sábado, 30 de octubre de 2010

NECESITAMOS DESPERTAR

"Por lo cual dice:
Despiértate, tú que duermes,
y levántate de los muertos,
y te alumbrará Cristo.

Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos".
Efesios 5:14-16

Quiero compartir con mis lectores estas citas estremecedoras, junto a lo que dice la Palabra de Dios. Vivimos tiempo prestado y necesitamos desesperadamente despertar.

Entender los tiempos:
"Apreciados hermanos y hermanas: Mientras el error progresa rápidamente, debemos procurar estar despiertos en la causa de Dios, y darnos cuenta del tiempo en el cual vivimos. Las tinieblas van a cubrir la tierra, y la obscuridad los pueblos. Y mientras casi todos los que nos rodean están envueltos en densas tinieblas de error y engaño, nos incumbe sacudir el estupor y vivir cerca de Dios, donde podemos recibir divinos rayos de luz y gloria del rostro de Jesús. A medida que las tinieblas se intensifican y el error aumenta, debemos obtener un conocimiento más cabal de la verdad y estar preparados para sostener nuestra posición mediante las Escrituras". Primeros Escritos pág. 104
"Satanás procura mantener al pueblo de Dios en un estado de inactividad, e impedirle que desempeñe su parte en la difusión de la verdad, para que al fin sea pesado en la balanza y hallado falto." (Joyas de los Testimonios, tomo 1, pág. 88.)

Falta de fervor misionero:

"La falta de actividad y fervor en la causa de Dios es espantosa. Este estupor mortal proviene de Satanás. El domina la mente de los observadores del sábado no consagrados, y los induce a sentir celos unos de otros, a criticarse y censurarse. Es su obra especial dividir los corazones, para que la influencia, la fuerza y la labor de los siervos de Dios sean consumidas por el trabajo entre los observadores del sábado no consagrados, y les toque dedicar de continuo su tiempo precioso al arreglo de pequeñas divergencias, cuando debieran consagrarlo a proclamar la verdad a los incrédulos". Joyas de los Testimonios Tomo 1 pág. 89
"Hermanos y hermanas, ¿Queréis despertar de esta pereza que se asemeja al torpor de la muerte? Id a trabajar, sintáis el deseo o no. Esforzaos personalmente por traer almas a Jesús y al conocimiento de la verdad. Esta labor será para vosotros un estímulo y un tónico; os despertará y fortalecerá. Por el ejercicio vuestras facultades espirituales se vigorizarán, de manera que tendréis más éxito para labrar vuestra propia salvación. El estupor de muerte pesa sobre muchos de los que profesan a Cristo. Haced cuanto podáis para despertarlos. Amonestadlos, suplicadles, argüid con ellos. Rogad que el Espíritu enternecedor de Dios derrita y ablande sus naturalezas glaciales. Aunque se nieguen a escuchar, vuestro trabajo no estará perdido. Mediante el esfuerzo hecho para bendecir a otros, vuestras propias almas serán bendecidas" (Joyas de los Testimonios Tomo 2, págs. 128, 129).

La obra de preparación:

"Es una solemne declaración la que hago a la iglesia, de que ni uno de cada veinte de aquellos cuyos nombres están registrados en los libros de la iglesia se halla preparado para terminar su historia terrenal, y que estaría tan ciertamente sin Dios y sin esperanza en el mundo como el pecador común. Profesan servir a Dios, pero están sirviendo fervientemente a Mammón. Esta obra que se hace a medias es una negación constante de Cristo, más bien que una confesión de Jesús. Muchos han traído a la iglesia su propio espíritu insubordinado, carente de refinamiento. Su gusto espiritual está pervertido por sus propias corrupciones inmorales y degradantes, y simbolizan al mundo en espíritu, en corazón y en propósito, confirmándose a sí mismos en prácticas lujuriosas, completamente llenos de engaño en su profesa vida cristiana. ¡Viven como pecadores, y pretenden ser cristianos! Los que pretenden ser cristianos y confesar a Cristo deben salir de entre ellos, y no tocar cosa inmunda, y separarse. . . .
Dejo mi pluma y elevo mi alma en oración, para que el Señor sople su aliento vivificante sobre sus hijos desviados, que son huesos secos, para que vivan. El fin está cerca, se insinúa sobre nosotros tan imperceptible y silenciosamente, como las furtivas pisadas del ladrón en la noche, para sorprender a los que duermen, estando desprevenidos y sin preparación. Conceda el Señor que su Espíritu Santo descienda sobre los corazones dominados hoy por la comodidad, para que no sigan durmiendo como los demás, sino que velen y sean sobrios." (Boletín de la Asociación General, 1893, pág. 132, 133.)
"Ha llegado la hora de hacer una reforma completa. Cuando ella principie, el espíritu de oración animará a cada creyente, y el espíritu de discordia y de revolución será desterrado de la iglesia". (Joyas de los Testimonios, tomo 3, pág. 254.)
"Un reavivamiento de la verdadera piedad entre nosotros es la mayor y más urgente de todas nuestras necesidades. El buscar esto debe ser nuestro primer trabajo". (Review and Herald, 22 de marzo de 1887.)