viernes, 10 de abril de 2009

RESURRECCIÓN

No lo aprisionan las paredes frías
de obscura tumba milenaria y triste,
surgió a la vida nuestro Dios y existe,
para llenar la nuestra de alegrías.

Ya está la tumba de Jesús vacía,
ya está vencido el ángel de la muerte,
gloria al Salvador que poderoso y fuerte
ganó tu salvación, ganó la mía.

Braulio Pérez Marcio

JESÚS DE LA CRUZ BENDITA

¡Jesús de la cruz bendita!
de la mirada piadosa,
espina en lugar de rosa
lleva tu infame corona.
que se puso en son de broma
en tu frente milagrosa.

Se dibuja en tu figura
la ternura singular
que refleja en el mirar
impregnado de emociones...
salvador de corazones,
tus ansias de perdonar.

Esta sangre que derramas
por nosotros en la cruz,
que nos sirva hoy de luz
por tu cariño constante...
¡Para seguir adelante
bendición danos Jesús!

Luis J. Becerra
Poeta formoseño - 1996

EL QUE SIRVE

Toda la naturaleza es un anhelo de servicio.
Sirve la nube, sirve el viento, sirve el surco.
Donde hay un árbol que plantar, plántalo tú; donde hay un error que enmendar, enmiéndalo tú; donde hay un esfuerzo que todos esquivan, acéptalo tú.
Sé tú el que aparte la piedra del camino, el odio entre los corazones y los obstáculos de un problema.
Hay alegría de ser sano y de ser justo; pero hay sobre todo, la hermosa, inmensa alegría de vivir.
Qué triste sería el mundo si todo él estuviera hecho, si no hubiera un rosal que plantar, una empresa que emprender. que no te llamen solamente los trabajos fáciles.
¡Es tan bello hacer lo que otros esquivan!
Pero no caigas en el error del que sólo se hace mérito con los grandes trabajos; hay pequeños servicios que son buenos servicios; adornar una mesa, ordenar unos libros, escuchar a un anciano.
Aquel que critica es el que destruye; sé tú el que sirve.
El servir no es faena sólo de seres inferiores.
A Dios, que da el fruto y la luz, pudiera llamársele así: "El que sirve".
Y tiene los ojos fijos en nuestras manos y nos pregunta cada día: ¿Serviste hoy? ¿A quién? ¿Al árbol? ¿a tu amigo o a tu madre?

Gabriela Mistral
Citado en "Juventud divino tesoro"

TE ENCONTRÉ EN EL CAMINO

Te encontré en el camino,
cuando mi alma sangraba
desengaño y derrota.
Y mi espíritu huía
del primer compromiso
de seguirte hasta el fin.

Te pusiste a mi lado
y me hablaste al oído.
Te escuché atentamente.
Presentí que eras tú.

Tu palabra se hizo
enseñanza de amor.
Despejaste mis dudas,
me alegraste por dentro.
Calentaste mi alma
con un nuevo entusiasmo.
Y al ganarme de nuevo
me entregaste tu amor.

Te invité a acompañarme
a la mesa y al pan.
Y al partirlo yo supe
que eras Tú. Nadie más.

¡Oh Señor Jesucristo!
"Camino Caminante".
Maestro peregrino,
Compañero sin par.

¡No te alejes Señor!
Alójate en mi casa.
Sé mi huésped de honor.
Revélate en mis dudas.
Comparte mis angustias.
Alienta mi esperanza.
Fortalece mi fe.

Luciano Jaramillo Cárdenas

YO TUVE HAMBRE

Yo tuve hambre,
y tú formaste un club humanitario
para discutir el problema
del hambre en el mundo.
Gracias.

Yo estuve en la cárcel,
y tú te retiraste
a tu iglesia en los suburbios
y oraste por mi liberación.

Yo estuve desnudo,
y en tu mente
tú consideraste la moralidad
de mi apariencia.

Yo estuve enfermo,
y tú te arrodillaste
y agradeciste a Dios
por tu salud.

Yo no tenía hogar
y tú me predicaste un sermón
sobre el abrigo
del amor de Dios.

Yo estuve solo
y tú me dejaste solo
para orar por mí.

Tú pareces tan santo,
tan cerca de Dios...
Pero yo aún estoy hambriento
y solo,
y con frío.

Anónimo

TÚ DICES

Tú dices que se extienden los abrojos
donde sólo el rosal debió crecer...
No te angusties, al Cielo alza los ojos,
porque pronto Jesús ha de volver.

Tú dices que en la tierra el mal impera
sobre el bien, la justicia y la honradez...
Esta es una amargura pasajera,
aliéntate; Jesús viene otra vez.

Tú dices que tu fe tiembla y vacila
al ver cómo prospera el malhechor...
Ten paciencia y valor alma intranquila,
que muy pronto vendrá tu Salvador.

Y aunque ahora no entiendas muchas cosas,
redime el tiempo, firme y diligente,
que pronto sobre nubes vaporosas,
¡Regresará Jesús gloriosamente!

Hugo Izquierdo