miércoles, 18 de enero de 2012

Divino Amor, la demora del advenimiento y la Misión de la Iglesia.




Un caluroso día de verano, un niño de trece años estaba sentado en un barril de madera en los frescos pasillos de una vieja tienda de Vermont. A las dos en punto, el viejo reloj del abuelo colgado en la pared, empezó a repicar. Pero el mecanismo se apiñó y el reloj continuó golpeando. En su decimonoveno golpe el joven se levantó de repente y corriendo hacia la calle empezó a gritar, "¡Nunca había sido tan tarde!" "¡Nunca había sido tan tarde ni para los estudiantes de las profecía bíblica!"
En su segunda epístola, el apóstol Pedro insta a la preparación del corazón para la venida de Cristo (2Ped. 3:11-3). El apóstol hace énfasis en tres puntos significativos: (1) como vives afecta lo que crees y lo que crees afecta como vives, (2) la demora del advenimiento no ha ocurrido debido alguna falla por parte de Dios y (3) es posible apresurar el Advenimiento.
El estilo de vida determina la teología
Pedro hace referencia a su primer punto significativo en los versículos 3-4, "Sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias. Y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento?" En efecto, ellos están diciendo, "No va ha venir". Esto se revela en la ultima parte de su pregunta: "Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación."
La pregunta, en sus mentes, ya ha sido contestada. No están esperando una respuesta. Son burladores y así la pregunta no está fuera de la deshonestidad, de la genuina sinceridad.
Pero note que estos "burladores" caminan "según sus propias concupiscencias." Los hombres y mujeres persiguiendo sus propios deseos, hacen la pregunta, "¿Dónde está la promesa de su advenimiento?". Su estilo de vida determina su teología. Su moralidad (o falta de ella) dicta lo que creen y niegan la inminencia del Advenimiento.
Este pasaje introduce el hecho de que nuestra forma de actuar comúnmente determina lo que creemos, mientras es verdad que lo que nosotros creemos sinceramente determina como actuamos. De esta forma si yo estoy fascinado por las concupiscencias que me cautivan en televisión, si los deportes dominan mi pensar, si el materialismo me agarra, o si mi principal objetivo en la vida es hacer dinero, estos intereses afectaran mi actitud hacia la pronta venida de Cristo.
Además de esto, claro, lo que creo acerca de la segunda venida debe tener un impacto en mi estilo de vida. Hay una sutil forma de pensar acerca del Advenimiento que también puede despertar nuestro ardor y entusiasmo en el regreso de Jesús tanto como en un estilo de vida mundanal. El razonamiento viene así: No hace ninguna diferencia si Cristo viene en 25, 50, 100 o 1000 años. ESA NO ES TU PREOCUPACIÓN. TU PREOCUPACIÓN ES SIMPLEMENTE ESTAR LISTO.
Puede sonar bien en la superficie, pero sus efectos pueden despertar la moral de la iglesia. Es como decirle a un estudiante de medicina, "Sus tablas de estado llegaran este año o el próximo o hasta el otro. Tal vez puedan llegar en cinco años; sólo alístate". ¡Hay algo acerca del reordenamiento de prioridades cuando ves la inminencia de un evento! El hecho del evento condiciona tu comportamiento.
Un sentido del Advenimiento cercano siempre ha espoleado a la iglesia. Un sentido de que Cristo viene pronto siempre ha guiado a la oración, al compromiso y al reavivamiento. La iglesia siente una urgencia y canaliza su tiempo, energía y fondos a la actividad evangelística y misionera. Hay algo acerca de la inminencia. Hay algo acerca de la pronta venida del Salvador.
Note quien dice, "¿Dónde esta la promesa de su advenimiento?", burladores. Note quien dice, "Mi Señor se tarda en venir" (Mat. 24:48); El siervo malvado, no el siervo inteligente. Así que aquellos entre nosotros quienes dicen ese tiempo no hace diferencia, y el Señor esta demorando su venida, y el no vendrá en 50 o 100 años, no están clasificados con el siervo inteligente en las Escrituras.
¿Por qué demora?
Pedro discute en términos claros la demora del Advenimiento. El dice, "Mas, oh amados, no ignoréis esto: que un día delante del Señor es como mil años y mil años como un día." La evaluación del tiempo para Dios es diferente a la mía.
Pedro esta diciendo que Dios tiene una tabla del tiempo divina. Si usted estudia las profecías relacionadas con la primera venida del Señor, verán que Jesús vino a tiempo. "Venido el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo" (Gal. 4:4); "a su tiempo murió por los impíos" (Rom. 5:6)
Cuando Jesús es bautizado en cumplimiento de Daniel 9, Él dice "El tiempo es cumplido" (Mar. 1:14-15). Cuando el reloj profético marcó la hora, el Mesías vino la primera vez. Pedro dice en efecto, que Dios tiene una tabla de tiempo profética, y cuando el reloj marque la hora profética, Cristo vendrá.
Ahora Pedro explica la aparente demora del Advenimiento, "El Señor no tarda su promesa, como algunos la tienen por tardanza; si no que es paciente con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos precedan al arrepentimiento" (ver. 9). Pedro explica que para Dios, una demora, es una naturaleza de largo sufrimiento.
Me gustaría que usted considerara la demora del advenimiento a la luz de un Dios sufriendo y a la luz de un amor sufriendo. Cuando Jesús estaba colgado en el Calvario, reveló que Dios prefería sufrir que dejar que tu y yo nos perdiéramos. La cruz es una revelación a nuestros apagados sentidos, de tal forma que Dios preferiría sufrir la agonía del pecado y sufrir la segunda muerte que dejar que nos perdiéramos. La demora del Advenimiento revela un Dios que sufre en amor.
Seguido pensamos en la demora del Advenimiento en términos de nuestro sufrimiento en un mundo de perversos, un mundo donde hay Bosnios y Gerzegovinos y Somalíes; en un mundo donde hay hambruna, angustia y niños explotados. Pero la demora del Advenimiento revela que Dios prefiere sufrir que permitir que una persona se pierda.
Piense en ello de esta forma: Nos vemos unos a otros y seguido decimos, "¿Cómo va tu día?" "Mi día esta bien". ¿Cómo estuvo el día de Dios hoy? Dios fue a 10,000 funerales hoy y aun más, irá a otros 10,000 mañana. Y él ama a cada uno de aquella gente más que de lo que tú puedas posiblemente amar a tu hijo o hija. El corazón de amor de Dios sufre con cada persona postrada en un hospital muriendo de cáncer. En una forma que nunca podré entender, Jesús en su ministerio del Santuario, carga con nuestras aflicciones.
Dios lleva la pena de cada mujer cuyo esposo se ha ido con otra. Dios lleva la agonía de cada mujer quien ha sido golpeada hasta que sus ojos se amorataron y su nariz sangró, porque su marido es un alcohólico y la golpea. Dios lleva el dolor de cada pareja cuyo hijo nació muerto. Dios lleva el dolor, en una forma que yo no puedo entender, de cada joven que choca violentamente con el vidrio de su auto destrozado. Y el Advenimiento se demora, porque Él prefiere seguir sufriendo que cortar la salvación de alguno que pudiera ser salvo. La demora del Advenimiento nos afecta, pero piense como afecta a Dios.
En el gran Día de Gracias cuando Dios venga, se sentará a la mesa, y verá tu lugar y mi lugar. Y si esa silla está vacía, habrá un vacío en su corazón que es siempre indescriptible. La demora del Advenimiento no es porque Dios aumentó el tiempo, es porque está alcanzando a la gente. La demora del Advenimiento es porque Jesús en su amor prefiere sufrir como el intercesor de la humanidad y experimentar el dolor corporal que el pecado cósmico y universal trae; que tener que perder gente que pudo haber sido salvada.
Cuando el periodo de prueba termine, no terminará porque la misericordia de Dios haya finalizado. El fin del periodo de prueba es más bien la declaración por parte de Dios que si la puerta del Santuario permaneciera abierta, no habría ninguna diferencia porque cada persona esta completamente lista para la cosecha. El que es justo, sea justo todavía; el que es injusto, sea injusto todavía (Apoc. 22:11). La puerta del periodo de prueba no se cerrará hasta que todos hayan hecho su última, irrevocable y completa decisión. El advenimiento se demora no porque las promesas de Dios hayan fallado, sino porque su amor es implacable, su misericordia alcanza para salvar a los hombres y mujeres.
Apresurando el Advenimiento
El tercer punto de Pedro es la posibilidad de apresura el día del Advenimiento de nuestro Señor. Note lo que dice, desde que vivimos en el borde del Advenimiento, y viene rápidamente, como un ladrón, viendo que toda la naturaleza será disuelta, ¿Qué tipo de personas debemos ser? Pedro dice: "Lo que crees impacta tu vida. Esperando y apresurandoos".
¿Es posible apresurar el advenimiento? Es posible, pero viene un punto en la historia cuando los eventos cataclísmicos se despliegan. Así que, cada semilla llega a la cosecha y el carácter se desarrolla rápidamente en una hora de crisis. Por tanto, aunque la iglesia pueda apresurar el advenimiento, la iglesia no puede demorarlo. Dios es soberano. Y últimamente Dios toma el control. Hay un punto en los días de Noé cuando el carácter fue completamente desarrollado. Aquellos quienes estuvieron del lado de Dios permanecieron así; y quienes no lo estuvieron, permanecieron en la oposición. Y la puerta del arca que había estado abierta fue cerrada. Esa acción no indicó un cese de la misericordia de Dios sino que cada semilla había sido cosechada. Cada ser humano ha hecho su decisión irrevocable y final.
¿Qué puede hacer la iglesia para apresura la venida de Dios? Las Escrituras muestran tres cosas.
Oración
En la oración del Señor somos instruidos para orar "Venga tu reino" (Luc. 11:2). ¿Estas orando de rodillas todos los días para que venga el reino de Jesús? El libro de Apocalipsis termina con la oración de Juan "Ven (rápidamente), Señor Jesús" (Apoc. 22:20). ¿Por qué orar por un rápido regreso de nuestro Señor? Eso por lo cual oras, más deseas. Eso por lo cual oras, (bajo el Espíritu Santo) crea en ti un deseo de cumplimiento. Mientras estamos de rodillas abriendo nuestros corazones ante Dios , se desarrolla una reorientación de nuestras prioridades, y somos alzados de la niebla de este mundo.
Arrepentimiento
Ahora, encontramos el llamado de arrepentimiento en los versículos 9,11. El Señor desea que "todos procedan al arrepentimiento" y vivan vidas devotas. El arrepentimiento es un cambio de actitud acerca de mi condición personal ante Dios. El llamado del fin del tiempo a la santidad en un llamado del final del tiempo para el arrepentimiento que me trae ante el Señor y dice "Dios, sin ti no soy nada". "Dios, sin ti voy a ser llenado de egoísmo. Sin ti seré llenado de crítica, chisme, enojo, amargura y placer. Dentro de mi hay semillas que están retrasando el advenimiento. Busco tu perdón y un cambio de vida porque yo he, tal vez inadvertidamente, perpetuando tu sufrimiento".
Prioridades re ordenadas
Pedro dice, reordena tus prioridades para que puedas salir de un mundo perdido e ir con Jesucristo, ("apresurandoos para la venida de Dios"). El mismo Maestro dice, "Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, por testimonio a todos los gentiles: entonces vendrá el fin." (Mat. 24:14)
Los eventos en tiempos recientes de Europa del Este no son meramente eventos fortuitos en la historia secular, sino son parte de un plan divino que indica que este es el tiempo de la iglesia para establecerse en la complacencia de Laodicea.
En una forma maravillosa Dios ha abierto puertas en el mundo. Y el abrirá puertas en tu vida. ¿Hay alguien por quien estés orando? ¿Hay alguien en tu comunidad que te preocupa su alma? Necesito estar relacionado con ganar almas, no sólo por el alma de otras personas, sino por la mía.
Sin un involucramiento, el crecimiento de mi propio espíritu está atrofiado. Sin esto, mi propia vida espiritual esta desbaratada. Sin eso, la vida se vuelve egoísta.
Dios te esta guiando a tí y a mí a una santidad del fin del tiempo. Nos está guiando a una profunda oración, a un profundo arrepentimiento y profunda preocupación por las almas y a reordenar nuestras prioridades.

Autor: Mark Finley. Pastor, evangelista, escritor, Director Mundial de Evangelismo y Vicepresidente de la Conferencia General de la Iglesia Adventista del 7mo. Día.
Reproducido de:
ojo adventista / artículos y libros: Divino Amor, la demora del advenimiento y la Misión de la Iglesia. Por Mark A. Finley