libro de Hechos aparece en toda su dimensión como conductor y consejero de la naciente iglesia cristiana, convirtiendo a un pequeño, vacilante y heterogéneo grupo de creyentes en una comunidad mundial explosivamente expansiva.
Tristemente para la iglesia, la conducción del Espíritu y de los hombres guiados por Él fue demasiado pronto reemplazada por la de los "profesionales de la religión", y sobrevino entonces la decadencia y la consiguiente apostasía de la iglesia.
Necesitamos considerar de nuevo al Divino Agente como lo hicieron los primeros cristianos. No como un medio para un fin. Él era Dios mismo a su lado. Constituía en todo su fuente impulsora y su garantía de éxito.
Debía ser buscado, recibido y obedecido.
"El descenso del Espíritu Santo sobre la iglesia es esperado como si se tratara de un asunto del futuro: pero es el privilegio de la iglesia tenerlo ahora mismo. Buscadlo, orad por él, creed en él. Debemos tenerlo y el cielo está esperando concederlo" (Review and Herald, 19 de marzo, 1895).
Necesitamos volver al Espíritu.
No podemos reemplazarlo con programas, ni con calendarios, ni con reuniones de reavivamiento, ni con semanas de oración ni con ninguna otra cosa, por útil o necesaria que sea.
Necesitamos volver al Espíritu.
La organización es indispensable y los buenos líderes son necesarios y dignos de respeto, la iglesia no puede prescindir de ellos, pero no pueden sustituir al Espíritu Santo.
Necesitamos volver al Espíritu.
Hagámoslo hoy.

LA TRINIDAD

Vale antes de empezar: "Y le dijo el Señor: Quita el calzado de tus pies, porque el lugar en que estás es tierra santa..." Hechos 7:33
Quiero considerar el concepto de un Dios que se manifiesta en tres personas desde el mayor de los respetos hacia otras posturas y con el insuficiente respaldo de mi propia experiencia.
El tema de la Trinidad, según creo, se reduce sencillamente a estas tres preguntas básicas:
  • ¿Cuántos dioses hay?
  • ¿Es Cristo Dios?
  • ¿Es el Espíritu Santo Dios?
La Biblia dice: "Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es." Deuteronomio 6:4
En este y otros textos se afirma tan claramente que tenemos un sólo Dios, que no admite discusión ni es posible entenderlo de otra manera.
No obstante, Jesús afirmó ser uno con el Padre. Los judíos, al oírlo, quisieron apedrearlo porque entendieron las implicaciones de su afirmación diciendo: "siendo hombre te haces Dios". (Juan 10:33)
Además, el uso frecuente por parte de Cristo de la frase "YO SOY" era sumamente ofensiva a los dirigentes religiosos de su época por que implicaba igualarse a la Divinidad.
Así lo entendieron ellos y así debemos entenderlo nosotros. Jesús se proclamó Dios.
Esta cuestión no fue relevante para mí durante mucho tiempo por mi anterior formación católica, pero en cierta oportunidad, algunas personas pusieron en duda este concepto. Ello me condujo a estudiar en profundidad lo que la Biblia dice al respecto. Mi preocupación fundamental no era polemizar, sino entender lo que antes me parecía sobreentendido. Honestamente le pregunté al Señor si lo que creía era correcto.
Hallé (¿lo hice yo?), después de larga búsqueda y mucha oración, más de 30 pasajes en los cuales el Nuevo Testamento aplica a Cristo títulos de Dios que aparecen en el Antiguo Testamento.
O Jesús era realmente Dios o era un usurpador de títulos.
Como lo último no es posible, este estudio me confirmó que lo que yo creía tenía base bíblica.
Entiendo también que hay otros pasajes complicados de conciliar con estos. Pero no voy a esperar a que toda duda desaparezca para creer lo que la Escritura pone como evidente.
ESO NO SERÍA FE.
Creo en un Dios que apela a nuestra inteligencia, pero también creo que la inteligencia humana debe rendirse ante la revelación de su Palabra y ésta debe dominar nuestros propios conceptos, que si son errados, no debemos vacilar en abandonarlos completa e incondicionalmente.
Ahora consideremos que afirma Elena White sobre la divinidad de Cristo:
"El Verbo existía como un ser divino, como el eterno Hijo de Dios, en unión y unidad con su Padre. Desde la eternidad era el Mediador del pacto, Aquel en quien todas las naciones de la tierra, tanto judíos como gentiles, habían de ser benditas si lo aceptaban."El Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios" ( Juan 1:1). Antes de que fueran creados los hombres o los ángeles, el Verbo era con Dios y el Verbo era Dios. El mundo fue hecho por él, "y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho" (Juan 1: 3). Si Cristo hizo todas las cosas, existió antes de todas las cosas. Las palabras pronunciadas acerca de esto son tan decisivas, que nadie debe quedar en la duda. Cristo era esencialmente Dios y en el sentido más elevado. Era con Dios desde toda la eternidad, Dios sobre todo, bendito para siempre". Mensajes Selectos Tomo 1 Pág. 290
Finamente, mi texto preferido referente a su divinidad es este: "Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna". 1 Juan 5:20
Espero que lo anterior sea un principio de contestación de las dos primeras preguntas, y les guíe como a mí en la búsqueda de un mayor entendimiento de quien es nuestro grande y maravilloso Dios y Señor.
En la entrada siguiente hablaremos sobre la divinidad del Espíritu Santo.

LA BIBLIA

Hace muchos años, cuando cursaba el último año del secundario, tuve una compañera estadounidense de intercambio que hablaba un perfecto español. A pesar de ello, los modismos de nuestra región (con influencia del guaraní) , sumados a nuestra jerga adolescente, le desconcertaban en gran manera.
Para ayudarla, una de nuestras profesoras, con gran paciencia, se hizo a la tarea de explicar y traducir las expresiones pícaras que escuchaba de nuestra parte.
Sucede que nuestro bello idioma, siendo uno, tiene muchas variaciones locales debido a su mezcla con otras lenguas regionales y a su propia evolución; perpetuando así la historia de Babel.
Algo muy parecido sucede hoy con la Biblia, que siendo una sola, es proclamada por muchas denominaciones religiosas como la fuente de sus diferentes y discordantes credos.
Sus preciosas enseñanzas no son contradictorias ni ambiguas, ni fueron diseñadas por Dios para entrampar a nadie, ¿por qué entonces esta confusión?
No se debe a la Biblia misma, sino al ser humano pecador, no sometido a la revelación de Dios.
Ella es la luz de la verdad, que obra maravillas en el corazón de quienes la reciben, pero debemos ser moldeados por ella y no intentar ajustarla a nuestro molde.
¿Cómo beneficiarse entonces con su lectura?
Primero, recordemos que hay una bendición para quienes la toman en serio.
"Dichoso el que lee y dichosos los que escuchan las palabras de este mensaje profético y hacen caso de lo que aquí está escrito, porque el tiempo de su cumplimiento está cerca" Apocalipsis 1:3 (NVI)
¡Qué maravillosa promesa y qué maravilloso regalo divino encierran estas palabras!
En segundo lugar, tengamos presente que no puede ser interpretada a nuestro gusto. Siempre la Escritura se explica a sí misma por intervención del Intérprete Maestro, el Espíritu Santo.
Finalmente, su conjunto no debe ser jamás motivo de disputa sino de unidad en la fe.
Elena de White escribió: "Cuando se estudie, comprenda y obedezca la Palabra de Dios, una luz brillante se reflejará al mundo; nuevas verdades, recibidas y obedecidas, nos unirán a Jesús con poderosos vínculos. La Biblia y sólo la Biblia, ha de ser nuestro credo, el único vínculo de unión. Todos los que se inclinen ante esta Santa Palabra, estarán en armonía. Nuestros propios puntos de vista y nuestras ideas no deben dominar nuestros esfuerzos. El hombre es falible, pero la Palabra de Dios es infalible. En vez de discutir uno con otro, exalten los hombres al Señor. Hagamos frente a toda oposición como lo hizo nuestro Maestro, diciendo: "Escrito está". Levantemos el estandarte en el cual diga: La Biblia, nuestra norma de fe y disciplina" (The Review and Herald, 15 /12/1885).
¡Gracias Señor por tu palabra!

lunes, 27 de abril de 2009

LA UNIDAD

La iglesia ha sido comparada en la Biblia con un cuerpo, con un edificio, con un ejército o con una ciudad amurallada. Todas estas imágenes dan idea de estructura, organización y unidad de propósito.
La iglesia existe por orden divina, como columna y baluarte de la verdad, pero también en razón de la necesidad humana de dar y recibir simpatía y compañerismo mutuos.
Todos estamos conectados en una cadena de relaciones y nos afectamos unos a otros positiva o negativamente (ver la entrada Ningún hombre es una isla).
No quiere esto decir que todo lo que se haga o diga en la iglesia está bien. No debemos pretender infalibilidad ni en los hombres ni en la organización.
Ninguna cadena, sin embargo, es más fuerte que su eslabón más débil. Y lo más débil en el cuerpo es lo que se debe tratar con mayor cuidado y respeto.
Por eso la unidad de la iglesia es un factor importantísimo en el avance del reino de Dios. Este es un concepto fundamental que con triste frecuencia se pasa por alto en una sociedad individualista como la nuestra.
Pero la unidad, más que necesaria, es vital para mostrar al mundo que el plan de redención funciona, que los que han sido salvados por la gracia de Cristo pueden vivir tan armoniosamente en este mundo egoísta como lo harán después en el cielo.
Elena de White escribió:"Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos" (Hech. 20: 30). Esto se verá ciertamente entre el pueblo de Dios, y habrá quienes serán incapaces de percibir las verdades más admirables e importantes para este tiempo, verdades que son esenciales para su propia seguridad y salvación en tanto que los asuntos que comparados con ellas son como meros átomos, las cuestiones que escasamente tienen un grano de verdad, serán considerados intensamente y serán magnificados por el poder de Satanás para que parezcan tener la más grande importancia.
El Evangelismo pag. 431
¿Comprendemos claramente cuáles son las verdades para este tiempo?
Debemos preguntarnos además si sacrificaríamos todo por la verdad o sacrificaríamos a todos por "nuestra" verdad.
También la autora citada agrega:
"Algunos han sostenido que a medida que nos acercamos al fin del tiempo, cada hijo de Dios actuará independientemente de cualquier organización religiosa. Pero el Señor me ha indicado que en esta obra no es posible que cada hombre sea independiente. Las estrellas del cielo están todas bajo el imperio de la ley. Cada una influye sobre la otra para que haga la voluntad de Dios y el conjunto presta su obediencia común a la ley que controla su acción. Así también, para que la obra del Señor progrese en forma segura, sus hijos deben trabajar unidos... Si los hombres no quieren obrar en concierto en la magna y grandiosa obra para este tiempo, habrá confusión. .. Los que llevan el yugo de Cristo, no pueden tirar por separado, sino que obrarán con Cristo." Joyas de los Testimonios T. 3 pag. 406
Avancemos juntos. La hora lo impone.


domingo, 26 de abril de 2009

ANOCHE CUANDO DORMÍA

Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!,
que una fontana fluía
dentro de mi corazón.
Di: ¿por qué acequia escondida,
agua, vienes hasta mí,
manantial de nueva vida
en donde nunca bebí?

Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!,
que una colmena tenía
dentro de mi corazón;
y las doradas abejas
iban fabricando en él,
con las amarguras viejas,
blanca cera y dulce miel.

Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!,
que un sol ardiente lucía
dentro de mi corazón.
Era ardiente porque daba
calores de rojo hogar,
y era sol porque alumbraba
y porque hacía llorar.

Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!,
que era Dios lo que tenía
dentro de mi corazón.

Antonio Machado

viernes, 24 de abril de 2009

DIOS

En una entrada anterior (las dos liebres 23/03) se encuentra el germen de esta nueva sección, cuando hablaba del daño que pueden hacer las controversias teológicas, cuando no están suavizadas con el amor de Cristo.
Nada produce heridas más profundas en las relaciones humanas ni prolonga tanto una discusión, como cuando no se sabe de qué se está hablando.
En el caso de la naturaleza de Dios, cuando nos encontramos con su vastedad y misterio, el silencio es lo mejor. No obstante, hay momentos y situaciones en que es necesario sentar posición.
Actualmente no se pone en duda la existencia de Dios ni su poder, sino que se cuestiona su misma esencia y naturaleza. Los argumentos que se presentan son inquietantes, algunos sutiles y cautivadores, otros nacidos de la sola y ciega oposición.
La controversia sobre este tema lleva siglos. No soy teólogo ni es mi intención avivar su fuego.
Sin embargo en la actualidad se presentan con ánimo polémico enseñanzas sobre Él que confunden a los creyentes sinceros y producen contiendas y daños incalculables a su iglesia. Además, al hacerse públicas, traen vergüenza y hacen blanco de burlas a la Causa que amo.
Ante tanto bombardeo, poco importa quién salga herido. Eso no es bueno.
No es mi intención rebatir las posiciones de otros; simplemente quiero exponer, dentro de mis posibilidades y con la ayuda de lo alto, la clara y sencilla luz de la verdad. Quisiera en cuanto a la sana doctrina humildemente sentar mi posición de lo que creo que la Biblia afirma.
Como adventista, además, voy a apoyarme confiadamente en los escritos de Elena de White, los que considero inspirados por Dios y que no contradicen las Escrituras.
¿Qué dice realmente la Sagrada Escritura sobre cómo es Dios?
Sería incomprensible e inalcanzable para nosotros si no se hubiera revelado a Sí mismo en la Biblia. Felizmente, nos ha dado suficiente evidencia para que podamos conocerlo.
Hay cuatro cosas evidentemente presentadas en ella que diferencian al Señor de sus criaturas:
  • Su eternidad
  • Su omnipotencia
  • Su omnisciencia
  • Su omnipresencia
Nosotros no disponemos de ninguna de ellas. Nuestra vida es finita, las capacidades de que disponemos son pocas, nuestro conocimiento es limitado y nuestra capacidad de intervenir se reduce al lugar en que estamos.
Aún las cosas que podemos realizar, decir o pensar, no importa cuan grandes sean, son apenas las facultades que nos han sido prestadas por Él.
El hombre no es ni será nunca un "dios", eso es una mentira de Satanás gestada exitosamente en el Jardín del Edén. ¿Qué en cuanto a los ángeles?
Observemos el siguiente pasaje de Hebreos 1: 5-8
"Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Mi Hijo eres tú, Yo te he engendrado hoy, y otra vez: Yo seré a él Padre, Y él me será a mí hijo? Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en el mundo, dice: Adórenle todos los ángeles de Dios. Ciertamente de los ángeles dice: El que hace a sus ángeles espíritus, Y a sus ministros llama de fuego. Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; Cetro de equidad es el cetro de tu reino."
No, los ángeles tampoco pueden ser "dioses", esa es apenas una pretensión del Diablo.
Únicamente Él puede serlo, indiscutible e incomparable y lo declara enfáticamente:
"¿A qué, pues, me haréis semejante o me compararéis? dice el Santo. Levantad en alto vuestros ojos, y mirad quién creó estas cosas; él saca y cuenta su ejército; a todas llama por sus nombres; ninguna faltará; tal es la grandeza de su fuerza, y el poder de su dominio".
Isaías 40: 25,26
Es el Único, el Primero y el Último, quién está sobre todo y sobre todos, digno de todo honor.
Por lógica y por revelación, queda claro entonces que la criatura no puede ser igual a su creador.
Dios es además un ser personal, la persona por excelencia, de la cual derivan todas las demás. No es una influencia ni una energía, tal como se puede ver en la creación de Adán y Eva, hechos a imagen y semejanza suya como seres personales y concretos.
Y es necesario que sea así, porque es un Dios de relaciones, de interacción, al cuál podemos conocer, venerar y por sobre todo amar ¿Cómo podríamos acaso, amar a una energía cósmica?
Por ello, también es un Dios complejo, donde coexisten tres personas en un único Dios. ¿Fácil de entender? No. Pero a esto dedicaré la siguiente entrada.
Nuestro poderoso y amante Señor es también la fuente que da y sustenta la vida, de la cual dependemos. Merece toda nuestra alabanza y adoración.
Digamos hoy con el salmista:
"Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra. Servid a Jehová con alegría; Venid ante su presencia con regocijo. Reconoced que Jehová es Dios; El nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado. Entrad por sus puertas con acción de gracias, Por sus atrios con alabanza; Alabadle, bendecid su nombre. Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, Y su verdad por todas las generaciones". Salmos 100

miércoles, 22 de abril de 2009

ECCE REX

Han pasado veinte siglos
por imperios y naciones
desde entonces han pasado
cien y cien generaciones,
y unos tronos y otros tronos
se suceden sin cesar.

De los hombres y los hechos
más gloriosos de la historia
en la tumba del olvido
ya se oculta la memoria
porque el tiempo es implacable
y es su oficio el enterrar.

Sólo un Hombre tiene firme
sobre el tiempo y el espacio
en el orbe su dominio,
y en el cielo su palacio,
de la ira de los hombres
los embates sin temer.

Es el Hombre que bajando
desde el cielo hasta la Tierra,
para hacer contra la culpa
y el infierno dura guerra,
del linaje humano riendo
el invicto Redentor.

Se hizo dueño de los mundos
y Señor de las naciones
soberano de las almas
sin soldados ni cañones,
implantando entre los hombres
el imperio del Amor.

De tu ira y de tu odio
en el necio paroxismo,
aunque unieras a tu guerra
las potencias del abismo,
y aún del rayo dispusieras
a tu antojo y voluntad,

Todavía ante este Hombre
que a los mundos pone leyes
se rindieran las coronas
y los cetros de los reyes,
su poder sería tu yugo
y su Ley tu autoridad.

¿No lo oyes? Aún resuena
la tremenda profecía
que un pretor de la Judea
simulando valentía,
de aquel pueblo sanguinario
pronunciara ante la grey:

¡Ahí tienes a tu Rey!
Y de lo alto y lo profundo
de un extremo hasta otro extremo
este Hombre es Rey del Mundo,
de los campos y las almas y los siglos,
¡ES EL REY!

Autor desconocido

martes, 21 de abril de 2009

DAR (acróstico)

Dar es la noble esencia
del que habita en la altura,
es del ángel dulce ciencia,
es la caridad más pura.

Amar es la bendita causa
de este raro desapego,
que sacia al que sin pausa,
de compartir siente el fuego.

Responde tú al llamado
en la entrega de tí mismo,
ya que Dios habiendo dado,
de tu error salvó el abismo.

Willy Grossklaus

domingo, 19 de abril de 2009

DIEZ COSAS FAVORABLES DE DAVID I

David fue, según la Biblia, "un varón conforme al corazón de Dios".
1 Samuel 13:14
Sin embargo, lo que con más frecuencia recordamos de él es el horrible pecado que cometió con Betsabé, que lo convirtió en adúltero, maquinador y homicida.
Conviene recordar que cuando el profeta lo llamó a la reflexión, se arrepintió y pidió perdón a Dios y luego, como su mala acción afectaba a Israel, también confesó su pecado y pidió perdón públicamente, sin minimizar su culpa.
Tal vez sea porque en la naturaleza humana pecaminosa está grabada a fuego la tendencia a resaltar los defectos e ignorar las virtudes ajenas, la mayoría de las veces y la mayoría de las personas destaca sólo su grave pecado, olvidando sus virtudes
O quizá porque nos sirve de conveniente justificativo de nuestras propias debilidades.
O porque en nuestro afán de justicia propia miramos todo como un balance de sumas y saldos, en donde pesamos y comparamos buenas y malas obras olvidando que la salvación es por la fe.
Sin ánimo de disminuir la gravedad de su pecado, vale preguntarse ¿por qué lo eligió el Señor?
Aquí van cinco -de diez- puntos favorables del carácter de David, evidentes en diferentes incidentes de su vida, que pueden servirnos también a nosotros para evaluar nuestra relación personal con Dios.
1- Celo por la causa de Dios:
"Entonces habló David a los que estaban junto a él, diciendo: ¿Qué harán al hombre que venciere a este filisteo, y quitare el oprobio de Israel? Porque ¿quién es este filisteo incircunciso, para que provoque a los escuadrones del Dios viviente?" 1 Samuel 17:26
Al ver el nombre de Dios menospreciado por las bravatas de Goliat el filisteo, una santa indignación se apoderó de él. No podía permitir que por la cobardía de su pueblo, el poder y la gloria del Señor fueran objeto de oprobio.
2- Humildad:
"Los criados de Saúl hablaron estas palabras a los oídos de David. Y David dijo: ¿Os parece a vosotros que es poco ser yerno del rey, siendo yo un hombre pobre y de ninguna estima?" 1 Samuel 18:23; - cf. 1º Crónicas 17:16 -
Los hombres llamados por el Señor, aunque fueren poderosos, se ven a sí mismos como poca cosa.No porque se rebajen o tengan baja autoestima, sino porque su modelo es Cristo en su perfecta justicia y no el falible ser humano. ¿A quién imitas?
3- Avanzar bajo la dirección divina:
"Y David consultó a Jehová, diciendo: ¿Iré a atacar a estos filisteos? Y Jehová respondió a David: Ve, ataca a los filisteos, y libra a Keila". 1 Samuel 23:2 -ver también los vs. 4 y 9 al 12-
Salvo algunas señaladas y trágicas ocasiones, vemos a David sometiendo constantemente sus planes a Dios. Sus deseos e impulsos eran voluntariamente entregados al Espíritu para ser moldeados. Tenía presente su voluntad y avanzaba en la dirección que le era señalada.
4- Respeto por los dirigentes nombrados por Dios:
"Y dijo a sus hombres: Jehová me guarde de hacer tal cosa contra mi señor, el ungido de Jehová, que yo extienda mi mano contra él; porque es el ungido de Jehová." 1 Samuel 24:6
En el desierto de En-gadi y luego en Zif, David perdonó en dos ocasiones la vida a Saúl, -quien lo estaba persiguiendo para matarlo- porque le quedaba claro que éste había sido elegido por el Señor como rey.Tenía la íntima convicción de que no le correspondía hacer justicia por sus manos, aún cuando Saúl había caído en apostasía.
¡Qué ejemplo para quienes hoy nos permitimos hablar dura y libremente contra los que están al frente de la obra de Dios!
También Jesús enseñó que no nos corresponde a nosotros separar el trigo de la cizaña. Ésa es tarea del Señor de la viña.
5- Buen testimonio ante los paganos:
"Y Aquis respondió a David, y dijo: Yo sé que tú eres bueno ante mis ojos, como un ángel de Dios; pero los príncipes de los filisteos me han dicho: No venga con nosotros a la batalla." 1 Samuel 29:9
Recordemos que David, fugitivo de Saúl, debió refugiarse entre los filisteos. A pesar de todo, en el concepto final de un rey idólatra, la bondad de su carácter era sobresaliente.
Tristemente, había encontrado mejor acogida entre los paganos que entre sus hermanos los israelitas - ¿no suele pasar hoy lo mismo? -
A menudo los que no tienen nuestra misma fe son más lúcidos para ver los buenos rasgos de carácter de los hijos de Dios, y nosotros, en cambio, muchas veces somos propensos a ver sólo lo negativo.
¿Cómo miras a tus hermanos?
Continuamos en la siguiente entrada.

DIEZ COSAS FAVORABLES DE DAVID II

En la entrada anterior vimos que David poseía diez características dignas de imitación y analizamos las primeras cinco. Aunque las primeras ya deberían bastarnos, veamos las cinco siguientes.
6-No aprobó la venganza contra sus enemigos:
"Joab, pues, y Abisai su hermano, mataron a Abner, porque él había dado muerte a Asael hermano de ellos en la batalla de Gabaón. Entonces dijo David a Joab, y a todo el pueblo que con él estaba: Rasgad vuestros vestidos, y ceñíos de cilicio, y haced duelo delante de Abner. Y el rey David iba detrás del féretro."
2 Samuel 3:30,31
Aunque hombre de guerra, David no aprobó el cobarde atentado de Joab. Frente a todos demostró que no tenía nada que ver con el proceder violento de sus seguidores. En varias oportunidades perdonó a sus enemigos, incluso cuando tuvo el poder de eliminarlos.
Es bueno recordar también aquí el ejemplo de Pedro, a quién Jesús reprendió por defenderlo por la fuerza; pues la Biblia declara:"porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios. " Santiago 1:20
¿Cómo actuamos?
7- Respeto por el sacrificio de sus compañeros de milicia:
"David... deseó entonces, y dijo: !!Quién me diera de beber de las aguas del pozo de Belén, que está a la puerta! Y aquellos tres rompieron por el campamento de los filisteos, y sacaron agua del pozo de Belén, que está a la puerta, y la tomaron y la trajeron a David; mas él no la quiso beber, sino que la derramó para Jehová, y dijo: Guárdeme mi Dios de hacer esto. ¿Había yo de beber la sangre y la vida de estos varones, que con peligro de sus vidas la han traído? Y no la quiso beber." 1º Crónicas 11:16-19
Aquí hay una prueba de por qué sus seguidores amaban a David. Con profunda devoción, derramó como ofrenda lo que sus hombres habían traído, pues valoraba grandemente su sacrificio. ¿Aprecio yo lo que hacen mis hermanos?
8- Cumplió sus promesas:
"El rey le dijo: ¿No ha quedado nadie de la casa de Saúl, a quien haga yo misericordia de Dios? Y Siba respondió al rey: Aún ha quedado un hijo de Jonatán, lisiado de los pies." 2 Samuel 9:3
Al ascender al trono, una de sus primeras preocupaciones fue cumplir las promesas hechas en vida a su amigo Jonatán. Cuidaría de sus descendientes, fueran quienes fueran, favorables o enemigos de él.
Y nosotros, ¿cumplimos las promesas hechas a Dios en nuestros votos bautismales?
9- Dispuesto a corregir errores: "y les dijo: Vosotros que sois los principales padres de las familias de los levitas, santificaos, vosotros y vuestros hermanos, y pasad el arca de Jehová Dios de Israel al lugar que le he preparado; pues por no haberlo hecho así vosotros la primera vez, Jehová nuestro Dios nos quebrantó, por cuanto no le buscamos según su ordenanza". 1º Crónicas 15:12,13
El rey había tratado de llevar el arca a Jerusalén, pero lo hizo imitando a los filisteos, poniéndola sobre un carro. Tras la muerte del presuntuoso Uza, ordenó que llevaran el arca sobre los hombros de los levitas coatitas como correspondía. Además dio muestras visibles de humildad y devoción como ejemplo al pueblo.
¡Quién diera que todos los cristianos fueran así de rápidos para enmendar sus errores!
10- Reconocimiento del pecado:
"Entonces dijo David a Natán: Pequé contra Jehová. Y Natán dijo a David: También Jehová ha remitido tu pecado; no morirás" 2 Samuel 12:13
Si tomamos en cuenta sus maquinaciones anteriores para ocultar su pecado con la mujer de Urías, es sorprendente la forma inmediata y sin atenuantes en que el rey confiesa su pecado. Posteriormente, cuando censa al pueblo, reconoce también su culpa (ver 1º Crónicas 21:17).
Los grandes hombres de Dios están prontos a doblegarse ante la corrección y admitir sus faltas.
¡Que tú y yo en estos casos seamos como David!

sábado, 18 de abril de 2009

EN ALTA NOCHE

¡Señor, Señor!, los mares de la vida
tienen también sus rudas tempestades;
mi espíritu en las sombras titubea
como Pedro en el mar de Tiberiades.

Hierven las aguas en que yo navego,
mi pobre esquife a perecer avanza...
tú, que la luz le devolviste al ciego,
devuélvela a mi fe y a mi esperanza.

Surge, surge Jesús, porque la vida ágil
se escapa de mis brazos flojos;
y el alma sin calor, desfallecida,
muy lentamente cierra ya los ojos.

Aparece en la inmensa noche oscura;
las conciencias te llaman... están solas,
y pasa con tu blanca vestidura serenando
el tumulto de las olas.


Manuel Gutiérrez Nájera
(México)

jueves, 16 de abril de 2009

NADIE RECUERDA SUS NOMBRES

¿Identificas alguno de estos nombres bíblicos:?
Samúa hijo de Zacur, Safat hijo de Horí, Igal hijo de José, Palti hijo de Rafú, Gadiel hijo de Sodi, Gadi hijo de Susi, Amiel hijo de Gemali, Setur hijo de Micael, Nahbi hijo de Vapsi, Geuel hijo de Maqui.
Seguramente no.
Nadie recuerda hoy con admiración sus nombres.
No pasaron a la historia, aunque todos eran príncipes elegidos de Israel. Todos tuvieron una misión sagrada que realizar y la llevaron a cabo con éxito.
Su participación está registrada en Números 13 con una nota triste. Todos ellos "murieron de plaga delante de Jehová" (vs. 13).
Éstos fueron diez de los doce espías que Moisés mandó a reconocer la tierra de Canaán, a quienes únicamente recordamos como aquellos que dieron un informe desalentador a la congregación.
Vieron e hicieron lo mismo que Josué y Caleb, pero fueron sus conclusiones las que los diferenciaron de estos héroes de la fe. Mientras los primeros consideraban que "con nosotros está Jehová" (Números 14:9), estos diez veían las dificultades y las pruebas que tenían por delante como insuperables e insoportables.
La manera en que vemos y enfrentamos las cosas determina nuestro destino final. Podemos mirar con resuelta fe las posibilidades que el Señor nos abre, o contemplar con tembloroso descreimiento los gigantescos desafíos venideros.
La incredulidad, que resulta primeramente en freno de la obra de Dios y finaliza -con seguridad- en oposición a ella, es actualmente el signo lamentable de algunos cristianos.
Sus efectos visibles son la tibieza espiritual, la falta de compromiso, las críticas, contiendas, discusiones y debates entre un pueblo que debería estar ocupado solamente en predicar el evangelio a un mundo que agoniza por el avance del mal.
Este estado de cosas provoca una reacción de características opuestas que nos lleva a veces a cargar nuestra agenda con programas y estrategias humanas para "reavivar" la iglesia, que suelen resultar ineficaces por no contar con la voluntad de cambio de los rebeldes y descontentos.
Hay cosas que cambiar o mejorar y otras que debemos discutir, pero éstas, lo reitero, deben estar subordinadas a la única tarea que nos encomendó nuestro Señor: ir y predicar el Evangelio a toda criatura y hacer discípulos Mat. 28.18-20
Tengamos presente que el Espíritu Santo es el único agente divinamente designado para cambiar la situación. Clamemos a él y por él. Tengamos hambre del Espíritu. Pidamos sus frutos en nuestra vida. Busquemos recibir por su medio la justicia de Cristo por la fe.
Nuestra parte en el conflicto, por otro lado, no consiste en intentar cambiar a los demás, sino en estar “siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros” (1 Ped. 3:15)
La iglesia necesita hoy centinelas sobre sus muros que den sonido certero a la trompeta, hombres valientes que den al pecado el nombre que le corresponda, que sean fieles en su cometido y que sin olvidar lo anterior, sean dulces, piadosos, amables, corteses y considerados con el pecador y con sus hermanos flacos de la fe.
Jesús dijo a sus discípulos que su gozo debería basarse en que sus nombres "estén escritos en los cielos".
Recuerda, nadie tiene dificultad en recordar los nombres de Josué y Caleb, porque fueron de aquellos héroes "que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros."
¿Tu nombre será recordado por la eternidad?
(Doy crédito por la idea central al pastor Darío Caviglione - AAN)

domingo, 12 de abril de 2009

LA FE Y EL GEOIDE

Leí en una publicación que la Tierra tiene forma de geoide, lo que me llevó al diccionario para saber que significaba aquella novedosa palabra. Para mi decepción, la recursiva definición citaba: "forma teórica de la Tierra".
La fe se parece en mucho a esta definición en que es indefinible.
¿Cómo es la fe?
La fe es un regalo de Dios que puesta en marcha navega entre lo racional y lo aparentemente irracional, salta por encima de las imposibilidades y se sumerge en las profundidades de lo imprevisible, para emerger luego triunfante en cada ocasión.
La fe, como leí por allí, es como el radar, que ve lo que no es visible al ojo humano y prosigue con toda seguridad en medio de las tinieblas.
Pero la fe hoy, es más citada que practicada. Son más los que hablan de ella que los que la tienen. Casi podríamos dividir actualmente a las "personas de fe" en dos categorías:
a- Los que hablan, la buscan, oran, discuten o predican acerca de la fe.
b- Los que creen y son salvos
El asunto no es puramente intelectual. No está fundado en conceptos, sino en hechos y relaciones.
Entonces ¿Cómo se tiene fe? La Biblia, con su santa practicidad, nos da ejemplos de ella más bien que definiciones.
Consideremos ahora tres historias de fe que nos pueden dejar lecciones valiosas.
1- La historia del sanamiento del hijo del noble.
"Vino, pues, Jesús otra vez a Caná de Galilea, y había en Capernaum un oficial del rey, cuyo hijo estaba enfermo. Este vino a él y le rogó que descendiese y sanase a su hijo, que estaba a punto de morir. Entonces Jesús le dijo: Si no viereis señales y prodigios, no creeréis. El oficial del rey le dijo: Señor, desciende antes que mi hijo muera. Jesús le dijo: Ve, tu hijo vive. Y el hombre creyó la palabra que Jesús le dijo, y se fue." Juan 4:46-50
Esta fe, que necesita de la ayuda de signos visibles para creer, es fe débil, pero fe al fin. Cristo provocó en el hombre la comprensión de que debía depositar su confianza no en evidencias, sino en Su palabra.
¿Confío yo sin reservas en la sola y suficiente palabra de Dios?
2-La historia del niño endemoniado
Ante el fracaso de los discípulos para curarlo, el padre se dirigió a Cristo para decirle: "pero si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros, y ayúdanos. Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible. E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad." Marcos 9:22-24
Esta respuesta del hombre muestra el deseo de creer que Dios implantó en todo ser humano frustrado por la evidencia de sus sentidos, pero que pudo triunfar en cuanto reconoció su incapacidad.
¿Quiero yo creer, aunque las circunstancias parezcan demostrar lo contrario?
3- El caso del ciego de nacimiento
El había sido sanado por el Salvador, pero no lo había visto personalmente. Al confesar su fe en Cristo, los dirigentes judíos lo expulsaron de la sinagoga.
"Oyó Jesús que le habían expulsado; y hallándole, le dijo: ¿Crees tú en el Hijo de Dios? Respondió él y dijo: ¿Quién es, Señor, para que crea en él? Le dijo Jesús: Pues le has visto, y el que habla contigo, él es. Y él dijo: Creo, Señor; y le adoró." Juan 9:35-38- ¡Qué ejemplo maravilloso de fe!
No dependió de más pruebas ni de una mejor actitud de aquellos que eran supuestamente sus dirigentes religiosos, le bastó con lo que Cristo había hecho en su vida.
¿Creo yo así?
Creamos hoy plenamente, como lo hizo la Virgen María: "he aquí la sierva del Señor, hágase conmigo según tu palabra".

viernes, 10 de abril de 2009

RESURRECCIÓN

No lo aprisionan las paredes frías
de obscura tumba milenaria y triste,
surgió a la vida nuestro Dios y existe,
para llenar la nuestra de alegrías.

Ya está la tumba de Jesús vacía,
ya está vencido el ángel de la muerte,
gloria al Salvador que poderoso y fuerte
ganó tu salvación, ganó la mía.

Braulio Pérez Marcio

JESÚS DE LA CRUZ BENDITA

¡Jesús de la cruz bendita!
de la mirada piadosa,
espina en lugar de rosa
lleva tu infame corona.
que se puso en son de broma
en tu frente milagrosa.

Se dibuja en tu figura
la ternura singular
que refleja en el mirar
impregnado de emociones...
salvador de corazones,
tus ansias de perdonar.

Esta sangre que derramas
por nosotros en la cruz,
que nos sirva hoy de luz
por tu cariño constante...
¡Para seguir adelante
bendición danos Jesús!

Luis J. Becerra
Poeta formoseño - 1996

EL QUE SIRVE

Toda la naturaleza es un anhelo de servicio.
Sirve la nube, sirve el viento, sirve el surco.
Donde hay un árbol que plantar, plántalo tú; donde hay un error que enmendar, enmiéndalo tú; donde hay un esfuerzo que todos esquivan, acéptalo tú.
Sé tú el que aparte la piedra del camino, el odio entre los corazones y los obstáculos de un problema.
Hay alegría de ser sano y de ser justo; pero hay sobre todo, la hermosa, inmensa alegría de vivir.
Qué triste sería el mundo si todo él estuviera hecho, si no hubiera un rosal que plantar, una empresa que emprender. que no te llamen solamente los trabajos fáciles.
¡Es tan bello hacer lo que otros esquivan!
Pero no caigas en el error del que sólo se hace mérito con los grandes trabajos; hay pequeños servicios que son buenos servicios; adornar una mesa, ordenar unos libros, escuchar a un anciano.
Aquel que critica es el que destruye; sé tú el que sirve.
El servir no es faena sólo de seres inferiores.
A Dios, que da el fruto y la luz, pudiera llamársele así: "El que sirve".
Y tiene los ojos fijos en nuestras manos y nos pregunta cada día: ¿Serviste hoy? ¿A quién? ¿Al árbol? ¿a tu amigo o a tu madre?

Gabriela Mistral
Citado en "Juventud divino tesoro"

TE ENCONTRÉ EN EL CAMINO

Te encontré en el camino,
cuando mi alma sangraba
desengaño y derrota.
Y mi espíritu huía
del primer compromiso
de seguirte hasta el fin.

Te pusiste a mi lado
y me hablaste al oído.
Te escuché atentamente.
Presentí que eras tú.

Tu palabra se hizo
enseñanza de amor.
Despejaste mis dudas,
me alegraste por dentro.
Calentaste mi alma
con un nuevo entusiasmo.
Y al ganarme de nuevo
me entregaste tu amor.

Te invité a acompañarme
a la mesa y al pan.
Y al partirlo yo supe
que eras Tú. Nadie más.

¡Oh Señor Jesucristo!
"Camino Caminante".
Maestro peregrino,
Compañero sin par.

¡No te alejes Señor!
Alójate en mi casa.
Sé mi huésped de honor.
Revélate en mis dudas.
Comparte mis angustias.
Alienta mi esperanza.
Fortalece mi fe.

Luciano Jaramillo Cárdenas

YO TUVE HAMBRE

Yo tuve hambre,
y tú formaste un club humanitario
para discutir el problema
del hambre en el mundo.
Gracias.

Yo estuve en la cárcel,
y tú te retiraste
a tu iglesia en los suburbios
y oraste por mi liberación.

Yo estuve desnudo,
y en tu mente
tú consideraste la moralidad
de mi apariencia.

Yo estuve enfermo,
y tú te arrodillaste
y agradeciste a Dios
por tu salud.

Yo no tenía hogar
y tú me predicaste un sermón
sobre el abrigo
del amor de Dios.

Yo estuve solo
y tú me dejaste solo
para orar por mí.

Tú pareces tan santo,
tan cerca de Dios...
Pero yo aún estoy hambriento
y solo,
y con frío.

Anónimo

TÚ DICES

Tú dices que se extienden los abrojos
donde sólo el rosal debió crecer...
No te angusties, al Cielo alza los ojos,
porque pronto Jesús ha de volver.

Tú dices que en la tierra el mal impera
sobre el bien, la justicia y la honradez...
Esta es una amargura pasajera,
aliéntate; Jesús viene otra vez.

Tú dices que tu fe tiembla y vacila
al ver cómo prospera el malhechor...
Ten paciencia y valor alma intranquila,
que muy pronto vendrá tu Salvador.

Y aunque ahora no entiendas muchas cosas,
redime el tiempo, firme y diligente,
que pronto sobre nubes vaporosas,
¡Regresará Jesús gloriosamente!

Hugo Izquierdo

jueves, 9 de abril de 2009

LLANTOS O CANTOS

Después que los judíos regresaron de Babilonia, al fin de su cautiverio, comenzaron de inmediato la construcción del nuevo Templo, - recordemos que este imponente edificio y sus servicios, eran el centro de la economía religiosa judía- y fue el objeto de la oración poderosa de Daniel 9 (Ver la entrada del 15/03/09).
Si no había templo en donde presentar sacrificios y holocaustos, razonaban ellos, ¿cómo podían ser perdonados, justificados o aun auxiliados por el Señor?
La Escritura relata dos actitudes opuestas expresadas el día en que colocaron la piedra fundamental, que pueden enseñarnos una valiosa lección para hoy:
"Y cantaban, alabando y dando gracias a Jehová, y diciendo: Porque él es bueno, porque para siempre es su misericordia sobre Israel. Y todo el pueblo aclamaba con gran júbilo, alabando a Jehová porque se echaban los cimientos de la casa de Jehová. Y muchos de los sacerdotes, de los levitas y de los jefes de casas paternas, ancianos que habían visto la casa primera, viendo echar los cimientos de esta casa, lloraban en alta voz, mientras muchos otros daban grandes gritos de alegría." Esdras 3:11,12
Los más jóvenes aclamaban a Dios con inmensa alegría por el magno acontecimiento, signo de la maravillosa providencia de Dios. Pero los dirigentes ancianos lloraban considerando muy poca cosa lo que estaban levantando, comparado con la gloria y magnificencia del templo anterior (construido por Salomón)
¿Qué efecto tuvieron sus lamentos sobre las personas responsables de la reconstrucción?
Elena de White comenta lo siguiente:
"Las murmuraciones y las quejas, así como las comparaciones desfavorables que se hicieron, ejercieron una influencia deprimente en el ánimo de muchos, y debilitaron las manos de los constructores. Los trabajadores se sintieron inducidos a preguntarse si debían proseguir con la construcción de un edificio al que se criticaba con tanta libertad desde el mismo comienzo, y que era causa de tantos lamentos. Si los que no se regocijaron cuando se colocó la piedra fundamental del templo hubiesen previsto los resultados de su falta de fe en aquel día, se habrían espantado. Lejos estaban de comprender el peso de sus palabras de desaprobación y desilusión; ni sabían cuánto iba a demorar la terminación de la casa de Dios el descontento que habían expresado." Profetas y reyes págs. 564,565
Es innegable la poderosa influencia de nuestras palabras y actitudes.
Muchas veces expresamos palabras de reprobación o de desaliento ante lo que se hace, según nuestro juicio, deficiente o débilmente para el Señor y pocas (si alguna vez) nos damos cuenta del efecto desmoralizador que causamos en los demás.
Aunque es bueno tratar de mejorar (porque el ser humano no es perfecto), la triste y desalentadora actitud de los líderes de Israel, que fijaron los ojos solamente en sus propias realizaciones, demoró décadas el progreso de la obra e hicieron necesarios repetidos mensajes divinos para revertir su efecto.
Nosotros también hoy debemos ejercer vigilancia sobre nuestras palabras y actitudes para no retrasar el avance del evangelio. No dependemos de débiles esfuerzos y planes humanos sino de la conducción del Todopoderoso Señor de los Ejércitos.
No desalentemos a los que trabajan, sino apoyemos, confirmemos y estimulemos a nuestros hermanos que, con lo que tienen hacen lo que pueden, recordando las palabras dirigidas a Zorobabel:
"No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos." Zacarías 4:6
Y tú hoy...
¿Cantas o lloras al contemplar el progreso de la obra de Cristo?

sábado, 4 de abril de 2009

El problema del pecado II

Antes de leer esto, por favor, sea tan amable de leer la entrada anterior para seguir la secuencia.
Cuando Pedro fue restaurado amorosamente por Jesús junto a la playa de la pesca milagrosa, según relata la Escritura, "Volviéndose Pedro, vio que les seguía el discípulo a quien amaba Jesús... Cuando Pedro le vio, dijo a Jesús: Señor, ¿y qué de éste?Jesús le dijo: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Sígueme tú." Juan 21:20-22
Es una tendencia natural del corazón humano compararnos con otros e indagar acerca de la situación de los demás. Pero nuestra experiencia con Cristo es personal. Lo mismo puede decirse de nuestra lucha contra el pecado. La siguiente cita lo corrobora y aunque es larga no tiene desperdicio: " Estamos viviendo ahora en el gran día de la expiación. Cuando en el servicio simbólico el sumo sacerdote hacía la propiciación por Israel, todos debían afligir sus almas arrepintiéndose de sus pecados y humillándose ante el Señor, si no querían verse separados del pueblo. De la misma manera, todos los que desean que sus nombres sean conservados en el libro de la vida, deben ahora, en los pocos días que les quedan de este tiempo de gracia afligir sus almas ante Dios con verdadero arrepentimiento y dolor por sus pecados. Hay que escudriñar honda y sinceramente el corazón. . . Empeñada lucha espera a todos aquellos que quieran subyugar las malas inclinaciones que tratan de dominarlos. La obra de preparación es obra individual. No somos salvados en grupos. La pureza y la devoción de uno no suplirá la falta de estas cualidades en otro. . . Cada cual tiene que ser probado y encontrado sin mancha, ni arruga, ni cosa semejante. "¡Maranata: El Señor Viene! pag. 91
Tres cosas se destacan en la cita:
  1. La actitud del corazón
  2. La lucha contra el mal en nuestra vida
  3. La prueba del carácter
Las tres son elementos esenciales en el proceso de preparar un pueblo para la venida del Señor.
El Espíritu trabaja individualmente en el corazón, reformando la vida de adentro hacia afuera, pero no lo hace sin nuestro consentimiento.
Primero produce el deseo de pureza y perdón, y es nuestra tarea responder a él con sinceridad del alma, con la convicción de que solamente Cristo puede limpiar nuestra vida. Debemos buscar a Dios tan anhelosamente como el ciervo brama por las corrientes de agua que sacian su sed.
Por causa de nuestra naturaleza no regenerada, esto no sucede sin lucha. Vez tras vez, el pecado quiere levantar su deforme cabeza y retomar el dominio que tenía en nuestro corazón. Necesitaremos todas nuestras fuerzas para resistir, tendremos que luchar para rendirnos a la naturaleza superior implantada por el Espíritu divino. De allí la importancia del dominio propio en la vida cristiana. Nada debe debilitar en lo más mínimo nuestra resolución de anonadar nuestra voluntad.
Finalmente, la prueba no consiste en superar algún requisito o estándar divino, sino en cuan total e incondicionalmente nos hemos rendido al amante llamado de Jesús, cuan decididos fuimos en buscar su rostro y ser librados.
Si tu y yo no nos rendimos, nadie puede hacerlo por nosotros. Es nuestra obra.
Esto no es legalismo, solamente es impotencia humana que busca revestirse del poder prometido y que vence por fe.

El problema del pecado I

Después que la rebelión entró en el mundo con la caída de nuestros primeros padres, -Adán y Eva- se propagó rápidamente y la tierra llegó a ser el dominio casi absoluto del maligno.
La escritura dice: "Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia. Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra." Génesis 6:5,11,12
Pasaron ya alrededor de 4500 años desde aquel momento en que el Señor intervino en los asuntos humanos, destruyendo la Tierra con un diluvio.
¿Vivimos los que esperamos el regreso inminente de Jesús en días diferentes a los de Noé?
Él mismo advirtió acerca de nuestros tiempos que "como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre." Mateo 24:37
¿Qué más esperamos que ocurra?
Porque aunque el mal seguramente aumentará, no es cuestión de grado.
El pecado ya es insoportable hoy mismo, sin necesidad de más crímenes, estafas, egoísmo, divorcios, sida, enfermedades, accidentes, guerras, pestes, sufrimiento, contiendas, etc.
No es la condición del mundo la que nos debiera preocupar. El asunto del fin tiene más que ver con la actitud de los hijos de Dios hacia el avasallamiento de la ley divina.
El gradual aumento del mal debiera producir en nosotros un creciente rechazo hacia él.
Pero esto no está sucediendo. Es más, parece suceder todo lo contrario.
Los cristianos de hoy podemos observar sin horrorizarnos en lo más profundo de nuestras almas, sin sentir dolor en el corazón, con una indiferencia que alarma, en la televisión o en otros medios, perversidad, crimen, violencia, deshonestidad, impureza, mentira, y toda clase de maldad, reales o ficticias.
Frecuentemente, como Adán, desviamos la atención hacia otros o hacia las circunstancias. No estamos diciendo otra cosa que: "la mujer que me diste o la serpiente que creaste tiene la culpa."
No nos damos cuenta que al obrar así estamos directamente culpando a Dios de ser el causante de nuestra transgresión. Transferir la culpa no la elimina.
Muchos aún, que advierten esta situación, vuelven sus armas contra la organización, apuntando en la dirección equivocada. Sin dudas que la iglesia necesita reformas y conversión en forma urgente. Pero el zarandeo no es tarea de hombres, sino del Señor.
Quieren los que actúan de esta manera corregir el pecado ajeno, no el propio, y colaboran así sin darse cuenta con el enemigo de las almas en traer desánimo a su pueblo y vergüenza a la causa de Dios.
No, el asunto es personal. Siempre lo fue y siempre lo será.
Cada uno de nosotros debe reformarse para que la iglesia sea reformada.
¿Cómo modificar esto?¿Quién puede cambiarlo?
Atendamos a esta cita:
"La expulsión del pecado es obra del alma misma. Por cierto, no tenemos poder para librarnos a nosotros mismos del dominio de Satanás; pero cuando deseamos ser libertados del pecado, y en nuestra gran necesidad clamamos por un poder exterior y superior a nosotros, las facultades del alma quedan dotadas de la fuerza divina del Espíritu Santo y obedecen los dictados de la voluntad, en cumplimiento de la voluntad de Dios." ¡Maranata: El Señor Viene! Pag. 89
¿Clamas a Dios por liberación del pecado en tu vida?
Continuamos en la siguiente entrada.

El reloj (por qué creo en la oración)

Estaba pasando por una época dura y difícil, sobre todo en lo económico.
Sin trabajo y sin dinero, -sólo mi esposa estaba trabajando- con hijos pequeños y bastantes deudas, el horizonte parecía de un color negro intenso.
Es notable cómo la adversidad incide en nuestra fe. Aunque creemos en la providencia divina, en los momentos difíciles, parece que nos olvidamos de que Dios está de nuestro lado y tiene todo el poder en sus manos.
Recuerdo claramente mis sentimientos y pensamientos, yo estaba quejándome más bien de mi suerte (no era precisamente una oración) ante mi Padre Celestial , como si él necesitara que yo le recordara sus promesas. Me parecía que no merecía esa suerte, que era injusto que un hijo de Dios pasara necesidades y careciera de todo por servirle.
Hundido en mis pensamientos, de pronto me dí cuenta que no sabía la hora que era, y que no tenía reloj para averiguarlo.
Fue la gota que desbordó el vaso.
Me irrité profundamente conmigo mismo y con mi situación.
Como siempre sucede, son las cosas pequeñas las que nos hacen perder el dominio propio y la felicidad. Las zorras pequeñas echan a perder las viñas del carácter.
Compréndanme, yo siempre había usado reloj, y por esos días el mío se había inutilizado. No tenía posibilidad de adquirir uno, pues las prioridades eran otras.
Seguí caminando. Pocas calles después, sonó la bocina de una vieja camioneta. Alguien me estaba llamando.
Era un pariente que hacía varios años que no veía. Pensé: "¿y ahora, qué querrá este de mí?"
Para mi sorpresa, se detuvo en medio de la calle y me citó a su taller mecánico, en donde -según dijo- tenía algo para mí.
Cuando llegué al negocio de mi pariente, el entró en una habitación y luego salió llevando en sus manos ¡un reloj!
Y no cualquiera, sino uno de buena marca, de los que me gustaban, con varias funciones y alarmas.
Me dijo que hacía rato que lo tenía guardado para mí. Sin salir de mi asombro por lo sucedido, me retiré de allí después de darle las gracias desde el fondo de mi alma
Mil preguntas brotaron en mi mente: ¿por qué decidió regalarme justo a mí un reloj?¿y porqué justo ahora? ¿por qué justo en ese lugar y en ese día nos habíamos encontrado?
Entonces comprendí: "Y antes que clamen, responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído." Isaías 65:24
Pedí perdón y alabé a mi Señor al mismo tiempo. Me sentía gozoso
Dios había respondido a mis necesidades cuando yo estaba pensando que El me había olvidado
Por esto (y por muchas otras razones), creo con más firmeza que antes en la oración.
Todavía conservo el reloj en mi muñeca después de muchos años, ya de un modelo viejo y algo averiado, para mostrarlo a mis alumnos -ahora trabajo en doble turno en un colegio- o a quien quiera oír este sencillo testimonio de la Providencia del Señor que estoy relatando.
¡Maravilloso Señor!

jueves, 2 de abril de 2009

Cinco cosas contra tí

Nuestro Señor procede siempre con amor en el trato con cada uno de sus hijos y cuando se trata de su iglesia, actúa obviamente de la misma manera.
Tiene para ella mensajes de aprobación y aliento, y cuando es necesario, también de reprensión. Esto último, aunque pueda parecer desagradable, es necesario para que su pueblo pueda avanzar según su plan.
En el mensaje a las siete iglesias del Apocalipsis se encuentran cinco reprensiones de Dios a su iglesia, aplicables tanto en aquellas épocas, como pertinentes también para la iglesia de hoy - y a no olvidar que la iglesia se compone de personas-
En estos mensajes aparecen cinco pérdidas espirituales que son consecuencia una de la otra; peligros colectivos que el Testigo Fiel desea que su iglesia evite.
  • (PERDIDA DEL AMOR) - El mensaje a Éfeso
Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido. Apocalipsis 2:4,5
Pablo escribe a los gálatas con tristeza sobre este mismo asunto:
¿Dónde, pues, está esa satisfacción que experimentabais? Porque os doy testimonio de que si hubieseis podido, os hubierais sacado vuestros propios ojos para dármelos. Gálatas 4:15
Pregúntate: ¿Sigo teniendo siempre el mismo fervor o lo estoy perdiendo con el tiempo?
  • (PERDIDA DE LA PUREZA DOCTRINAL POR INTRODUCCIÓN DE DOCTRINAS EXTRAÑAS) El mensaje a Pérgamo
Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco. Por tanto, ARREPIÉNTETE; pues si no, vendré a ti pronto, y pelearé contra ellos con la espada de mi boca (La Biblia).Apocalipsis 2:14-16
"Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos." Judas 3
Pregúntate: ¿Valoro la verdad que recibí al costo de la sangre de Jesús y los mártires?
  • (PERDIDA DE SENSIBILIDAD ESPIRITUAL) El mensaje a Tiatira
Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos... PERO LO QUE TENÉIS, RETENEDLO HASTA QUE YO VENGA. Apocalipsis 2:20,25
Pregúntate: ¿Me he acostumbrado a no reaccionar ante el avance del pecado, o me mantengo vigilante para no perder lo que he recibido?
  • (PERDIDA DE LA VIDA ESPIRITUAL) El mensaje a Sardis
Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto. Sé vigilante y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios. ACUÉRDATE, PUES, DE LO QUE HAS RECIBIDO Y OÍDO; Y GUÁRDALO, Y ARREPIÉNTETE. Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti. Apocalipsis 3:1-3
Aunque nada de lo que hagamos nos hará justos ante Dios, la triple amonestación de acordarnos, guardar lo recibido y arrepentirnos, nos muestra que el Señor espera que respondamos a su gracia siendo vigilantes, estando dispuestos a obedecerle y obrar en favor de los demás.
Pregúntate: ¿Qué hago por Jesús que demuestra que estoy espiritualmente vivo?
  • (PERDIDA DEL DISCERNIMIENTO ESPIRITUAL) El mensaje a Laodicea
He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto: Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo
Pregúntate: ¿He perdido la noción de la santidad divina y de la gravedad del pecado?
Acudamos a Jesús para poder disponer de sus tres remedios:
Oro refinado en fuego (fe y amor puros que solo proceden de Dios)
Vestiduras blancas (la perfecta justicia de Cristo)
Colirio (el discernimiento dado por el Espíritu Santo)
No permitas que nada te separe de Jesucristo tu amante redentor.

ALABANZAS EN EL CIELO

ALABANZAS EN EL CIELO

En este cuadro aparecen siete alabanzas en el Apocalipsis que van sumando progresivamente adoradores y motivos de alabanza, mientras se desarrolla el plan de la redención. Comienza con el Dios creador del Génesis y finaliza con la alabanza universal en la segunda venida de Cristo.

TEXTO
ADORADORES
MOTIVO DE ALABANZA
  • Apocalipsis 4:4-11
Los 4 seres vivientes y los 24 ancianos que están alrededor del trono

Dios es el único y poderoso Creador

  • Apocalipsis 5:8-14
Los 4 seres vivientes, los 24 ancianos, los ángeles, todo lo creado

Mediante la sangre del Cordero tenemos redención.
Hechos reyes y sacerdotes
  • Apocalipsis 7:9-14
Los 4 seres vivientes, los 24 ancianos, los ángeles y la gran multitud vestida de ropas blancas
Gratitud a Dios y al Cordero por la salvación
  • Apocalipsis 11:15-19
Voces en el cielo. Los 24 ancianos
Dios reina. Trae el galardón para los justos y juzga a los reinos del mundo

  • Apocalipsis 14:1-5
Los 144.000 redimidos
Canto de su propia experiencia. Aparecen sin mancha ante el trono de Dios

  • Apocalipsis 15:2-4
Los que habían alcanzado la victoria sobre la bestia y su imagen
Alabanza por la sus justos juicios y por la victoria final. Cántico de Moisés y del Cordero
  • Apocalipsis 19:1-8
Los 4 seres vivientes, los 24 ancianos, los ángeles, una voz del cielo y una gran multitud

Dios Todopoderoso reina. Llegaron las bodas del Cordero

METÁFORAS DE LA CONSAGRACIÓN

De todos los escritores bíblicos del Nuevo Testamento, San Pablo es quien explica con más detalle el camino de la salvación y la santidad en Cristo.
A veces lo hace en forma directa, con casos y ejemplos concretos, pero alcanza mayores alturas cuando lo hace en forma de metáforas.
Estas figuras del lenguaje responden de manera más adecuada y profunda a la maravillosa obra de la gracia en el corazón humano. Revelan profundidades que el lenguaje llano y sencillo no es capaz de proveer, e impulsan al que lee a una reverente meditación.
Valgan como ejemplo las siete metáforas sobre la entrega (¿por qué serán siempre siete?) que el apóstol menciona en sus cartas
1 – MENTE DE CRISTO - "Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Más nosotros tenemos la mente de Cristo". 1 Corintios 2:16
Tener la mente de Cristo significa pensar como él, tener sus mismas motivaciones y sus mismos propósitos, renunciar a nuestra antigua manera de pensar y "renovarnos en el espíritu de nuestra mente"
2 – VASOS - "Y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria." Romanos 9:23
Un vaso existe para ser llenado, no importa si es un vaso de plástico descartable o uno lujoso de cristal tallado. Pero debe llenarse, no con cualquier cosa, sino con algo significativo. Para poder estar llenos, en primer lugar debemos vaciarnos de nosotros mismos (de nuestro orgullo y suficiencia propia) para dar cabida al Espíritu Santo
3 – CARTAS - "Siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón." 2 Corintios 3:3
Las cartas no se escriben solas, necesitan un Escritor. Un cristiano que ha sido renovado en su mente y lleno de su Espíritu llevará escrito en su corazón un claro mensaje de salvación. Todos los seres humanos podrán leer en ellos el amor transformador del Salvador Jesús.
4 – PIEDRAS VIVAS - "Vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo." 1 Pedro 2:5
La edificación del carácter y el crecimiento en la gracia no son cosas espontáneas o accidentales. Son el resultado inevitable de la entrega diaria, continua, de nuestro ser, que requiere junto al poder divino, nuestra voluntaria cooperación para realizarse.
5 – SIERVOS - "Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna." Romanos 6:22
Un siervo no hace su propia voluntad, sino la de su amo, no se centra en sí mismo. Vive para agradarle, para servirle, para hacer su voluntad. Fue en este sentido que la virgen María dijo "he aquí la sierva del Señor, hágase conmigo conforme a tu Palabra"
6 – CRUCIFICADOS - "Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí." Gálatas 2:20
La identificación con Jesús en su abnegación lleva a destronar a las viejas pasiones y los deseos egoístas, y entronizar al Señor en nuestro corazón. Alcanzamos así plenamente el propósito de Dios para nuestra vida.
7 – MUERTOS - "Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios." Colosenses 3:3
El paso final, imprescindible -porque nuestro viejo hombre tiene una pertinaz tendencia a renacer- es la muerte al Yo. Cuando ya no queda nada del viejo hombre, llegamos a estar muertos al pecado, y somos protegidos (escondidos) del mal y del maligno.
Porque: "Todo aquel que permanece en él, no peca; todo aquel que peca, no le ha visto, ni le ha conocido." 1 Juan 3:6
¡Qué altura y excelencia somos llamados a alcanzar!

miércoles, 1 de abril de 2009

PLEGARIA

¿Qué quiero mi Jesús?... Quiero quererte,
Quiero cuanto hay en mí del todo darte,
Sin tener más placer que el agradarte,
Sin tener más temor que el ofenderte.

Quiero olvidarlo todo y conocerte,
Quiero dejarlo todo por buscarte,
Quiero perderlo todo por hallarte,
Quiero ignorarlo todo por saberte.

Quiero, amable Jesús, abismarme
En ese dulce hueco de tu herida,
Y en sus divinas llamas abrasarme.

Quiero, por fin, en Tí transfigurarme,
Morir a mí para vivir tu vida,
Perderme en Tí, Jesús, y no encontrarme.

Calderón de la Barca