sábado, 24 de abril de 2010

EL INFIERNO II

"Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último; y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades". Apocalipsis 1:17,18
Continuando con la entrada anterior, veremos los otros pasajes bíblicos que se refieren al infierno a través de expresiones equivalentes.
No es la intención de lo que escribo polemizar sobre este tema tan sensible, sinó presentar los pasajes con la menor argumentación posible, para que con sinceridad cada quien saque sus propias conclusiones. No estoy interesado ni calificado para una exégesis profunda de cada término o pasaje pertinente de las Escrituras. Tan sólo intento hacer una lectura correcta de lo que dice la Palabra de Dios y expresar con humildad mis convicciones sobre este tema y la esperanza que me proporciona.
I- EL HADES
En la mitología griega, Hades (Plutón) era uno de los tres dioses mayores que junto a Zeus y Poseidón gobernaban el Olimpo, aunque este dios vivía mayormente en el inframundo o región a donde iban a parar los muertos. Posteriormente su nombre sirvió también para designar dicho lugar.
Al escribirse el Nuevo Testamento en griego, se usó mayormente esta expresión como traducción de la palabra hebrea Seol y significa básicamente sepulcro.
Veamos algunos de ellos:
  • Mateo 11:23 Y tú, Capernaum, que eres levantada hasta el cielo, hasta el Hades serás abatida; porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en ti, habría permanecido hasta el día de hoy.
  • Mateo 16:18 Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
  • Hechos 2:27 Porque no dejarás mi alma en el Hades, Ni permitirás que tu Santo vea corrupción.
  • Hechos 2:31 viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio corrupción.
  • Apocalipsis 6:8 Miré, y he aquí un caballo amarillo, y el que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía; y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra.
  • Apocalipsis 20:13,14 Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.
  • Lucas 16:23 Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno.
Solamente el último pasaje menciona al Hades como lugar de tormento, el resto equivale a decir la tumba o el sepulcro. Entenderlo de otro modo causaría un serio problema con el descenso de Cristo al Hades, es decir, a los infiernos (como reza literalmente el Credo Apostólico).
La parábola del rico y Lázaro sin embargo, cargada de elementos simbólicos como está, es un mal punto de apoyo para sentar doctrina (los buenos no van al cielo sinó al regazo de Abraham, por ejemplo).
Aunque hay con seguridad fuego y un tormento final, es necesario considerar el conjunto de los pasajes de las escrituras para arribar a una conclusión.
Las siguientes dos frases "fuego eterno" y "lago de fuego" completan el cuadro:
II- FUEGO ETERNO
  • Mateo 18:8 Por tanto, si tu mano o tu pie te es ocasión de caer, córtalo y échalo de ti; mejor te es entrar en la vida cojo o manco, que teniendo dos manos o dos pies ser echado en el fuego eterno.
  • Mateo 25:41 Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.
  • Judas 1:7 como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno.
El fuego eterno mencionado aquí es eterno pero sólo en sus consecuencias. Sodoma y Gomorra dejaron de arder apenas poco tiempo después de recibir los juicios divinos, cuando toda la materia se consumió, aunque su condenación sí permanecerá por la eternidad.
El diablo y sus ángeles sufrirán junto a los malvados el mismo castigo anticipado en el siguiente texto: "Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará... y no les dejará ni raíz ni rama... Hollaréis a los malos, los cuales serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies". Malaquías 4:1-3
Aquí claramente se menciona la aniquilación total de los malvados.
III- EL LAGO DE FUEGO
  • Apocalipsis 19:20 Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta… Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre.
  • Apocalipsis 20:10 Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.
  • Apocalipsis 20:14,15 Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.
El lago de fuego y azufre que arde eternamente se explica en el Apocalipsis como la "segunda muerte" donde el Hades mismo será lanzado.
En el capítulo 20 se presenta el juicio final luego del milenio que sigue a la venida de Jesús y se habla allí de dos resurrecciones. Dice expresamente que los malos no estarán vivos antes de ese momento y afirma sencillamente que su final sería breve y contundente :"de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió" (vs. 9).
La muerte en la Biblia es presentada como un sueño y el resultado de la muerte biológica es la total inconsciencia, la no existencia (ver Eclesiastés 9:5,6), seguida de la primera resurrección en la venida del Señor. 
La segunda muerte que ocurrirá luego de la segunda resurrección, la de los impíos, es por analogía la extinción completa y definitiva del pecador.
¿Y que entonces de expresiones como "por los siglos de los siglos" o "su gusano no muere y su fuego no se apaga"?
Aunque reconozco que no hay una respuesta fácil, entiendo que reflejan lo irremediable del castigo final.
De otro modo la mentira del Edén pronunciada por Satanás (no moriréis) resultaría ser verdad, al conferir al pecador la inmortalidad en medio de sufrimientos sin fin.
No... Dios dijo en el principio que el pecador moriría y eso es lo que sucede y lo que sucederá. El diablo no tiene razón, puesto que al sueño de la muerte biológica seguirá la muerte segunda que es la desaparición eterna del pecado y sus adherentes.
Esta desvirtuación del caracter divino apunta a negar la justicia y la misericordia del Señor.
Su castigo, su "extraña obra" es una muestra de su amor, por que se hará luego del juicio ante toda la presencia del universo y resultará en el fin de la agonía de toda la creación una vez y para siempre.
Nuestro Salvador, que tiene las llaves de la muerte es nuestra única esperanza, y nos dice: "no temas" yo he vencido y mi victoria es también tuya.
Surgirá de ese acto divino una nueva tierra y unos cielos nuevos en los que morará la justicia... por los siglos de los siglos.