jueves, 31 de diciembre de 2009

Isaías 52

EL MENSAJE ADVENTISTA DEL ANTIGUO TESTAMENTO

Los adventistas del 7º día basamos nuestro mensaje profético en toda la Biblia, tanto en el AT como en el NT. Pero reconocemos que los tres mensajes angélicos de Apocalipsis 14:6-12 son el fundamento de la comprensión de nuestra misión actual.
Entendemos que estos mensajes nos llaman a predicar a todo el mundo el evangelio eterno, el evangelio de la gracia redentora y la justificación por la fe, que incluye tanto la adoración al Creador como la restauración del mensaje del sábado. Nos advierte que Babilonia ha caído y que no debemos adorar a la bestia escatológica ni a su imagen, que representan la unión de la iglesia con el estado para imponerse sobre las conciencias de los hombres. El Apocalipsis también nos advierte que la última de las 7 iglesias, la de Laodicea, se aplica al tibio pueblo de Dios del tiempo del fin.
Pero, aun si no existiera el Apocalipsis o todo el Nuevo Testamento, podríamos tener la misma fe y las mismas doctrinas, contando con el respaldo  del Antiguo Testamento. Hay allí cientos de textos que nos muestran que, efectivamente, el mensaje que predicamos es "el evangelio eterno".
En el pasaje siguiente que se encuentra en Isaías 52 podemos encontrar estos elementos mencionados:
¡Despierta, Sión, despierta! ¡Revístete de poder! Jerusalén, ciudad santa, ponte tus vestidos de gala, que los incircuncisos e impuros no volverán a entrar en ti. ¡Sacúdete el polvo, Jerusalén! ¡Levántate, vuelve al trono! ¡Libérate de las cadenas de tu cuello, cautiva hija de Sión! Porque así dice el Señor omnipotente: «En tiempos pasados, mi pueblo descendió a Egipto y vivió allí; en estos últimos tiempos, Asiria los ha oprimido sin razón.» Y ahora —afirma el Señor—, ¿qué estoy haciendo aquí? Sin motivo se han llevado a mi pueblo; sus gobernantes se mofan de él. No hay un solo momento en que mi nombre no lo blasfemen Por eso mi pueblo conocerá mi nombre, y en aquel día sabrán que yo soy quien dice: "¡Aquí estoy!" » ¡Qué hermosos son, sobre los montes, los pies del que trae buenas nuevas; del que proclama la paz, del que anuncia buenas noticias, del que proclama la salvación, del que dice a Sión: «Tu Dios reina»! ¡Escucha! Tus centinelas alzan la voz, y juntos gritan de alegría, porque ven con sus propios ojos que el Señor vuelve a Sión. Ruinas de Jerusalén, ¡prorrumpan juntas en canciones de alegría! Porque el Señor ha consolado a su pueblo, ¡ha redimido a Jerusalén! El Señor desnudará su santo brazo a la vista de todas las naciones, y todos los confines de la tierra verán la salvación de nuestro Dios. Ustedes, que transportan los utensilios del Señor, ¡pónganse en marcha, salgan de allí! ¡Salgan de en medio de ella, purifíquense! ¡No toquen nada impuro! Porque así dice el Señor: «Ustedes fueron vendidos por nada, y sin dinero serán redimidos.» Pero no tendrán que apresurarse ni salir huyendo, porque el Señor marchará a la cabeza; ¡el Dios de Israel les cubrirá la espalda! Isaías 52:1-12 NVI
Aparecen aquí cuatro ideas fundamentales y cuatro exhortaciones.
Veamos las cuatro primeras:
  • La redención es gratuita: Se anuncia aquí el evangelio de la gracia. "De balde fuisteis vendidos; por tanto, sin dinero seréis rescatados". Isaías 52:1-3 RVA
  • Saber o conocer el nombre de Dios significa comprender su voluntad y confiar en él:  Dios siempre tuvo y todavía tiene un remanente elegido por gracia que vive por la fe en su nombre. Como en los días de Isaías, el nombre de Dios es blasfemado y como entonces, el se revelará y actuará por medio de "mi pueblo (que) conocerá mi nombre" Isaías 52:4-6.
  • Debemos publicar que Dios reina: Se nos llama a predicar el evangelio del juicio previo al advenimiento que concluirá con nuestra liberación, cuando Dios reine efectivamente sobre toda su creación. "!Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sion: !Tu Dios reina!... porque Jehová ha consolado a su pueblo, a Jerusalén ha redimido". Isaías 52:7-9 RVA
  • Salir de Babilonia implica purificación: La obra de la preparación para su venida, incluye la separación del mundo y la remoción de todo pecado conocido de nuestras vidas. "Apartaos, apartaos, salid de ahí, no toquéis cosa inmunda; salid de en medio de ella; purificaos los que lleváis los utensilios de Jehová. Isaías 52:10-12 RVA
Cuatro exhortaciones aparecen como imperativos en el texto correspondiente de la Nueva Versión Internacional:
  1. Despierta: ¡Despierta, Sión, despierta! ¡Revístete de poder!
  2. Libérate: ¡Sacúdete el polvo, Jerusalén! ¡Levántate, vuelve al trono! ¡Libérate de las cadenas de tu cuello, cautiva hija de Sión!
  3. Predica: ¡Qué hermosos son, sobre los montes, los pies del que trae buenas nuevas; del que proclama la paz, del que anuncia buenas noticias, del que proclama la salvación, del que dice a Sión: «Tu Dios reina»
  4. Purifícate: Ustedes, que transportan los utensilios del Señor, ¡pónganse en marcha, salgan de allí!  ¡Salgan de en medio de ella, purifíquense! ¡No toquen nada impuro!
Como creyentes en la segunda venida de Jesús, debemos despertarnos a la hora que se avecina, debemos liberarnos por su gracia del pecado que nos asedia, debemos predicar el evangelio sin importar el costo y permitir que el Espíritu nos santifique por completo.
¡Maranatha!

sábado, 26 de diciembre de 2009

PÍDEME, Y TE DARÉ POR HERENCIA LAS NACIONES

"Pídeme, y te daré por herencia las naciones, Y como posesión tuya los confines de la tierra". Salmos 2:8
Hace algunos años miré un mapa de la provincia de Formosa y  noté con tristeza que en la mayor parte del territorio no existían iglesias adventistas. Había un vacío que esperaba ser llenado desde hace mucho tiempo. Desde la localidad de Pirané hasta el límite oeste con la provincia de Salta no había ni siquiera una congregación o un grupo pequeño (ver mapa).
Sentí un deseo inmenso de que allí se encendieran las luces del evangelio. Sin duda habría allí hijos de Dios.
Se me ocurrió entonces preparar un plan sencillo para evangelizar esta zona. Leí libros, consulté la Biblia, oré mucho y luego volví a orar, pregunté a mis amigos, a líderes de la iglesia y a mi familia, y finalmente lo puse por escrito.
Quedaba ahora lo más difícil: ponerlo en acción.
Lo envié a Corrientes a la Asociación Argentina del Norte, sede de nuestro campo, para que los líderes vieran cómo implementarlo.
Confieso que tenía muy pocas expectativas, porque las prioridades y el avance del evangelio pasaban por otro lado, como yo bien sabía por haber participado en algunas juntas misioneras. Pero lo que sucedió a continuación me hizo ver lo que todos debiéramos saber: que Dios está al frente de su obra.
Los dirigentes vinieron a mi casa y demostraron sincero interés por el proyecto. Todos advertíamos claramente las dificultades que entrañaba el desafío. No había disponibilidad de recursos humanos ni económicos, así como tampoco había interesados en esa zona. A pesar de todo, el plan les pareció bueno y acordaron recorrer la zona para conocerla de primera mano.
Nuestro bondadoso Dios me mostró con claridad por medio de las circunstancias que se fueron sucediendo, que la obra de llevar el evangelio a todo el mundo no está en nuestras inseguras manos, ni depende de medios visibles.
Todo el oeste de Formosa tiene un clima extremadamente seco, casi desértico y muy caluroso. Pero donde no había nada, el desierto floreció. 

Encontraron allí, en un pueblo llamado Ingeniero Juárez, situado casi en el extremo oeste provincial un consagrado hermano, que soñaba como yo con una "gran iglesia" en ese lugar.
Comenzaron a tener interesados, pero necesitaban alquilar un salón para conferencias.
Se presentó en esos días en Corrientes una persona que venía de otra provincia de nuestro campo con un dinero para donar "en lo que hiciera falta para evangelismo" ¡Era justo lo que se necesitaba para el alquiler de un año!
Pronto hubo un grupo de 25 personas que se congregaban allí y fueron bautizados. El grupo creció y hacía falta ahora un templo.
Cuando sus hijos ponen los pies en el agua se abre camino en el mar, pero en este caso,  el poder de Dios  obró antes incluso de que hubiera en vista algún terreno; una persona del exterior donó el dinero para construir el templo.
Pregunto: ¿quién en el extranjero conocía siquiera ese lugar para interesarse por él?
¡Maravilloso Señor y Salvador tenemos!
 En menos de un año ya había un templo nuevo en esa localidad.
Luego comenzaron a suceder otros milagros, que hicieron que nuestro pastor se viese obligado a viajar los casi 500 km. desde nuestra capital hasta el nuevo lugar, cada vez con más frecuencia. Incluso en Ibarreta una familia llamó para ser bautizados sin haber sido instruidos por ningún pastor o laico. Pronto surgieron nuevos lugares, al punto que hoy hay allí cuatro localidades en donde se congrega un buen grupo de creyentes. Se formó un nuevo distrito que ya cuenta con su pastor y la obra continúa en progreso.
Cuando vi en el siguiente congreso  los cuatro nuevos puntos en el mapa, lloré de emoción.
Fui luego invitado por el pastor local a dirigir una semana de oración en un pequeño pueblo llamado Pozo del Tigre. Allí tuve el privilegio de ver con mis propios ojos lo que nuestro Padre Celestial está haciendo. Conocí a consagrados hermanos, como a la Sra. Pascuala, que nos alojó en su casa, quien por 25 años fue fiel al Señor en soledad en donde estaba, también rogando por tener un lugar donde adorar.

Este año se dedicó el templo de Juárez y el año que viene se cumplirán los 5 años del  plan que escribí.
Al volver a leerlo, encuentro que mi visión del asunto era demasiado limitada y que Dios obró de maneras maravillosas, como lo hace siempre, yendo muy por delante de nuestra pobre fe.
La obra de predicación sufre años de atraso, no porque no tengamos los medios o falten obreros. Quizá es por falta de sueños.
Soñemos  en grande. Soñemos con ver concluída la obra. Soñemos con su venida. Soñemos que con solo pedir Dios puede cumplir su promesa: "Pídeme, y te daré por herencia las naciones, Y como posesión tuya los confines de la tierra" Salmos 2:8

jueves, 24 de diciembre de 2009

BEBER DE LA FUENTE INAGOTABLE

Ayer fui a la iglesia para el culto de oración. Eramos TRES personas.
Me dolió ver tantos bancos vacíos y hubo tres cosas que pensé en ese momento:
  • ¿Dónde están los demás?
  • ¿Qué estarán haciendo?
  • ¿En qué soy responsable yo por ello? (porque es muy fácil repartir culpas)
En casos como el que comento (no con la intención de desanimar a nadie), generalmente salimos del paso diciendo: -"ya estamos dos o tres reunidos en su nombre", -"hay que contar los que vienen y no los que faltan", etc.
Pero lo cierto es que la reunión de oración es uno de los cultos más despoblados en la iglesia a la que asisto.
Escuché muchas veces disculpas sobre esto, incluso de personas sinceras, diciendo que "la mayoría trabaja", "tengo muchos problemas", "vivimos en una generación diferente", "los cultos son ¿aburridos?", "yo hago el culto en casa" y otras más que también mis lectores habrán escuchado.
Las culpas y las disculpas no son más que una reacción defensiva que utilizamos para no admitir el hecho de que estamos en falta.
Probamos entonces cambiar el formato del culto, los temas, el horario, etc., pero nada funciona, porque lo que tiene que cambiar no es el culto, sino los adoradores.
Dejar de interesarnos por la adoración no es un mal moderno; es una antiquisima cuestión espiritual que, como la fiebre, es un síntoma de un mal mayor; revela un problema con nuestras prioridades.
Dios lo planteó así en los días de Jeremías, que no son muy diferentes de los nuestros: "Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua". Jeremías 2:13
Cuando buscamos otras cosas y lo espiritual ya no nos satisface, cuando en nuestra agenda hay más prioridades mundanas que comunión con Dios y con nuestros hermanos, cuando nuestra conversación no gira en torno a lo celestial, solamente sucede porque hemos dejado a Dios de lado.
La consecuencia "lógica" de esa actitud es buscar satisfacer nuestra sed con alguna otra fuente.
Pero abrevar de las fuentes del mundo es una búsqueda no solo inútil sino además extremadamente tonta. Jamás otra cosa puede reemplazar la saciedad que provee Jesús por el Espíritu morando en nuestra vida.
¿De que fuente estamos bebiendo?
Recomiendo una: "En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba". Juan 7:37
Sumo a ello las palabras de Elena de White: "Cristo ha dicho: "Si alguno tiene sed, venga a mí y beba". ¿Habéis extinguido ya la fuente? No, porque es inextinguible. Podéis beber tan pronto como sintáis necesidad, y beber de nuevo. La fuente siempre está llena. Y una vez que hayáis bebido de esa fuente, no procuraréis apagar vuestra sed en las cisternas rotas de este mundo... No, porque habéis bebido de la corriente que alegra la ciudad de Dios. Entonces vuestro gozo será pleno, pues Cristo será en vosotros la esperanza de gloria". (Review and Herald, 15-3-1892).
¿Qué esperas para beber de la única fuente que realmente satisface?

martes, 22 de diciembre de 2009

SEÑOR DE LOS CIELOS QUE MUEVES LOS MUNDOS

Señor de los cielos que mueves los mundos
que todo lo abarcas en tu inmensidad,
¿acaso podría mi labio infecundo,
contar por los siglos tu eterna bondad?

¿Qué es en tu presencia, Dios omnipotente,
el hombre, su gloria, su vano esplendor,
si sus días pasan cual raudo torrente
y desaparecen cual débil vapor?

¡Ah si! Yo comprendo que soy impotente
y que mi existencia cual sombra se va,
por eso contrito inclino mi frente
ante tu grandeza Señor, Jehová.

Otro año ya ostenta sus galas de rosa
y altivo se acerca con paso veloz
haz, oh, Señor mío, que tu faz gloriosa
alumbre mi senda, que escuche tu voz.

 Autor anónimo

LUGARES ALTOS

Treinta y cinco de los cuarenta y un años del reinado de Asa tuvieron buen registro, haciendo él lo que era agradable a Dios. Incluso le concedió el Señor la victoria sobre Zera, un etíope que tenía un descomunal ejército con 300 carros y un millón de hombres.
Luego de esa victoria se relata: "Vino el Espíritu de Dios sobre Azarías hijo de Obed,
y salió al encuentro de Asa, y le dijo: Oídme, Asa y todo Judá y Benjamín: Jehová estará con vosotros, si vosotros estuviereis con él; y si le buscareis, será hallado de vosotros; mas si le dejareis, él también os dejará. Muchos días ha estado Israel sin verdadero Dios y sin sacerdote que enseñara, y sin ley; pero cuando en su tribulación se convirtieron a Jehová Dios de Israel, y le buscaron, él fue hallado de ellos. En aquellos tiempos no hubo paz, ni para el que entraba ni para el que salía, sino muchas aflicciones sobre todos los habitantes de las tierras. Y una gente destruía a otra, y una ciudad a otra ciudad; porque Dios los turbó con toda clase de calamidades. Pero esforzaos vosotros, y no desfallezcan vuestras manos, pues hay recompensa para vuestra obra". 2º Crónicas 15:1-7
Aparecen aquí algunos principios del trato de Dios con su pueblo:
  • Cuando lo buscamos con sinceridad de corazón lo encontraremos. Él desea ser hallado por sus hijos.
  • El pecado de los que se desvían trae seguras y trágicas consecuencias.
  • Pero cuando respondemos con verdadero arrepentimiento, Dios vuelve a fojas cero con nosotros. Nos anima a continuar sin reproches y sin tomar en cuenta nuestros errores pasados.
"Cuando oyó Asa las palabras y la profecía del profeta Azarías hijo de Obed, cobró ánimo, y quitó los ídolos abominables de toda la tierra de Judá y de Benjamín, y de las ciudades que él había tomado en la parte montañosa de Efraín; y reparó el altar de Jehová que estaba delante del pórtico de Jehová. Después reunió a todo Judá y Benjamín, y con ellos los forasteros de Efraín, de Manasés y de Simeón; porque muchos de Israel se habían pasado a él, viendo que Jehová su Dios estaba con él. Se reunieron, pues, en Jerusalén, en el mes tercero del año decimoquinto del reinado de Asa. Y en aquel mismo día sacrificaron para Jehová, del botín que habían traído, setecientos bueyes y siete mil ovejas". 2º Crónicas 15:8-11
La consecuencia lógica de buscar al Señor se traduce en un reavivamiento y una reforma. Esto no puede ser pasado por alto por los verdaderos hijos de Dios, como sucedió en los días de Asa. Los que querían seguir siendo fieles en el reino apóstata de Israel (es decir, en Samaria), se pasaron al reino de Judá.
De la misma manera pasará en el tiempo del fin, cuando todos los sinceros de corazón, estén donde estén, se volverán a la iglesia que guarda los mandamientos de Dios y tiene la fe de Jesús, para que por fin haya un solo rebaño y un solo Pastor.
"Entonces prometieron solemnemente que buscarían a Jehová el Dios de sus padres, de todo su corazón y de toda su alma; y que cualquiera que no buscase a Jehová el Dios de Israel, muriese, grande o pequeño, hombre o mujer. Y juraron a Jehová con gran voz y júbilo, al son de trompetas y de bocinas.Todos los de Judá se alegraron de este juramento; porque de todo su corazón lo juraban, y de toda su voluntad lo buscaban, y fue hallado de ellos; y Jehová les dio paz por todas partes. Y aun a Maaca madre del rey Asa, él mismo la depuso de su dignidad, porque había hecho una imagen de Asera; y Asa destruyó la imagen, y la desmenuzó, y la quemó junto al torrente de Cedrón. Con todo esto, los lugares altos no eran quitados de Israel, aunque el corazón de Asa fue perfecto en todos sus días". 2º Crónicas 15:12-17
Ellos se alegraron de su juramento y lo hicieron sinceramente. Buscaron a Dios "de todo su corazón y de toda su alma".
Pero eso los llevó a ellos, y nos llevará también a nosotros, a hacer cambios decididos. Tendremos que modificar hábitos, derribar todos nuestros ídolos y hasta desfraternizar líderes si es necesario. La consagración, la reforma y el reavivamiento tienen siempre un elevado precio.
El capítulo finaliza con un tono triste. La reforma no fue completa y los lugares altos permanecieron. Fue así que el rey y el pueblo volvieron a caer en el pecado. Asa acabó sus días sin el auxilio divino del que había gozado, por no tener en cuenta a Dios.
Los  que vivimos en los últimos días no podemos darnos ese lujo. Todo pecado debe ser confesado y abandonado. Todo mal rasgo de carácter debe ser subyugado. Toda inclinación del corazón debe entregarse a Dios. No puede haber un lugar alto que destrone a Jesús en nuestro corazón.
¿Cómo?
De la misma manera en que lo hicimos por primera vez cuando conocimos al Salvador. De la misma forma en que lo hizo el pueblo de Dios en los días de Asa: Poniendo TODO el corazón y TODA la voluntad en ello.
Hagámoslo hoy.

lunes, 21 de diciembre de 2009

RESOLUCIONES PARA EL AÑO NUEVO

Una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está adelante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto también os lo revelará Dios. Fil. 3: 13-15.

Ayer fue Navidad. ¿Hicieron como los sabios que ofrecieron sus dones a Jesús? ¿O cambió el enemigo el orden de las cosas, haciendo que la adoración se dirigiera hacia él?
Los regalos se otorgan ahora a los amigos en vez de ofrendarlos a quien hizo un sacrificio tan grande por nosotros. Todos los regalos debieran fluir hacia otro canal, donde puedan ser usados en la salvación de los hombres.
El nuevo año está delante de nosotros. ¿No debieran los regalos ser colocados en una cuenta mejor que en la que los depositaron ahora? ¿No debiéramos confesar y apropiarnos de la sangre de Cristo, quien está dispuesto a limpiarnos de todo pecado? Fue por nosotros que Cristo se hizo pobre.
En el gran día final seremos juzgados por lo que hicimos. Cristo dirá: "Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis. Entonces también ellos les responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos?" (Mat. 25: 42-44). Cristo dirá entonces: "En cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeñitos, tampoco a mí lo hicisteis" (vers. 45). Y añadirá: "Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles" (vers. 41).
Cristo vino y dejó un ejemplo de sacrificio y, si somos de Cristo, haremos sus obras. En vez de agradarnos a nosotros mismos, buscaremos hacer el bien a otros e impartir beneficios a la humanidad sufriente. A menos que lo hagamos, no podemos esperar tener parte con Cristo.
Hay almas que salvar en todo nuestro derredor. Cada uno debe hacer una obra de reconciliación con Cristo. Esta es la obra que debemos emprender en el nuevo año. Estamos viviendo para el tiempo y la eternidad. Deseamos que la luz brille sobre nuestro sendero, y deseamos extender sus bendiciones a otros. La única forma de ser representantes de Cristo es amándonos los unos a otros. Si reflejamos su imagen, cuando entremos por las puertas en la ciudad, se nos dirá: "Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu Señor" (Mat. 25: 21).
Esforcémonos por tener un registro mejor en el año venidero, y por vivir tan cerca de Dios que podamos estar rodeados con la atmósfera del cielo, y ser así representantes de Cristo (Manuscrito 60, del 26 de diciembre de 1886, sermón predicado en el salón Municipal de Tramelan, Suiza).

domingo, 20 de diciembre de 2009

DIOS NO HIZO NADA POR ÉL

En la entrada anterior vimos como Jonatán hijo de Saúl obtuvo una gran victoria sobre los filisteos. Su fe lo impulsó a avanzar en una empresa que humanamente estaba condenada al fracaso. Pero Dios honra a los que le honran.
El caso de su padre fue diferente: "Y Saúl consultó a Dios: ¿Descenderé tras los filisteos? ¿Los entregarás en mano de Israel? Mas Jehová no le dio respuesta aquel día".  1º Samuel 14:37
El Señor promete contestar nuestras oraciones, y cumple con lo que prometió; pero en este caso no hizo nada por él.
¿Por qué fue que Saúl no recibió respuesta?
Veamos los pasos que llevaron a este hombre que una vez fue grandemente honrado por Dios y por todo el pueblo a caer de manera tan categórica:
  1. Al finalizar el primer año de su reinado, después de vencer a los amonitas, Saúl confió en sus propias fuerzas para pelear contra los filisteos
  2. Al ver que el pueblo desertaba, ofreció sacrificios, cometiendo así un pecado doble; demostró impaciencia hacia Dios y además usurpó las funciones de sacerdote.
  3. Cuando los filisteos huyen delante de Jonatán, llama al sacerdote para que traiga el arca a fin de consultar a Dios, pero luego considera que no hace falta. Evaluó humanamente la situación y consideró que podía vencer sin necesidad de consultar al Todopoderoso.
  4. A todo esto le añadió una prueba inventada por él mismo para satisfacer su ego: Pero los hombres de Israel fueron puestos en apuro aquel día; porque Saúl había juramentado al pueblo, diciendo: Cualquiera que coma pan antes de caer la noche, antes que haya tomado venganza de mis enemigos, sea maldito. Y todo el pueblo no había probado pan. (vs. 24)
  5. Finalmente estuvo dispuesto a matar a su propio hijo para mantener su voto, y lo hubiera hecho de no ser por el pueblo:"Entonces Saúl dijo a Jonatán: Declárame lo que has hecho. Y Jonatán se lo declaró y dijo: Ciertamente gusté un poco de miel con la punta de la vara que traía en mi mano; ¿y he de morir? Y Saúl respondió: Así me haga Dios y aun me añada, que sin duda morirás, Jonatán. Entonces el pueblo dijo a Saúl: ¿Ha de morir Jonatán, el que ha hecho esta grande salvación en Israel? No será así. Vive Jehová, que no ha de caer un cabello de su cabeza en tierra, pues que ha actuado hoy con Dios. Así el pueblo libró de morir a Jonatán". (vs. 43-45)
Saúl se convirtió así en un claro ejemplo del que procura ser justificado por sus obras independientemente de Dios, en agudo contraste con el fiel Jonatán.
  • La fe de Jonatán era una fe que obra por amor y produce salvación. Las obras de Saúl eran fruto de la presunción que es la falsificación satánica de la fe.
  • Uno actuó dependiendo de Dios y el otro dependía de sí mismo para la victoria.
  • El hijo esperó señal del Señor para actuar y el padre no esperó ni siguió nada más que su propio criterio.
  • Finalmente, la respuesta que recibió Jonatán fue un despliegue maravilloso del poder divino y la respuesta para Saúl fue el silencio.
Dios no hizo nada por él porque, como dijo el salmista: "Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, el Señor no me habría escuchado". Salmos 66:18
Si queremos que Dios haga algo por nosotros, obremos las obras de la fe como Jonatán, desconfiando de nosotros mismos.

sábado, 19 de diciembre de 2009

QUIZÁ DIOS HAGA ALGO

¡¡¡¡¡Que alguien haga algo!!!!!
En situaciones desesperadas, todos desean que alguien actúe. Los hijos miran a sus padres, los alumnos a sus maestros y los pueblos todos de la tierra miran a sus líderes con corazones angustiados, deseando que las cosas tuerzan su rumbo caótico y descendente.
El aumento de la violencia, la crisis moral, el cambio climático, el hambre y la pobreza; todos estos temas, por mencionar apenas algunos pocos, esperan imperativamente una solución.
Vanamente, sin embargo, ponen éstos su esperanza en el auxilio humano. Largamente hemos sobrepasado la capacidad de solucionar los problemas de todo tipo que sufre la humanidad, quedó ya muy atrás el punto sin retorno.
Este estado de cosas, alcanza dolorosamente también a la iglesia cristiana. Por todos lados crece la sensación de que si no se hace algo con celeridad, los principios bíblicos y morales que nos sostienen caerán sin remedio, uno tras otro, borrados por la creciente ola de impiedad y mundanalidad circundante.
Tenemos sin embargo que ser cuidadosos al intentar proveer soluciones, porque en el afán de ayudar podemos ser de bendición o, por el contrario, empeorar las cosas por obrar con apresuramiento. En la Biblia hay una interesante historia muy aleccionadora a este respecto:
Los filisteos dominaban completamente al pueblo de Israel en los comienzos del reinado de Saúl, al punto que la mayoría estaba escondida en cuevas y otros se habían pasado a sus enemigos para sobrevivir. Se les negaba el acceso a la vital tecnología del hierro y solo Saúl y su hijo Jonatán poseían espadas.
El abuso de los invasores era tal que éste último decidió hacer algo: "Dijo, pues, Jonatán a su paje de armas: Ven, pasemos a la guarnición de estos incircuncisos; quizá haga algo Jehová por nosotros, pues no es difícil para Jehová salvar con muchos o con pocos.  Y su paje de armas le respondió: Haz todo lo que tienes en tu corazón; ve, pues aquí estoy contigo a tu voluntad". 1 Samuel 14:6,7
Hay una enorme diferencia entre una expresión de deseos y el "quizá" de Jonatán.
No es una palabra nacida de la duda, sino una manifestación de fe madura, con carencia absoluta de presunción; sabía que cualquiera fuera el resultado, Dios estaba con él. Su escudero fue contagiado por su intrepidez al punto de acompañarlo en una empresa a todas luces imposible.
Para asegurarse de la dirección divina pidió una señal que volvía todavía más difícil la acometida: atacaría en el caso de que sus enemigos le invitaran a subir la montaña hacia ellos.
Tenía todas las posibilidades en contra. Con solo una espada, teniendo inferioridad numérica, debiendo trepar con manos y pies rumbo a la guarnición filistea, era improbable que pudiera hacer algo. Pero su confianza estaba puesta en el Dios de los imposibles.
Su fe fue honrada y el resultado excedió sobremanera su valeroso esfuerzo. Uno a uno sus enemigos cayeron frente a él y reinó la confusión entre los filisteos. La tierra tembló y sus adversarios se mataron unos a otros.
Esto tuvo su impacto en el resto de Israel: "Y juntando Saúl a todo el pueblo que con él estaba, llegaron hasta el lugar de la batalla; y he aquí que la espada de cada uno estaba vuelta contra su compañero, y había gran confusión. Y los hebreos que habían estado con los filisteos de tiempo atrás, y habían venido con ellos de los alrededores al campamento, se pusieron también del lado de los israelitas que estaban con Saúl y con Jonatán. Asimismo todos los israelitas que se habían escondido en el monte de Efraín, oyendo que los filisteos huían, también ellos los persiguieron en aquella batalla. Así salvó Jehová a Israel aquel día". 1º Samuel 14:20-23
En este relato vemos un microcosmos del pueblo de Dios en el tiempo del fin:
  • Jonatán representa a los líderes del pueblo de Dios, los que están en el frente de batalla.
  • Su escudero a los que, aunque no son líderes ejercen con entera consagración el don divino de ayudar.
  • Los israelitas escondidos en cuevas a aquellos que, aunque temerosos en su fe, pueden ser animados a unirse a la batalla por Emmanuel.
  • Los que se habían pasado al enemigo, simbolizan a los que como Pedro volverán de haber negado al Salvador para ponerse decididamente de su parte
¿Y Saúl? De él nos ocuparemos en la entrada siguiente.
En conclusión, la historia de Jonatán demuestra que Dios espera que actuemos, no con la infatuación de que somos nosotros quienes vamos a corregir los males de su pueblo, sino con la humilde confianza de un niño que se aferra del poder y la promesa del Padre:¿"Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros"? Romanos 8:31

domingo, 13 de diciembre de 2009

ENGAÑOS DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS

Cuando Jesús les presentó a sus discípulos las señales de su venida, lo primero que les advirtió fue: "Mirad que nadie os engañe" Mateo 24:4.
Tal vez esa sea la señal definitiva de su venida. En nuestro mundo sopla todo viento de doctrinas engañosas llenando de confusión las mentes de la mayoría en cuanto a la verdad. .
En estos párrafos que voy a compartir (y que eximen de todo comentario), escritos hace muchos años con profética visión, se anticipa lo que hoy es clara realidad en la iglesia:
"Antes que ocurran los acontecimientos finales de la obra de la apostasía, habrá una gran confusión en lo que concierne a la fe. No habrá conceptos claros y definidos con respecto al misterio de la Divinidad. Una verdad tras otra se irá corrompiendo.
Después que la verdad haya sido proclamada por testimonio a todas las naciones, comenzará a actuar todo medio concebible de maldad, y las mentes serán confundidas por muchas voces que clamarán: "¡He aquí el Cristo! ¡Helo allí ! ¡Esta es la verdad! Yo tengo el mensaje de Dios; él me ha enviado con gran luz". Entonces se removerán los hitos y se tratará de derribar las columnas de nuestra fe... En el futuro surgirán engaños de toda clase, y necesitaremos tierra firme para nuestros pies. Necesitamos sólidas columnas para el edificio. Ni un alfiler ha de quitarse de lo que el Señor ha establecido. El enemigo introducirá falsas teorías, como la doctrina de que no existe el santuario. Este es uno de los puntos en que algunos se apartarán de la fe. Habrá sueños falsos y visiones espurias, que tendrán una parte de verdad, pero que alejarán de la fe original. El Señor ha dado una regla para detectarlos: "¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido". A medida que nos acerquemos al tiempo de el fin, el error estará tan mezclado con la verdad que solo los que cuenten con la dirección del Espíritu Santo podrán distinguir al uno de la otra. Debemos hacer todo esfuerzo que sea necesario para mantenemos en el camino del Señor. En ningún caso debemos apartamos de su conducción para depositar nuestra confianza en el hombre. Los ángeles del Señor tienen orden de vigilar estrictamente a los que confían en el Señor, y ellos han de ser nuestro especial auxilio en todo tiempo de necesidad. Cada día debemos ir al Señor en plena certidumbre de fe y acudir a él en procura de sabiduría... Los que sean guiados por la Palabra de Dios discernirán con seguridad entre el error y la verdad, entre el pecado y la justicia". ¡Maranata: El Señor Viene! Página 190
¿Caerá la iglesia? ¡De ninguna manera! El gran Pastor de las ovejas cuida su rebaño y nadie puede arrebatar las ovejas de su mano. Estaremos más que seguros en él.
Pero los engaños del tiempo final sorprenderán a miles sin la única guía segura, el Espíritu Santo; serán entrampados los que "no recibieron el amor de la verdad para ser salvos" (2º Tesalonicenses 2:8-12)
¿Cómo estarás tu en ese día ?

Si…

Esta poesía la aprendí en la secundaria y me gusta mucho, porque aunque tiene un enfoque humanista, describe el carácter que debería tener un hijo de Dios.

Si…

SI puedes conservar tu cabeza, cuando a tu rededor
todos la pierden y te cubren de reproches;
Si puedes tener fe en ti mismo, cuando duden de ti
los demás hombres y ser igualmente indulgente para su duda;
Si puedes esperar, y no sentirte cansado con la espera;
Si puedes, siendo blanco de falsedades, no caer en la mentira,
Y si eres odiado, no devolver el odio; sin que te creas,
por eso, ni demasiado bueno, ni demasiado cuerdo;

SI puedes soñar sin que los sueños, imperiosamente te dominen;
Si puedes pensar, sin que los pensamientos sean tu objeto único;
Si puedes encararte con el triunfo y el desastre, y tratar
de la misma manera a esos dos impostores;
Si puedes aguantar que a la verdad por ti expuesta
la veas retorcida por los pícaros,
para convertirla en lazo de los tontos,
O contemplar que las cosas a que diste tu vida se han deshecho,
y agacharte y construirlas de nuevo,
aunque sea con gastados instrumentos

SI eres capaz de juntar, en un solo haz, todos tus triunfos
y arriesgarlos, a cara o cruz, en una sola vuelta
Y si perdieras, empezar otra vez como cuando empezaste
Y nunca mas exhalar una palabra sobre la perdida sufrida
Si puedes obligar a tu corazón, a tus fibras y a tus nervios,
a que te obedezcan aun después de haber desfallecido
Y que así se mantengan, hasta que en ti no haya otra cosa
que la voluntad gritando: “¡persistid, es la orden!”

SI puedes hablar con multitudes y conservar tu virtud,
o alternar con reyes y no perder tus comunes rasgos;
Si nadie, ni enemigos, ni amantes amigos,
pueden causarte daño;
Si todos los hombres pueden contar contigo,
pero ninguno demasiado;
Si eres capaz de llenar el inexorable minuto,
con el valor de los sesenta segundos de la distancia final;
Tuya será la tierra y cuanto ella contenga
Y -lo que vale más- ¡serás un hombre hijo mío!


Rudyard Kipling.

sábado, 12 de diciembre de 2009

PERDIDOS

En los medios de comunicación de mi país se siguió ansiosamente por 24 días una triste noticia. Una familia entera desapareció y no podían ser hallados. En seguida se tejieron hipótesis, a la cual más imaginativa, de los móviles de la desaparición. Corrieron muchos rumores de haberlos visto aquí y allá.
Toda la opinión pública y el periodismo estaban pendientes del caso. Finalmente, sus cuerpos sin vida y su automóvil volcado fueron encontrados al costado de una carretera, tapados por las malezas. Hasta la fecha no se sabe con certeza que sucedió con ellos.
Alguno podría pensar que es otro hecho más de los que a diario pueblan los titulares de la prensa. Ciertamente al día de hoy día nos hemos vuelto casi insensibles al dolor, la tragedia y la muerte, tan familiares nos resultan. Ya estamos acostumbrados a verlos y en tanto les suceda a otros...
Trato de imaginar a través de este lamentable incidente cómo habrá sido el día en que se conoció la caída de Adán y Eva.
Qué medios vinculan a los habitantes del universo o de qué forma se enteran de lo que pasa aquí no lo sé, lo que sí es seguro es que la noticia debe haber corrido con un impacto terrible y desolador. Oleadas de dolor por los perdidos integrantes de la primer familia humana deben haber llenado las cortes del cielo, con muchas más lágrimas de las que pudo haber arrancado el caso que citaba al principìo.
El lamento más grande, sin embargo no vino de ninguna criatura, sino del Creador mismo por sus hijos extraviados.
Resulta imposible describir lo que Dios siente por los pecadores. Pero siendo él más sabio que nosotros y conociendo el fin desde el principio, vio con una tristeza inefable la tremenda estela de dolor y sufrimiento que la iniquidad dejaría a su paso.
El mismo hecho de convivir día a día con el mal nos incapacita para discernir lo terrible de su carácter, de la misma forma en que las personas que viven en los basurales ya no perciben la podredumbre y el nauseabundo hedor que les rodea.
Por no captar la terrible realidad del pecado, de lo definitivo de su condición; no somos conscientes de la desesperada necesidad que tenemos del remedio que podría curar nuestro mal. El profeta se hacía eco del angustioso clamor de Dios cuando preguntaba: "¿No hay bálsamo en Galaad? ¿No hay allí médico? ¿Por qué, pues, no hubo medicina para la hija de mi pueblo?" Jeremías 8:22
¿Entiendo yo lo que es estar perdido? ¿Lo entiendes tú?
No, no creo que comprendamos cabalmente lo que significa la perdición, porque sino nuestra actitud y por consiguiente la actitud de la iglesia serían completamente distintas a las de hoy.
La iglesia no debe parecerse a una alegre muchachada que goza de la mutua compañía mientras olvida a los que están fuera; debe considerarse la agencia de salvación que pone a la vista de todos el bálsamo de Galaad, nuestro señor Jesucristo.
Tristemente, sin embargo, escasean hoy los que sienten como propio el dolor de Dios por los perdidos, los que son capaces de sacrificarlo todo por buscar al pecador y llevarlo a los pies de Jesús.
Recordemos que "Todo el cielo está interesado en la obra de salvar a los perdidos. Los ángeles velan con sumo interés para ver quién dejará a las noventa y nueve y saldrá en la tempestad, la tormenta y la lluvia al árido desierto para buscar la oveja perdida. Los perdidos están en todas partes a nuestro alrededor, pereciendo y tristemente abandonados. Pero son valiosos para Dios, porque constituyen la adquisición hecha por la sangre de Cristo" (Review and Herald, 30 de junio, 1896)
Esto tiene un costo: "El amor hacia las almas por las cuales Cristo murió significa crucificar al yo. El que es hijo de Dios debe desde entonces considerarse como eslabón de la cadena arrojada para salvar al mundo. Es uno con Cristo en su plan de misericordia y sale con él a buscar y salvar a los perdidos. El cristiano ha de comprender siempre que se ha consagrado a Dios y que en su carácter ha de revelar a Cristo al mundo. La abnegación, la simpatía y el amor manifestados en la vida de Cristo han de volver a aparecer en la vida del que trabaja para Dios". El Deseado de Todas las Gentes pag. 417
¿Llena tu alma con vivo interés la pasión por "buscar y salvar lo que se había perdido"?

viernes, 4 de diciembre de 2009

ACRÓSTICO

Poema acróstico que escribí en la escuela para niños de 2do. de primaria con el lema del año. Vale para recordar que la victoria solamente es posible al lado de Jesús.


Venimos hoy a contarles
Esta historia que trae luz
Nosotros aquí en la escuela
Conocimos al buen Jesús
En su Palabra aprendimos
Del grande Dios Creador
Obra somos de su amor
Redimidos del error

Jesús maestro brillante
Único y fiel Salvador
Nuestro amigo más constante
También nuestro protector
Ofreció su vida por mí

Al enemigo malvado

Jesús en la cruz venció
En los cielos intercede
Señales anuncian ya
Un día que cerca está
Su amor nos rescatará

WILLY GROSSKLAUS

PADECIMIENTOS

"Pero como las chispas se levantan para volar por el aire, Así el hombre nace para la aflicción". Job 5:6
Estas son las sombrías palabras de un hombre golpeado contundentemente por el dolor y la desgracia. Desde su punto de vista el sufrimiento es una constante en la vida; un destino compartido de la humanidad caída.
Podríamos pensar que eso no es así; que Job expresaba estos sentimientos negativos solo porque estaba deprimido por causa de su desgracia.
Debemos reconocer que en la vida también hay momentos luminosos y que hay muchas personas que al parecer no sufren como los demás.
Lo cierto es que en la Biblia se presentan ambos cuadros: el de los justos que prosperan "como árbol plantado junto a corrientes de aguas" (Salmos 1:3) y de los santos que padecen y son despojados de todo, incluso de su vida, por causa de su fe.
(Dejo de lado intencionalmente los sufrimientos que vienen por nuestras decisiones y nuestra conducta equivocadas).
¿Cómo armonizar estas dos realidades contrastantes?
Se podrían comparar estos pasajes bíblicos con fotografías. Al mirarlas solamente vemos un instante congelado en el tiempo, en que las personas o el paisaje no se mueven ni cambian, los estados de ánimo no varían. Todo está estático.
Pero la vida se parece más bien a un vídeo, donde los cuadros cambian de continuo y podemos apreciar el desarrollo de los acontecimientos.
Habrá momentos de nuestra vida en que nuestro Señor en su sabiduría nos proporcionará salud, prosperidad y paz, muy cercanos a otros (acaso más frecuentes) en los cuales las sombras cubrirán nuestra existencia al punto de parecer que El nos desamparó.
Pero Dios no es negligente ni azaroso. Todo lo hace con un propósito.
El apóstol Pedro lo expresó así: "Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría. Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros". 1 Pedro 4:12-14
No deben considerarse los padecimientos como rarezas o impedimentos en nuestras vidas, sino como fuente de gozo ¿Lo vemos así?
Acerca de Pablo,  Dios dijo también: "porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre". Hechos 9:15
¿Hay padecimientos "necesarios"?
Uno hasta se rebela contra pensamientos de ese tipo, no son para nada agradables; pero como cristianos debemos entender que los hay. Sin duda.
Algunos son necesarios para perfeccionar nuestro carácter, otros para dar testimonio de nuestra fe ,para la gloria del evangelio y aún otros en los cuales no alcanzaremos a percibir con claridad para qué sirven.
Pero basta recordar las experiencias de hombres como Job o Juan el bautista. Sus sufrimientos, que bien podemos calificar de inmerecidos, fueron necesarios no para ellos, sino para alentarnos a nosotros a lo largo de los siglos.
¡A cuantos hijos de Dios que pasaban por pruebas severas sostuvieron los ejemplos de aquellas santas vidas!
Hasta que el conflicto entre la verdad y el error finalice y Satanás sea definitivamente destruido, hemos de padecer, no por causa de Dios sino del enemigo. No constituye una desgracia, sino  nuestro mayor y más elevado privilegio sufrir por causa del evangelio.
Es la forma en que se muestra la justicia de Dios, también la manera en que nuestra lealtad a su gobierno se evidencia al universo para seguridad eterna.
Jesús nos prometió: "No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida".Apocalipsis 2:9-11
La promesa es segura. Aferrémonos a ella.