jueves, 31 de diciembre de 2009

Isaías 52

EL MENSAJE ADVENTISTA DEL ANTIGUO TESTAMENTO

Los adventistas del 7º día basamos nuestro mensaje profético en toda la Biblia, tanto en el AT como en el NT. Pero reconocemos que los tres mensajes angélicos de Apocalipsis 14:6-12 son el fundamento de la comprensión de nuestra misión actual.
Entendemos que estos mensajes nos llaman a predicar a todo el mundo el evangelio eterno, el evangelio de la gracia redentora y la justificación por la fe, que incluye tanto la adoración al Creador como la restauración del mensaje del sábado. Nos advierte que Babilonia ha caído y que no debemos adorar a la bestia escatológica ni a su imagen, que representan la unión de la iglesia con el estado para imponerse sobre las conciencias de los hombres. El Apocalipsis también nos advierte que la última de las 7 iglesias, la de Laodicea, se aplica al tibio pueblo de Dios del tiempo del fin.
Pero, aun si no existiera el Apocalipsis o todo el Nuevo Testamento, podríamos tener la misma fe y las mismas doctrinas, contando con el respaldo  del Antiguo Testamento. Hay allí cientos de textos que nos muestran que, efectivamente, el mensaje que predicamos es "el evangelio eterno".
En el pasaje siguiente que se encuentra en Isaías 52 podemos encontrar estos elementos mencionados:
¡Despierta, Sión, despierta! ¡Revístete de poder! Jerusalén, ciudad santa, ponte tus vestidos de gala, que los incircuncisos e impuros no volverán a entrar en ti. ¡Sacúdete el polvo, Jerusalén! ¡Levántate, vuelve al trono! ¡Libérate de las cadenas de tu cuello, cautiva hija de Sión! Porque así dice el Señor omnipotente: «En tiempos pasados, mi pueblo descendió a Egipto y vivió allí; en estos últimos tiempos, Asiria los ha oprimido sin razón.» Y ahora —afirma el Señor—, ¿qué estoy haciendo aquí? Sin motivo se han llevado a mi pueblo; sus gobernantes se mofan de él. No hay un solo momento en que mi nombre no lo blasfemen Por eso mi pueblo conocerá mi nombre, y en aquel día sabrán que yo soy quien dice: "¡Aquí estoy!" » ¡Qué hermosos son, sobre los montes, los pies del que trae buenas nuevas; del que proclama la paz, del que anuncia buenas noticias, del que proclama la salvación, del que dice a Sión: «Tu Dios reina»! ¡Escucha! Tus centinelas alzan la voz, y juntos gritan de alegría, porque ven con sus propios ojos que el Señor vuelve a Sión. Ruinas de Jerusalén, ¡prorrumpan juntas en canciones de alegría! Porque el Señor ha consolado a su pueblo, ¡ha redimido a Jerusalén! El Señor desnudará su santo brazo a la vista de todas las naciones, y todos los confines de la tierra verán la salvación de nuestro Dios. Ustedes, que transportan los utensilios del Señor, ¡pónganse en marcha, salgan de allí! ¡Salgan de en medio de ella, purifíquense! ¡No toquen nada impuro! Porque así dice el Señor: «Ustedes fueron vendidos por nada, y sin dinero serán redimidos.» Pero no tendrán que apresurarse ni salir huyendo, porque el Señor marchará a la cabeza; ¡el Dios de Israel les cubrirá la espalda! Isaías 52:1-12 NVI
Aparecen aquí cuatro ideas fundamentales y cuatro exhortaciones.
Veamos las cuatro primeras:
  • La redención es gratuita: Se anuncia aquí el evangelio de la gracia. "De balde fuisteis vendidos; por tanto, sin dinero seréis rescatados". Isaías 52:1-3 RVA
  • Saber o conocer el nombre de Dios significa comprender su voluntad y confiar en él:  Dios siempre tuvo y todavía tiene un remanente elegido por gracia que vive por la fe en su nombre. Como en los días de Isaías, el nombre de Dios es blasfemado y como entonces, el se revelará y actuará por medio de "mi pueblo (que) conocerá mi nombre" Isaías 52:4-6.
  • Debemos publicar que Dios reina: Se nos llama a predicar el evangelio del juicio previo al advenimiento que concluirá con nuestra liberación, cuando Dios reine efectivamente sobre toda su creación. "!Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sion: !Tu Dios reina!... porque Jehová ha consolado a su pueblo, a Jerusalén ha redimido". Isaías 52:7-9 RVA
  • Salir de Babilonia implica purificación: La obra de la preparación para su venida, incluye la separación del mundo y la remoción de todo pecado conocido de nuestras vidas. "Apartaos, apartaos, salid de ahí, no toquéis cosa inmunda; salid de en medio de ella; purificaos los que lleváis los utensilios de Jehová. Isaías 52:10-12 RVA
Cuatro exhortaciones aparecen como imperativos en el texto correspondiente de la Nueva Versión Internacional:
  1. Despierta: ¡Despierta, Sión, despierta! ¡Revístete de poder!
  2. Libérate: ¡Sacúdete el polvo, Jerusalén! ¡Levántate, vuelve al trono! ¡Libérate de las cadenas de tu cuello, cautiva hija de Sión!
  3. Predica: ¡Qué hermosos son, sobre los montes, los pies del que trae buenas nuevas; del que proclama la paz, del que anuncia buenas noticias, del que proclama la salvación, del que dice a Sión: «Tu Dios reina»
  4. Purifícate: Ustedes, que transportan los utensilios del Señor, ¡pónganse en marcha, salgan de allí!  ¡Salgan de en medio de ella, purifíquense! ¡No toquen nada impuro!
Como creyentes en la segunda venida de Jesús, debemos despertarnos a la hora que se avecina, debemos liberarnos por su gracia del pecado que nos asedia, debemos predicar el evangelio sin importar el costo y permitir que el Espíritu nos santifique por completo.
¡Maranatha!

sábado, 26 de diciembre de 2009

PÍDEME, Y TE DARÉ POR HERENCIA LAS NACIONES

"Pídeme, y te daré por herencia las naciones, Y como posesión tuya los confines de la tierra". Salmos 2:8
Hace algunos años miré un mapa de la provincia de Formosa y  noté con tristeza que en la mayor parte del territorio no existían iglesias adventistas. Había un vacío que esperaba ser llenado desde hace mucho tiempo. Desde la localidad de Pirané hasta el límite oeste con la provincia de Salta no había ni siquiera una congregación o un grupo pequeño (ver mapa).
Sentí un deseo inmenso de que allí se encendieran las luces del evangelio. Sin duda habría allí hijos de Dios.
Se me ocurrió entonces preparar un plan sencillo para evangelizar esta zona. Leí libros, consulté la Biblia, oré mucho y luego volví a orar, pregunté a mis amigos, a líderes de la iglesia y a mi familia, y finalmente lo puse por escrito.
Quedaba ahora lo más difícil: ponerlo en acción.
Lo envié a Corrientes a la Asociación Argentina del Norte, sede de nuestro campo, para que los líderes vieran cómo implementarlo.
Confieso que tenía muy pocas expectativas, porque las prioridades y el avance del evangelio pasaban por otro lado, como yo bien sabía por haber participado en algunas juntas misioneras. Pero lo que sucedió a continuación me hizo ver lo que todos debiéramos saber: que Dios está al frente de su obra.
Los dirigentes vinieron a mi casa y demostraron sincero interés por el proyecto. Todos advertíamos claramente las dificultades que entrañaba el desafío. No había disponibilidad de recursos humanos ni económicos, así como tampoco había interesados en esa zona. A pesar de todo, el plan les pareció bueno y acordaron recorrer la zona para conocerla de primera mano.
Nuestro bondadoso Dios me mostró con claridad por medio de las circunstancias que se fueron sucediendo, que la obra de llevar el evangelio a todo el mundo no está en nuestras inseguras manos, ni depende de medios visibles.
Todo el oeste de Formosa tiene un clima extremadamente seco, casi desértico y muy caluroso. Pero donde no había nada, el desierto floreció. 

Encontraron allí, en un pueblo llamado Ingeniero Juárez, situado casi en el extremo oeste provincial un consagrado hermano, que soñaba como yo con una "gran iglesia" en ese lugar.
Comenzaron a tener interesados, pero necesitaban alquilar un salón para conferencias.
Se presentó en esos días en Corrientes una persona que venía de otra provincia de nuestro campo con un dinero para donar "en lo que hiciera falta para evangelismo" ¡Era justo lo que se necesitaba para el alquiler de un año!
Pronto hubo un grupo de 25 personas que se congregaban allí y fueron bautizados. El grupo creció y hacía falta ahora un templo.
Cuando sus hijos ponen los pies en el agua se abre camino en el mar, pero en este caso,  el poder de Dios  obró antes incluso de que hubiera en vista algún terreno; una persona del exterior donó el dinero para construir el templo.
Pregunto: ¿quién en el extranjero conocía siquiera ese lugar para interesarse por él?
¡Maravilloso Señor y Salvador tenemos!
 En menos de un año ya había un templo nuevo en esa localidad.
Luego comenzaron a suceder otros milagros, que hicieron que nuestro pastor se viese obligado a viajar los casi 500 km. desde nuestra capital hasta el nuevo lugar, cada vez con más frecuencia. Incluso en Ibarreta una familia llamó para ser bautizados sin haber sido instruidos por ningún pastor o laico. Pronto surgieron nuevos lugares, al punto que hoy hay allí cuatro localidades en donde se congrega un buen grupo de creyentes. Se formó un nuevo distrito que ya cuenta con su pastor y la obra continúa en progreso.
Cuando vi en el siguiente congreso  los cuatro nuevos puntos en el mapa, lloré de emoción.
Fui luego invitado por el pastor local a dirigir una semana de oración en un pequeño pueblo llamado Pozo del Tigre. Allí tuve el privilegio de ver con mis propios ojos lo que nuestro Padre Celestial está haciendo. Conocí a consagrados hermanos, como a la Sra. Pascuala, que nos alojó en su casa, quien por 25 años fue fiel al Señor en soledad en donde estaba, también rogando por tener un lugar donde adorar.

Este año se dedicó el templo de Juárez y el año que viene se cumplirán los 5 años del  plan que escribí.
Al volver a leerlo, encuentro que mi visión del asunto era demasiado limitada y que Dios obró de maneras maravillosas, como lo hace siempre, yendo muy por delante de nuestra pobre fe.
La obra de predicación sufre años de atraso, no porque no tengamos los medios o falten obreros. Quizá es por falta de sueños.
Soñemos  en grande. Soñemos con ver concluída la obra. Soñemos con su venida. Soñemos que con solo pedir Dios puede cumplir su promesa: "Pídeme, y te daré por herencia las naciones, Y como posesión tuya los confines de la tierra" Salmos 2:8

jueves, 24 de diciembre de 2009

BEBER DE LA FUENTE INAGOTABLE

Ayer fui a la iglesia para el culto de oración. Eramos TRES personas.
Me dolió ver tantos bancos vacíos y hubo tres cosas que pensé en ese momento:
  • ¿Dónde están los demás?
  • ¿Qué estarán haciendo?
  • ¿En qué soy responsable yo por ello? (porque es muy fácil repartir culpas)
En casos como el que comento (no con la intención de desanimar a nadie), generalmente salimos del paso diciendo: -"ya estamos dos o tres reunidos en su nombre", -"hay que contar los que vienen y no los que faltan", etc.
Pero lo cierto es que la reunión de oración es uno de los cultos más despoblados en la iglesia a la que asisto.
Escuché muchas veces disculpas sobre esto, incluso de personas sinceras, diciendo que "la mayoría trabaja", "tengo muchos problemas", "vivimos en una generación diferente", "los cultos son ¿aburridos?", "yo hago el culto en casa" y otras más que también mis lectores habrán escuchado.
Las culpas y las disculpas no son más que una reacción defensiva que utilizamos para no admitir el hecho de que estamos en falta.
Probamos entonces cambiar el formato del culto, los temas, el horario, etc., pero nada funciona, porque lo que tiene que cambiar no es el culto, sino los adoradores.
Dejar de interesarnos por la adoración no es un mal moderno; es una antiquisima cuestión espiritual que, como la fiebre, es un síntoma de un mal mayor; revela un problema con nuestras prioridades.
Dios lo planteó así en los días de Jeremías, que no son muy diferentes de los nuestros: "Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua". Jeremías 2:13
Cuando buscamos otras cosas y lo espiritual ya no nos satisface, cuando en nuestra agenda hay más prioridades mundanas que comunión con Dios y con nuestros hermanos, cuando nuestra conversación no gira en torno a lo celestial, solamente sucede porque hemos dejado a Dios de lado.
La consecuencia "lógica" de esa actitud es buscar satisfacer nuestra sed con alguna otra fuente.
Pero abrevar de las fuentes del mundo es una búsqueda no solo inútil sino además extremadamente tonta. Jamás otra cosa puede reemplazar la saciedad que provee Jesús por el Espíritu morando en nuestra vida.
¿De que fuente estamos bebiendo?
Recomiendo una: "En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba". Juan 7:37
Sumo a ello las palabras de Elena de White: "Cristo ha dicho: "Si alguno tiene sed, venga a mí y beba". ¿Habéis extinguido ya la fuente? No, porque es inextinguible. Podéis beber tan pronto como sintáis necesidad, y beber de nuevo. La fuente siempre está llena. Y una vez que hayáis bebido de esa fuente, no procuraréis apagar vuestra sed en las cisternas rotas de este mundo... No, porque habéis bebido de la corriente que alegra la ciudad de Dios. Entonces vuestro gozo será pleno, pues Cristo será en vosotros la esperanza de gloria". (Review and Herald, 15-3-1892).
¿Qué esperas para beber de la única fuente que realmente satisface?

martes, 22 de diciembre de 2009

SEÑOR DE LOS CIELOS QUE MUEVES LOS MUNDOS

Señor de los cielos que mueves los mundos
que todo lo abarcas en tu inmensidad,
¿acaso podría mi labio infecundo,
contar por los siglos tu eterna bondad?

¿Qué es en tu presencia, Dios omnipotente,
el hombre, su gloria, su vano esplendor,
si sus días pasan cual raudo torrente
y desaparecen cual débil vapor?

¡Ah si! Yo comprendo que soy impotente
y que mi existencia cual sombra se va,
por eso contrito inclino mi frente
ante tu grandeza Señor, Jehová.

Otro año ya ostenta sus galas de rosa
y altivo se acerca con paso veloz
haz, oh, Señor mío, que tu faz gloriosa
alumbre mi senda, que escuche tu voz.

 Autor anónimo

LUGARES ALTOS

Treinta y cinco de los cuarenta y un años del reinado de Asa tuvieron buen registro, haciendo él lo que era agradable a Dios. Incluso le concedió el Señor la victoria sobre Zera, un etíope que tenía un descomunal ejército con 300 carros y un millón de hombres.
Luego de esa victoria se relata: "Vino el Espíritu de Dios sobre Azarías hijo de Obed,
y salió al encuentro de Asa, y le dijo: Oídme, Asa y todo Judá y Benjamín: Jehová estará con vosotros, si vosotros estuviereis con él; y si le buscareis, será hallado de vosotros; mas si le dejareis, él también os dejará. Muchos días ha estado Israel sin verdadero Dios y sin sacerdote que enseñara, y sin ley; pero cuando en su tribulación se convirtieron a Jehová Dios de Israel, y le buscaron, él fue hallado de ellos. En aquellos tiempos no hubo paz, ni para el que entraba ni para el que salía, sino muchas aflicciones sobre todos los habitantes de las tierras. Y una gente destruía a otra, y una ciudad a otra ciudad; porque Dios los turbó con toda clase de calamidades. Pero esforzaos vosotros, y no desfallezcan vuestras manos, pues hay recompensa para vuestra obra". 2º Crónicas 15:1-7
Aparecen aquí algunos principios del trato de Dios con su pueblo:
  • Cuando lo buscamos con sinceridad de corazón lo encontraremos. Él desea ser hallado por sus hijos.
  • El pecado de los que se desvían trae seguras y trágicas consecuencias.
  • Pero cuando respondemos con verdadero arrepentimiento, Dios vuelve a fojas cero con nosotros. Nos anima a continuar sin reproches y sin tomar en cuenta nuestros errores pasados.
"Cuando oyó Asa las palabras y la profecía del profeta Azarías hijo de Obed, cobró ánimo, y quitó los ídolos abominables de toda la tierra de Judá y de Benjamín, y de las ciudades que él había tomado en la parte montañosa de Efraín; y reparó el altar de Jehová que estaba delante del pórtico de Jehová. Después reunió a todo Judá y Benjamín, y con ellos los forasteros de Efraín, de Manasés y de Simeón; porque muchos de Israel se habían pasado a él, viendo que Jehová su Dios estaba con él. Se reunieron, pues, en Jerusalén, en el mes tercero del año decimoquinto del reinado de Asa. Y en aquel mismo día sacrificaron para Jehová, del botín que habían traído, setecientos bueyes y siete mil ovejas". 2º Crónicas 15:8-11
La consecuencia lógica de buscar al Señor se traduce en un reavivamiento y una reforma. Esto no puede ser pasado por alto por los verdaderos hijos de Dios, como sucedió en los días de Asa. Los que querían seguir siendo fieles en el reino apóstata de Israel (es decir, en Samaria), se pasaron al reino de Judá.
De la misma manera pasará en el tiempo del fin, cuando todos los sinceros de corazón, estén donde estén, se volverán a la iglesia que guarda los mandamientos de Dios y tiene la fe de Jesús, para que por fin haya un solo rebaño y un solo Pastor.
"Entonces prometieron solemnemente que buscarían a Jehová el Dios de sus padres, de todo su corazón y de toda su alma; y que cualquiera que no buscase a Jehová el Dios de Israel, muriese, grande o pequeño, hombre o mujer. Y juraron a Jehová con gran voz y júbilo, al son de trompetas y de bocinas.Todos los de Judá se alegraron de este juramento; porque de todo su corazón lo juraban, y de toda su voluntad lo buscaban, y fue hallado de ellos; y Jehová les dio paz por todas partes. Y aun a Maaca madre del rey Asa, él mismo la depuso de su dignidad, porque había hecho una imagen de Asera; y Asa destruyó la imagen, y la desmenuzó, y la quemó junto al torrente de Cedrón. Con todo esto, los lugares altos no eran quitados de Israel, aunque el corazón de Asa fue perfecto en todos sus días". 2º Crónicas 15:12-17
Ellos se alegraron de su juramento y lo hicieron sinceramente. Buscaron a Dios "de todo su corazón y de toda su alma".
Pero eso los llevó a ellos, y nos llevará también a nosotros, a hacer cambios decididos. Tendremos que modificar hábitos, derribar todos nuestros ídolos y hasta desfraternizar líderes si es necesario. La consagración, la reforma y el reavivamiento tienen siempre un elevado precio.
El capítulo finaliza con un tono triste. La reforma no fue completa y los lugares altos permanecieron. Fue así que el rey y el pueblo volvieron a caer en el pecado. Asa acabó sus días sin el auxilio divino del que había gozado, por no tener en cuenta a Dios.
Los  que vivimos en los últimos días no podemos darnos ese lujo. Todo pecado debe ser confesado y abandonado. Todo mal rasgo de carácter debe ser subyugado. Toda inclinación del corazón debe entregarse a Dios. No puede haber un lugar alto que destrone a Jesús en nuestro corazón.
¿Cómo?
De la misma manera en que lo hicimos por primera vez cuando conocimos al Salvador. De la misma forma en que lo hizo el pueblo de Dios en los días de Asa: Poniendo TODO el corazón y TODA la voluntad en ello.
Hagámoslo hoy.

lunes, 21 de diciembre de 2009

RESOLUCIONES PARA EL AÑO NUEVO

Una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está adelante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto también os lo revelará Dios. Fil. 3: 13-15.

Ayer fue Navidad. ¿Hicieron como los sabios que ofrecieron sus dones a Jesús? ¿O cambió el enemigo el orden de las cosas, haciendo que la adoración se dirigiera hacia él?
Los regalos se otorgan ahora a los amigos en vez de ofrendarlos a quien hizo un sacrificio tan grande por nosotros. Todos los regalos debieran fluir hacia otro canal, donde puedan ser usados en la salvación de los hombres.
El nuevo año está delante de nosotros. ¿No debieran los regalos ser colocados en una cuenta mejor que en la que los depositaron ahora? ¿No debiéramos confesar y apropiarnos de la sangre de Cristo, quien está dispuesto a limpiarnos de todo pecado? Fue por nosotros que Cristo se hizo pobre.
En el gran día final seremos juzgados por lo que hicimos. Cristo dirá: "Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis. Entonces también ellos les responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos?" (Mat. 25: 42-44). Cristo dirá entonces: "En cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeñitos, tampoco a mí lo hicisteis" (vers. 45). Y añadirá: "Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles" (vers. 41).
Cristo vino y dejó un ejemplo de sacrificio y, si somos de Cristo, haremos sus obras. En vez de agradarnos a nosotros mismos, buscaremos hacer el bien a otros e impartir beneficios a la humanidad sufriente. A menos que lo hagamos, no podemos esperar tener parte con Cristo.
Hay almas que salvar en todo nuestro derredor. Cada uno debe hacer una obra de reconciliación con Cristo. Esta es la obra que debemos emprender en el nuevo año. Estamos viviendo para el tiempo y la eternidad. Deseamos que la luz brille sobre nuestro sendero, y deseamos extender sus bendiciones a otros. La única forma de ser representantes de Cristo es amándonos los unos a otros. Si reflejamos su imagen, cuando entremos por las puertas en la ciudad, se nos dirá: "Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu Señor" (Mat. 25: 21).
Esforcémonos por tener un registro mejor en el año venidero, y por vivir tan cerca de Dios que podamos estar rodeados con la atmósfera del cielo, y ser así representantes de Cristo (Manuscrito 60, del 26 de diciembre de 1886, sermón predicado en el salón Municipal de Tramelan, Suiza).

domingo, 20 de diciembre de 2009

DIOS NO HIZO NADA POR ÉL

En la entrada anterior vimos como Jonatán hijo de Saúl obtuvo una gran victoria sobre los filisteos. Su fe lo impulsó a avanzar en una empresa que humanamente estaba condenada al fracaso. Pero Dios honra a los que le honran.
El caso de su padre fue diferente: "Y Saúl consultó a Dios: ¿Descenderé tras los filisteos? ¿Los entregarás en mano de Israel? Mas Jehová no le dio respuesta aquel día".  1º Samuel 14:37
El Señor promete contestar nuestras oraciones, y cumple con lo que prometió; pero en este caso no hizo nada por él.
¿Por qué fue que Saúl no recibió respuesta?
Veamos los pasos que llevaron a este hombre que una vez fue grandemente honrado por Dios y por todo el pueblo a caer de manera tan categórica:
  1. Al finalizar el primer año de su reinado, después de vencer a los amonitas, Saúl confió en sus propias fuerzas para pelear contra los filisteos
  2. Al ver que el pueblo desertaba, ofreció sacrificios, cometiendo así un pecado doble; demostró impaciencia hacia Dios y además usurpó las funciones de sacerdote.
  3. Cuando los filisteos huyen delante de Jonatán, llama al sacerdote para que traiga el arca a fin de consultar a Dios, pero luego considera que no hace falta. Evaluó humanamente la situación y consideró que podía vencer sin necesidad de consultar al Todopoderoso.
  4. A todo esto le añadió una prueba inventada por él mismo para satisfacer su ego: Pero los hombres de Israel fueron puestos en apuro aquel día; porque Saúl había juramentado al pueblo, diciendo: Cualquiera que coma pan antes de caer la noche, antes que haya tomado venganza de mis enemigos, sea maldito. Y todo el pueblo no había probado pan. (vs. 24)
  5. Finalmente estuvo dispuesto a matar a su propio hijo para mantener su voto, y lo hubiera hecho de no ser por el pueblo:"Entonces Saúl dijo a Jonatán: Declárame lo que has hecho. Y Jonatán se lo declaró y dijo: Ciertamente gusté un poco de miel con la punta de la vara que traía en mi mano; ¿y he de morir? Y Saúl respondió: Así me haga Dios y aun me añada, que sin duda morirás, Jonatán. Entonces el pueblo dijo a Saúl: ¿Ha de morir Jonatán, el que ha hecho esta grande salvación en Israel? No será así. Vive Jehová, que no ha de caer un cabello de su cabeza en tierra, pues que ha actuado hoy con Dios. Así el pueblo libró de morir a Jonatán". (vs. 43-45)
Saúl se convirtió así en un claro ejemplo del que procura ser justificado por sus obras independientemente de Dios, en agudo contraste con el fiel Jonatán.
  • La fe de Jonatán era una fe que obra por amor y produce salvación. Las obras de Saúl eran fruto de la presunción que es la falsificación satánica de la fe.
  • Uno actuó dependiendo de Dios y el otro dependía de sí mismo para la victoria.
  • El hijo esperó señal del Señor para actuar y el padre no esperó ni siguió nada más que su propio criterio.
  • Finalmente, la respuesta que recibió Jonatán fue un despliegue maravilloso del poder divino y la respuesta para Saúl fue el silencio.
Dios no hizo nada por él porque, como dijo el salmista: "Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, el Señor no me habría escuchado". Salmos 66:18
Si queremos que Dios haga algo por nosotros, obremos las obras de la fe como Jonatán, desconfiando de nosotros mismos.

sábado, 19 de diciembre de 2009

QUIZÁ DIOS HAGA ALGO

¡¡¡¡¡Que alguien haga algo!!!!!
En situaciones desesperadas, todos desean que alguien actúe. Los hijos miran a sus padres, los alumnos a sus maestros y los pueblos todos de la tierra miran a sus líderes con corazones angustiados, deseando que las cosas tuerzan su rumbo caótico y descendente.
El aumento de la violencia, la crisis moral, el cambio climático, el hambre y la pobreza; todos estos temas, por mencionar apenas algunos pocos, esperan imperativamente una solución.
Vanamente, sin embargo, ponen éstos su esperanza en el auxilio humano. Largamente hemos sobrepasado la capacidad de solucionar los problemas de todo tipo que sufre la humanidad, quedó ya muy atrás el punto sin retorno.
Este estado de cosas, alcanza dolorosamente también a la iglesia cristiana. Por todos lados crece la sensación de que si no se hace algo con celeridad, los principios bíblicos y morales que nos sostienen caerán sin remedio, uno tras otro, borrados por la creciente ola de impiedad y mundanalidad circundante.
Tenemos sin embargo que ser cuidadosos al intentar proveer soluciones, porque en el afán de ayudar podemos ser de bendición o, por el contrario, empeorar las cosas por obrar con apresuramiento. En la Biblia hay una interesante historia muy aleccionadora a este respecto:
Los filisteos dominaban completamente al pueblo de Israel en los comienzos del reinado de Saúl, al punto que la mayoría estaba escondida en cuevas y otros se habían pasado a sus enemigos para sobrevivir. Se les negaba el acceso a la vital tecnología del hierro y solo Saúl y su hijo Jonatán poseían espadas.
El abuso de los invasores era tal que éste último decidió hacer algo: "Dijo, pues, Jonatán a su paje de armas: Ven, pasemos a la guarnición de estos incircuncisos; quizá haga algo Jehová por nosotros, pues no es difícil para Jehová salvar con muchos o con pocos.  Y su paje de armas le respondió: Haz todo lo que tienes en tu corazón; ve, pues aquí estoy contigo a tu voluntad". 1 Samuel 14:6,7
Hay una enorme diferencia entre una expresión de deseos y el "quizá" de Jonatán.
No es una palabra nacida de la duda, sino una manifestación de fe madura, con carencia absoluta de presunción; sabía que cualquiera fuera el resultado, Dios estaba con él. Su escudero fue contagiado por su intrepidez al punto de acompañarlo en una empresa a todas luces imposible.
Para asegurarse de la dirección divina pidió una señal que volvía todavía más difícil la acometida: atacaría en el caso de que sus enemigos le invitaran a subir la montaña hacia ellos.
Tenía todas las posibilidades en contra. Con solo una espada, teniendo inferioridad numérica, debiendo trepar con manos y pies rumbo a la guarnición filistea, era improbable que pudiera hacer algo. Pero su confianza estaba puesta en el Dios de los imposibles.
Su fe fue honrada y el resultado excedió sobremanera su valeroso esfuerzo. Uno a uno sus enemigos cayeron frente a él y reinó la confusión entre los filisteos. La tierra tembló y sus adversarios se mataron unos a otros.
Esto tuvo su impacto en el resto de Israel: "Y juntando Saúl a todo el pueblo que con él estaba, llegaron hasta el lugar de la batalla; y he aquí que la espada de cada uno estaba vuelta contra su compañero, y había gran confusión. Y los hebreos que habían estado con los filisteos de tiempo atrás, y habían venido con ellos de los alrededores al campamento, se pusieron también del lado de los israelitas que estaban con Saúl y con Jonatán. Asimismo todos los israelitas que se habían escondido en el monte de Efraín, oyendo que los filisteos huían, también ellos los persiguieron en aquella batalla. Así salvó Jehová a Israel aquel día". 1º Samuel 14:20-23
En este relato vemos un microcosmos del pueblo de Dios en el tiempo del fin:
  • Jonatán representa a los líderes del pueblo de Dios, los que están en el frente de batalla.
  • Su escudero a los que, aunque no son líderes ejercen con entera consagración el don divino de ayudar.
  • Los israelitas escondidos en cuevas a aquellos que, aunque temerosos en su fe, pueden ser animados a unirse a la batalla por Emmanuel.
  • Los que se habían pasado al enemigo, simbolizan a los que como Pedro volverán de haber negado al Salvador para ponerse decididamente de su parte
¿Y Saúl? De él nos ocuparemos en la entrada siguiente.
En conclusión, la historia de Jonatán demuestra que Dios espera que actuemos, no con la infatuación de que somos nosotros quienes vamos a corregir los males de su pueblo, sino con la humilde confianza de un niño que se aferra del poder y la promesa del Padre:¿"Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros"? Romanos 8:31

domingo, 13 de diciembre de 2009

ENGAÑOS DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS

Cuando Jesús les presentó a sus discípulos las señales de su venida, lo primero que les advirtió fue: "Mirad que nadie os engañe" Mateo 24:4.
Tal vez esa sea la señal definitiva de su venida. En nuestro mundo sopla todo viento de doctrinas engañosas llenando de confusión las mentes de la mayoría en cuanto a la verdad. .
En estos párrafos que voy a compartir (y que eximen de todo comentario), escritos hace muchos años con profética visión, se anticipa lo que hoy es clara realidad en la iglesia:
"Antes que ocurran los acontecimientos finales de la obra de la apostasía, habrá una gran confusión en lo que concierne a la fe. No habrá conceptos claros y definidos con respecto al misterio de la Divinidad. Una verdad tras otra se irá corrompiendo.
Después que la verdad haya sido proclamada por testimonio a todas las naciones, comenzará a actuar todo medio concebible de maldad, y las mentes serán confundidas por muchas voces que clamarán: "¡He aquí el Cristo! ¡Helo allí ! ¡Esta es la verdad! Yo tengo el mensaje de Dios; él me ha enviado con gran luz". Entonces se removerán los hitos y se tratará de derribar las columnas de nuestra fe... En el futuro surgirán engaños de toda clase, y necesitaremos tierra firme para nuestros pies. Necesitamos sólidas columnas para el edificio. Ni un alfiler ha de quitarse de lo que el Señor ha establecido. El enemigo introducirá falsas teorías, como la doctrina de que no existe el santuario. Este es uno de los puntos en que algunos se apartarán de la fe. Habrá sueños falsos y visiones espurias, que tendrán una parte de verdad, pero que alejarán de la fe original. El Señor ha dado una regla para detectarlos: "¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido". A medida que nos acerquemos al tiempo de el fin, el error estará tan mezclado con la verdad que solo los que cuenten con la dirección del Espíritu Santo podrán distinguir al uno de la otra. Debemos hacer todo esfuerzo que sea necesario para mantenemos en el camino del Señor. En ningún caso debemos apartamos de su conducción para depositar nuestra confianza en el hombre. Los ángeles del Señor tienen orden de vigilar estrictamente a los que confían en el Señor, y ellos han de ser nuestro especial auxilio en todo tiempo de necesidad. Cada día debemos ir al Señor en plena certidumbre de fe y acudir a él en procura de sabiduría... Los que sean guiados por la Palabra de Dios discernirán con seguridad entre el error y la verdad, entre el pecado y la justicia". ¡Maranata: El Señor Viene! Página 190
¿Caerá la iglesia? ¡De ninguna manera! El gran Pastor de las ovejas cuida su rebaño y nadie puede arrebatar las ovejas de su mano. Estaremos más que seguros en él.
Pero los engaños del tiempo final sorprenderán a miles sin la única guía segura, el Espíritu Santo; serán entrampados los que "no recibieron el amor de la verdad para ser salvos" (2º Tesalonicenses 2:8-12)
¿Cómo estarás tu en ese día ?

Si…

Esta poesía la aprendí en la secundaria y me gusta mucho, porque aunque tiene un enfoque humanista, describe el carácter que debería tener un hijo de Dios.

Si…

SI puedes conservar tu cabeza, cuando a tu rededor
todos la pierden y te cubren de reproches;
Si puedes tener fe en ti mismo, cuando duden de ti
los demás hombres y ser igualmente indulgente para su duda;
Si puedes esperar, y no sentirte cansado con la espera;
Si puedes, siendo blanco de falsedades, no caer en la mentira,
Y si eres odiado, no devolver el odio; sin que te creas,
por eso, ni demasiado bueno, ni demasiado cuerdo;

SI puedes soñar sin que los sueños, imperiosamente te dominen;
Si puedes pensar, sin que los pensamientos sean tu objeto único;
Si puedes encararte con el triunfo y el desastre, y tratar
de la misma manera a esos dos impostores;
Si puedes aguantar que a la verdad por ti expuesta
la veas retorcida por los pícaros,
para convertirla en lazo de los tontos,
O contemplar que las cosas a que diste tu vida se han deshecho,
y agacharte y construirlas de nuevo,
aunque sea con gastados instrumentos

SI eres capaz de juntar, en un solo haz, todos tus triunfos
y arriesgarlos, a cara o cruz, en una sola vuelta
Y si perdieras, empezar otra vez como cuando empezaste
Y nunca mas exhalar una palabra sobre la perdida sufrida
Si puedes obligar a tu corazón, a tus fibras y a tus nervios,
a que te obedezcan aun después de haber desfallecido
Y que así se mantengan, hasta que en ti no haya otra cosa
que la voluntad gritando: “¡persistid, es la orden!”

SI puedes hablar con multitudes y conservar tu virtud,
o alternar con reyes y no perder tus comunes rasgos;
Si nadie, ni enemigos, ni amantes amigos,
pueden causarte daño;
Si todos los hombres pueden contar contigo,
pero ninguno demasiado;
Si eres capaz de llenar el inexorable minuto,
con el valor de los sesenta segundos de la distancia final;
Tuya será la tierra y cuanto ella contenga
Y -lo que vale más- ¡serás un hombre hijo mío!


Rudyard Kipling.

sábado, 12 de diciembre de 2009

PERDIDOS

En los medios de comunicación de mi país se siguió ansiosamente por 24 días una triste noticia. Una familia entera desapareció y no podían ser hallados. En seguida se tejieron hipótesis, a la cual más imaginativa, de los móviles de la desaparición. Corrieron muchos rumores de haberlos visto aquí y allá.
Toda la opinión pública y el periodismo estaban pendientes del caso. Finalmente, sus cuerpos sin vida y su automóvil volcado fueron encontrados al costado de una carretera, tapados por las malezas. Hasta la fecha no se sabe con certeza que sucedió con ellos.
Alguno podría pensar que es otro hecho más de los que a diario pueblan los titulares de la prensa. Ciertamente al día de hoy día nos hemos vuelto casi insensibles al dolor, la tragedia y la muerte, tan familiares nos resultan. Ya estamos acostumbrados a verlos y en tanto les suceda a otros...
Trato de imaginar a través de este lamentable incidente cómo habrá sido el día en que se conoció la caída de Adán y Eva.
Qué medios vinculan a los habitantes del universo o de qué forma se enteran de lo que pasa aquí no lo sé, lo que sí es seguro es que la noticia debe haber corrido con un impacto terrible y desolador. Oleadas de dolor por los perdidos integrantes de la primer familia humana deben haber llenado las cortes del cielo, con muchas más lágrimas de las que pudo haber arrancado el caso que citaba al principìo.
El lamento más grande, sin embargo no vino de ninguna criatura, sino del Creador mismo por sus hijos extraviados.
Resulta imposible describir lo que Dios siente por los pecadores. Pero siendo él más sabio que nosotros y conociendo el fin desde el principio, vio con una tristeza inefable la tremenda estela de dolor y sufrimiento que la iniquidad dejaría a su paso.
El mismo hecho de convivir día a día con el mal nos incapacita para discernir lo terrible de su carácter, de la misma forma en que las personas que viven en los basurales ya no perciben la podredumbre y el nauseabundo hedor que les rodea.
Por no captar la terrible realidad del pecado, de lo definitivo de su condición; no somos conscientes de la desesperada necesidad que tenemos del remedio que podría curar nuestro mal. El profeta se hacía eco del angustioso clamor de Dios cuando preguntaba: "¿No hay bálsamo en Galaad? ¿No hay allí médico? ¿Por qué, pues, no hubo medicina para la hija de mi pueblo?" Jeremías 8:22
¿Entiendo yo lo que es estar perdido? ¿Lo entiendes tú?
No, no creo que comprendamos cabalmente lo que significa la perdición, porque sino nuestra actitud y por consiguiente la actitud de la iglesia serían completamente distintas a las de hoy.
La iglesia no debe parecerse a una alegre muchachada que goza de la mutua compañía mientras olvida a los que están fuera; debe considerarse la agencia de salvación que pone a la vista de todos el bálsamo de Galaad, nuestro señor Jesucristo.
Tristemente, sin embargo, escasean hoy los que sienten como propio el dolor de Dios por los perdidos, los que son capaces de sacrificarlo todo por buscar al pecador y llevarlo a los pies de Jesús.
Recordemos que "Todo el cielo está interesado en la obra de salvar a los perdidos. Los ángeles velan con sumo interés para ver quién dejará a las noventa y nueve y saldrá en la tempestad, la tormenta y la lluvia al árido desierto para buscar la oveja perdida. Los perdidos están en todas partes a nuestro alrededor, pereciendo y tristemente abandonados. Pero son valiosos para Dios, porque constituyen la adquisición hecha por la sangre de Cristo" (Review and Herald, 30 de junio, 1896)
Esto tiene un costo: "El amor hacia las almas por las cuales Cristo murió significa crucificar al yo. El que es hijo de Dios debe desde entonces considerarse como eslabón de la cadena arrojada para salvar al mundo. Es uno con Cristo en su plan de misericordia y sale con él a buscar y salvar a los perdidos. El cristiano ha de comprender siempre que se ha consagrado a Dios y que en su carácter ha de revelar a Cristo al mundo. La abnegación, la simpatía y el amor manifestados en la vida de Cristo han de volver a aparecer en la vida del que trabaja para Dios". El Deseado de Todas las Gentes pag. 417
¿Llena tu alma con vivo interés la pasión por "buscar y salvar lo que se había perdido"?

viernes, 4 de diciembre de 2009

ACRÓSTICO

Poema acróstico que escribí en la escuela para niños de 2do. de primaria con el lema del año. Vale para recordar que la victoria solamente es posible al lado de Jesús.


Venimos hoy a contarles
Esta historia que trae luz
Nosotros aquí en la escuela
Conocimos al buen Jesús
En su Palabra aprendimos
Del grande Dios Creador
Obra somos de su amor
Redimidos del error

Jesús maestro brillante
Único y fiel Salvador
Nuestro amigo más constante
También nuestro protector
Ofreció su vida por mí

Al enemigo malvado

Jesús en la cruz venció
En los cielos intercede
Señales anuncian ya
Un día que cerca está
Su amor nos rescatará

WILLY GROSSKLAUS

PADECIMIENTOS

"Pero como las chispas se levantan para volar por el aire, Así el hombre nace para la aflicción". Job 5:6
Estas son las sombrías palabras de un hombre golpeado contundentemente por el dolor y la desgracia. Desde su punto de vista el sufrimiento es una constante en la vida; un destino compartido de la humanidad caída.
Podríamos pensar que eso no es así; que Job expresaba estos sentimientos negativos solo porque estaba deprimido por causa de su desgracia.
Debemos reconocer que en la vida también hay momentos luminosos y que hay muchas personas que al parecer no sufren como los demás.
Lo cierto es que en la Biblia se presentan ambos cuadros: el de los justos que prosperan "como árbol plantado junto a corrientes de aguas" (Salmos 1:3) y de los santos que padecen y son despojados de todo, incluso de su vida, por causa de su fe.
(Dejo de lado intencionalmente los sufrimientos que vienen por nuestras decisiones y nuestra conducta equivocadas).
¿Cómo armonizar estas dos realidades contrastantes?
Se podrían comparar estos pasajes bíblicos con fotografías. Al mirarlas solamente vemos un instante congelado en el tiempo, en que las personas o el paisaje no se mueven ni cambian, los estados de ánimo no varían. Todo está estático.
Pero la vida se parece más bien a un vídeo, donde los cuadros cambian de continuo y podemos apreciar el desarrollo de los acontecimientos.
Habrá momentos de nuestra vida en que nuestro Señor en su sabiduría nos proporcionará salud, prosperidad y paz, muy cercanos a otros (acaso más frecuentes) en los cuales las sombras cubrirán nuestra existencia al punto de parecer que El nos desamparó.
Pero Dios no es negligente ni azaroso. Todo lo hace con un propósito.
El apóstol Pedro lo expresó así: "Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría. Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros". 1 Pedro 4:12-14
No deben considerarse los padecimientos como rarezas o impedimentos en nuestras vidas, sino como fuente de gozo ¿Lo vemos así?
Acerca de Pablo,  Dios dijo también: "porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre". Hechos 9:15
¿Hay padecimientos "necesarios"?
Uno hasta se rebela contra pensamientos de ese tipo, no son para nada agradables; pero como cristianos debemos entender que los hay. Sin duda.
Algunos son necesarios para perfeccionar nuestro carácter, otros para dar testimonio de nuestra fe ,para la gloria del evangelio y aún otros en los cuales no alcanzaremos a percibir con claridad para qué sirven.
Pero basta recordar las experiencias de hombres como Job o Juan el bautista. Sus sufrimientos, que bien podemos calificar de inmerecidos, fueron necesarios no para ellos, sino para alentarnos a nosotros a lo largo de los siglos.
¡A cuantos hijos de Dios que pasaban por pruebas severas sostuvieron los ejemplos de aquellas santas vidas!
Hasta que el conflicto entre la verdad y el error finalice y Satanás sea definitivamente destruido, hemos de padecer, no por causa de Dios sino del enemigo. No constituye una desgracia, sino  nuestro mayor y más elevado privilegio sufrir por causa del evangelio.
Es la forma en que se muestra la justicia de Dios, también la manera en que nuestra lealtad a su gobierno se evidencia al universo para seguridad eterna.
Jesús nos prometió: "No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida".Apocalipsis 2:9-11
La promesa es segura. Aferrémonos a ella.

sábado, 28 de noviembre de 2009

ES LA RIQUEZA Y ENTRE PAJAS NACE

Es la riqueza y entre pajas nace,
es la justicia, y entre reos muere,
es la fuerza suma y ruega por quien le hiere,
es vida eterna y sucumbir le place.
No hay pecho atribulado que él no abrace
no hay alma rezagada a quien no espere
no hay virtud que en su ser no reverbere
no hay contrición que su bondad rechace.
Perlas le brinda el mar; la tierra, flores
la aurora bellas nubes purpurinas
los astros, inmortales resplandores.
Tersa alfombra las aguas cristalinas
música, los alegres ruiseñores,
y el hombre, hiel y cruz, clavos y espinas.

 Alejandro Nieto

BUSCANDO A DIOS DE CORAZÓN

Desde el triste momento en que Adán pecó, Dios manifestó un interés insaciable por rescatar a cada uno de nosotros, sus extraviados hijos. "El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente". Santiago 4:5
Desea angustiosamente (¿cómo explicar los sentimientos de Dios?), reunirnos nuevamente con el resto de su creación y con él mismo. Para lograr atraernos hacia sí, puso en lo más íntimo de cada corazón humano una sensación de hambre de lo divino y trascendente que jamás podrá ser llenada con ningún atractivo que el mundo pueda ofrecer.
Ni el poder, el sexo, el dinero o la aprobación popular sacian de verdad (cosas que la mayoría busca). No existen bienes materiales, afectos humanos o placeres de la carne que nos puedan dar más que algunos momentos de dudosa y fugaz felicidad. Luego volvemos a quedar tan vacíos como antes.
Después de siglos de alienación de Dios, esa sensación se agudizó al punto en que el hambre por él es desesperante. Paradójicamente, la mayoría de los hambrientos no lo sabe y sigue intentando saciar su hambre y sed de su presencia con pura vanidad, como dijo el sabio Salomón.
Vivimos en una época de acentuado frenesí, corriendo para llegar a
ninguna parte, llenando nuestra agenda con prisas auto impuestas y
sobrecargándonos con exigencias cada vez mayores. El asunto es no detenerse jamás.
Hay que aprovechar esa oportunidad de negocios, hay que hacer ese viaje, hay que ver esa película o asistir a esa fiesta...
Corremos y corremos para buscar satisfacción y cuando alcanzamos nuestros objetivos, caemos en la cuenta de que lo que tanto anhelábamos no nos llena y que todavía hay algo mejor que alcanzar. Lo que logramos acumular lo cargamos en cisternas rotas que no retienen agua.
Solo una cosa y ninguna otra puede llenar de verdad la hondura del espantoso vacío interior: nuestro maravilloso Salvador.
"Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás". Juan 6:35.
Encontrarse con Jesús es al mismo tiempo el clímax y el comienzo de la vida cristiana, la vida verdadera y abundante. Hallamos la fuente que sacia por completo, pero volvemos diariamente a beber de ella, deseando más cada día.
Pero es bueno advertir que en la búsqueda de Dios hay varios niveles y varios resultados, determinados todos por la motivación del buscador.
  • Cuando buscamos por primera vez a Dios con sinceridad y arrepentimiento por nuestros pecados, nunca nos dejará volver vacíos, puesto que es el Espíritu mismo quien alienta este deseo. "Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; Y salva a los contritos de espíritu". Salmos 34:18
  • Cuando buscamos a Dios después de un período de negligencia en nuestra vida espiritual, encontrarlo nos llevará algún tiempo y una buena dosis de angustia, como les pasó a María y José cuando perdieron de vista a Jesús en Jerusalén. (ver Lucas 2:41-48)
  • Cuando la búsqueda se hace con insinceridad de corazón, buscando ser librados de nuestros problemas, pero sin verdadero arrepentimiento, no lo encontraremos. "Entonces me llamarán, y no responderé; Me buscarán de mañana, y no me hallarán". Proverbios 1:28
¿Deseamos de veras encontrar al Señor?
Hagamos nuestra la declaración del salmista: "¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti?  Y fuera de ti nada deseo en la tierra. Mi carne y mi corazón desfallecen; mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre. Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán; tú destruirás a todo aquel que de ti se aparta. Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien; he puesto en Jehová el Señor mi esperanza, para contar todas tus obras". Salmos 73:25-28

viernes, 27 de noviembre de 2009

ENFRENTAMOS UNA CRISIS

¡Ay del día! porque cercano está el día de Jehová, y vendrá como destrucción por el Todopoderoso. (Joel 1: 15).


"Al unir un eslabón con otra en la cadena de los acontecimientos, desde la eternidad pasada a la eternidad futura, las profecías que el gran YO SOY dio en su Palabra nos dicen dónde estamos hoy en la procesión de los siglos y lo que puede esperarse en el tiempo futuro. Todo lo que la profecía predijo como habiendo de acontecer hasta el momento actual, se lee cumplido en las páginas de la historia, y podemos tener la seguridad de que todo lo que falta por cumplir se realizará en su orden.
Hoy las señales de los tiempos declaran que estamos en el umbral y de acontecimientos grandes y solemnes. En nuestro mundo, todo está en agitación. Ante nuestros ojos se cumple la profecía por la cual el Salvador anunció los acontecimientos que habían de preceder su venida: "Y oiréis guerras, y rumores de guerras. . . Se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares" (Mat. 24: 6, 7).
El momento actual es de interés abrumador para todos los que viven. Los gobernantes y los estadistas, los hombres que ocupan puestos de confianza y autoridad, los hombres y mujeres pensadores de todas las clases, tienen la atención fija en los acontecimientos que se producen en derredor nuestro. Observan la intensidad que se apodera de todo elemento terrenal, y reconocen que algo grande y decisivo está por acontecer, que el mundo se encuentra en vísperas de una crisis estupenda.
La Biblia, y tan sólo la Biblia, presenta una visión correcta de estas cosas. En ella se revelan las grandes escenas finales de la historia de nuestro mundo. . . cuya aproximación hace temblar la tierra y desfallecer de temor los corazones de los hombres.
Hoy los hombres y las naciones son probados por la plomada que está en la mano de Aquel que no comete error. Por su propia elección, cada uno decide su destino, y Dios lo rige todo para cumplir sus propósitos.
Los cristianos deben prepararse para lo que pronto ha de estallar sobre el mundo como sorpresa abrumadora, y deben hacerlo estudiando diligentemente la Palabra de Dios y esforzándose por conformar su vida con sus preceptos". ¡Maranata: El Señor Viene! Página 66
Transcribi tal como está esta meditación de Elena de White porque creo que no hay nada más que agregarle.
Preparémonos para ese día.

sábado, 21 de noviembre de 2009

UNO CON ÉL


Eres uno con Dios, porque le amas.
¡Tu pequeñez qué importa y tu miseria,
eres uno con Dios, porque le amas!

Le buscaste en los libros,
le buscaste en los templos,
le buscaste en los astros,

y un día el corazón te dijo, trémulo:
«aquí está», y desde entonces ya sois uno,
ya sois uno los dos, porque le amas.

No podrían separaros
ni el placer de la vida
ni el dolor de la muerte.

En el placer has de mirar su rostro,
en el dolor has de mirar su rostro,
en vida y muerte has de mirar su rostro.

«¡Dios!» dirás en los besos,
dirás «Dios» en los cantos,
dirás «¡Dios!» en los ayes.

Y comprendiendo al fin que es ilusorio
todo pecado (como toda vida),
y que nada de Él puede separarte,
uno con Dios te sentirás por siempre:
uno solo con Dios, porque le amas.

Amado Nervo

ES HORA DE BUSCAR A DIOS

Cuando la vida pierde su brillo.
Cuando el tiempo deja de existir.
Cuando ya no queda esperanza.
Cuando no hay deseo de vivir,
es hora de buscar a Dios.

Cuando las flores no te impresionan.
Cuando no ves la belleza de una mariposa al volar.
Cuando no oyes música en el piar de un pájaro.
Cuando el arco iris no te hace pensar,
es hora de buscar a Dios.

Cuando el alborear no te habla.
Cuando el rayar del día no te hace sonreír.
Cuando el cantar del gallo no te anima.
Cuando el calor del sol no te hace mejor sentir.
es hora de buscar a Dios.

Si te preguntas el por qué.
Si buscas una explicación.
Si la vida no tiene sentido.
Si crees que nadie tiene razón,
es hora de buscar a Dios.

Si el embarazo de una mujer no te dice nada.
Si el nacimiento de un niño no te hace llorar.
Si un "papá dame un beso" no te llega al alma.
Si un nieto no te hace soñar,
es hora de buscar a Dios.

Si el firmamento no te pasma.
Si las estrellas no te vislumbran.
Si la luna no te mira.
Si el universo no te asombra,
es hora de buscar a Dios.

Anónimo

viernes, 20 de noviembre de 2009

Hazte a un lado

¿Cuál era el secreto que tenía Juan el Bautista como predicador para atraer a vastas multitudes y llevarlas al arrepentimiento y la conversión en forma tan exitosa?
Como planteaba en una entrada anterior, entiendo que lo hacía en el poder de Dios, guiado por el Espíritu Santo.
Pero... ¿Cómo llegó a ser tan formidable instrumento divino? ¿Cómo se logra esto, en términos prácticos?
La mayoría de nosotros es preparado desde la niñez, ya sea por influencia de los padres, los establecimientos educativos, la sociedad y aun la  misma iglesia para desempeñarse por su propia cuenta en el mundo. La alternativa es ser un fracasado, un don nadie.
Se nos envían constantemente mensajes de "tu puedes"... Los filmes exaltan a los héroes que resuelven los conflictos por su cuenta, los libros de autoayuda que tanto se venden, los escriben personajes exitosos, y en las noticias se presentan como estrellas a los que logran algo por sí mismos.
Entre los cristianos también sucede algo parecido, pues los líderes se eligen entre los más capaces, lo cual es lógico. Catalogamos así a  las personas que demuestran que logran manejar las situaciones conflictivas con cierto grado de eficiencia.
Solo valen los que pueden.

Los logros llegan a ser entonces algo a que aferrarse, constituyen nuestra afirmación, demuestran lo que somos.
¿Esto es bueno? Creo que no.
No estoy diciendo que sea bueno ser incapaz, pero en el ámbito espiritual, cuando el elemento humano es preponderante, no se deja al Señor lugar para actuar.
Puede ser incluso un elemento retardador del progreso del evangelio cuando los "exitosos" compiten entre sí por destacarse en la iglesia.
El anonadamiento, aunque pasado de moda en esta sociedad hambrienta de notoriedad, es la clave del éxito.
Observemos cual fue el ejemplo de Juan el Bautista:
"Se entabló entonces una discusión entre los discípulos de Juan y un judío en torno a los ritos de purificación. Aquéllos fueron a ver a Juan y le dijeron: -Rabí, fíjate, el que estaba contigo al otro lado del Jordán, y de quien tú diste testimonio, ahora está bautizando, y todos acuden a él. -Nadie puede recibir nada a menos que Dios se lo conceda -les respondió Juan-. Ustedes me son testigos de que dije: “Yo no soy el Cristo, sino que he sido enviado delante de él.” El que tiene a la novia es el novio. Pero el amigo del novio, que está a su lado y lo escucha, se llena de alegría cuando oye la voz del novio. Ésa es la alegría que me inunda. A él le toca crecer, y a mí menguar". Juan 3:25-30 BLS
En otras palabras, debía dejar su lugar de éxito y pasar al anonimato para que el evangelio pudiera avanzar en manos de Aquel a quién él predicaba.
Es cierto que las personas llegan a conocer a Cristo a través de sus testigos; pero cuando los interesados ponen su confianza en nosotros, debemos ser cuidadosos en transferir dicha confianza a la Palabra y de allí al Autor de la Palabra. Nuestro lugar en sus corazones debe ser ocupado por Cristo y por él solamente.
Elena de White lo dijo con palabras mejores que las mías:
"Suspendido de la cruz, Cristo era el Evangelio. . . "He aquí el cordero de Dios, que quita el pecado del mundo" (Juan 1: 29). ¿No mantendrán nuestros miembros de la iglesia sus ojos fijos en un Salvador crucificado y resucitado, en quien se cifran sus esperanzas de vida eterna? Este es nuestro mensaje . . . para los impenitentes, nuestra exhortación para los afligidos, la esperanza para cada creyente. Si podemos despertar en la mente de los hombres un interés que les haga fijar sus ojos en Cristo, podemos hacernos a un lado y pedirles que continúen fijando sus ojos en el Cordero de Dios. Aquel cuyos ojos estén fijos en Jesús, lo abandonará todo. Morirá al egoísmo. Creerá en toda la Palabra de Dios, que está tan gloriosa y maravillosamente exaltada en Cristo". ¡Maranata: El Señor Viene! Página 97
¿Estás tu igual de dispuesto a hacerte a un lado para que Jesús tenga el primer lugar?

domingo, 15 de noviembre de 2009

MENSAJES FUERTES

Una cosa que nunca me agradó de los filmes sobre la vida de Jesús, era la imágen que presentaban de Juan el Bautista. En todos los que vi aparecía como un histérico gritón y desgreñado, con los pelos parados y ojos desorbitados, seguido por un hato de ignorantes y superticiosos; mucho más cercano a un loco que a un profeta.
A un personaje así, Dios no le confiaría el solemne mensaje de la venida del Mesías, las multitudes no le hubieran seguido y mucho menos los rígidos y formalistas fariseos hubiesen ido a pedir ser bautizados por él. Jesús mismo dijo: "Entre los nacidos de mujeres, no hay mayor profeta que Juan el Bautista." Luc. 7:28
Sin dudas, el profeta del desierto tenía otro aspecto y poseía una influencia serena y cautivante, a la vez mansa y llena de poder, afirmando con su  carácter y sus acciones lo vigoroso de sus mensajes.
"En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.Pues éste es aquel de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas. Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y su comida era langostas y miel silvestre. Y salía a él Jerusalén, y toda Judea, y toda la provincia de alrededor del Jordán, y eran bautizados por él en el Jordán, confesando sus pecados". Mateo 3:1-6
Para los hombres sofisticados, mundanos y sensuales, Juan no tenía mucho atractivo. Incluso creo que a muchos creyentes de hoy, su ascetismo y sencillez no les resultarían para nada agradables. Pero para el alma sedienta de lo espiritual, el Bautista era un faro convocante, un imán irresistible.
Sin embargo, por sobre su personalidad, su mensaje poderoso, teñido de urgencia y gravedad, era el que movilizaba a las masas. Su llamado al arrepentimiento estaba cargado de consecuencias eternas y por ello era difícil de desoír.
Había en sus labios una convicción que procedía directamente del Espíritu Santo y alcanzaba los rincones más oscuros del alma, que si bien reflejaban el amor divino, también reprendían duramente el mal y la hipocresía de los líderes religiosos.
"Al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: !!Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no penséis decir dentro de vosotros mismos: a Abraham tenemos por padre; porque yo os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras. Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego. Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo, él os bautizará en Espíritu Santo y fuego. Su aventador está en su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará". Mateo 3:7-12
¿Cuántos predicadores podrían hoy llamar a su auditorio "generación de vívoras" y presentar tan gráficamente el juicio sobre sus malas acciones, sin que todos abandonaran precipitadamente la sala y le retiraran su apoyo por completo?
No ciertamente alguien desposeído del Espíritu de Dios.
Quizá algún loco extremista y fanático, con predecibles resultados.

En esto seguía Juan la línea de los profetas de todos los tiempos, no buscando agradar al oído, sino despertar las conciencias adormecidas por el pecado. El mensaje divino no tiene condicionamientos, no es populista ni efectista, no busca impactar con algo nuevo o sorprendente, sino llamar al arrepentimiento.
Pero había un elemento adicional y definitivo en su mensaje: su autoridad, osadía y poder descansaban en Aquel que vendría tras él; el Rey, el Mesías y el Salvador de Israel.

De igual manera, los que tenemos el encargo de anunciar. no ya la primera venida de Cristo, sino la segunda y definitoria; debemos imitar a su Precursor en el poder, en la urgencia, gravedad e importancia del maravilloso mensaje que transmitimos.

Prediquemos a Jesús viniendo en las nubes del cielo, con el poder y la convicción que solamente el Espíritu nos puede dar.

El mundo lo necesita con urgencia, los campos ya están blancos para la siega y el tiempo se agota velozmente.

¡Sé un nuevo Juan el Bautista!

sábado, 14 de noviembre de 2009

BUSCAR A DIOS

En el frente de la iglesia principal de mi ciudad, había un hermoso mural con imágenes de Jesús y los apóstoles con esta llamativa leyenda: "No siempre es facil encontrar a Dios, pero buscarlo es comenzar a encontrarlo".
De primera impresión la frase me pareció buena; pero luego pensé que teológicamente no era correcta, puesto que en definitiva no es el hombre el que busca a Dios, sino que es el Señor quien va al encuentro de los extraviados y pecadores seres humanos.
Al recordarla nuevamente, pensé que debía dejar atrás mis ideas anteriores y tomar un tiempo para investigar el tema en la Biblia.¿Qué es y qué implica el buscar al Señor?
Encontré el orden de temas siguiente:
  • Existe un profundo deseo humano de buscar a Dios
Job 5:8 Ciertamente yo buscaría a Dios, y encomendaría a él mi causa
Salmos 27:8 Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro. Tu rostro buscaré, oh Jehová
Salmos 63:1 Dios, Dios mío eres tú; de madrugada te buscaré; Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, En tierra seca y árida donde no hay aguas,
Isaías 11:10 Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí, la cual estará puesta por pendón a los pueblos, será buscada por las gentes; y su habitación será gloriosa.
Jeremías 50:4 En aquellos días y en aquel tiempo, dice Jehová, vendrán los hijos de Israel, ellos y los hijos de Judá juntamente; e irán andando y llorando, y buscarán a Jehová su Dios.
Zacarías 8:21 y vendrán los habitantes de una ciudad a otra, y dirán: Vamos a implorar el favor de Jehová, y a buscar a Jehová de los ejércitos. Yo también iré.
  • La Escritura está llena de invitaciones a buscar a Dios
1 Crónicas 16:11 Buscad a Jehová y su poder; Buscad su rostro continuamente.
2 Crónicas 14:4 y mandó a Judá que buscase a Jehová el Dios de sus padres, y pusiese por obra la ley y sus mandamientos.
Salmos 14:2; 53:2 Dios desde los cielos miró sobre los hijos de los hombres, Para ver si había algún entendido Que buscara a Dios.
Isaías 51:1 Oídme, los que seguís la justicia, los que buscáis a Jehová. Mirad a la piedra de donde fuisteis cortados, y al hueco de la cantera de donde fuisteis arrancados.
Isaías 55:6 Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.
Amós 5:4 Pero así dice Jehová a la casa de Israel: Buscadme, y viviréis;
  • Hay una actitud correcta para buscar a Dios
Deuteronomio 4:29 Mas si desde allí buscares a Jehová tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma.
2 Crónicas 11:16 Tras aquellos acudieron también de todas las tribus de Israel los que habían puesto su corazón en buscar a Jehová Dios de Israel; y vinieron a Jerusalén para ofrecer sacrificios a Jehová, el Dios de sus padres.
1 Crónicas 22:19 Poned, pues, ahora vuestros corazones y vuestros ánimos en buscar a Jehová vuestro Dios
Jeremías 29:13 y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.
Daniel 9:3  Y volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza.
  • Debemos cuidarnos de buscar a Dios por motivos incorrectos
1 Crónicas 15:13 pues por no haberlo hecho así vosotros la primera vez, Jehová nuestro Dios nos quebrantó, por cuanto no le buscamos según su ordenanza.
Salmos 78:34 Si los hacía morir, entonces buscaban a Dios; Entonces se volvían solícitos en busca suya
Isaías 26:16 Jehová, en la tribulación te buscaron; derramaron oración cuando los castigaste.
Isaías 58:2,3 Que me buscan cada día, y quieren saber mis caminos, como gente que hubiese hecho justicia, y que no hubiese dejado la ley de su Dios; me piden justos juicios, y quieren acercarse a Dios. ¿Por qué, dicen, ayunamos, y no hiciste caso; humillamos nuestras almas, y no te diste por entendido? He aquí que en el día de vuestro ayuno buscáis vuestro propio gusto, y oprimís a todos vuestros trabajadores.
Oseas 5:15 Andaré y volveré a mi lugar, hasta que reconozcan su pecado y busquen mi rostro. En su angustia me buscarán.
Juan 6:26 Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis.
  • Los resultados de buscar a Dios son maravillosos
1 Crónicas 28:9 Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto y con ánimo voluntario; porque Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos. Si tú le buscares, lo hallarás; mas si lo dejares, él te desechará para siempre.
2 Crónicas 15:4 pero cuando en su tribulación se convirtieron a Jehová Dios de Israel, y le buscaron, él fue hallado de ellos.
2 Crónicas 7:14 si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren
mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.
2 Crónicas 15:15 Todos los de Judá se alegraron de este juramento; porque de todo su corazón lo juraban, y de toda su voluntad lo buscaban, y fue hallado de ellos; y Jehová les dio paz por todas partes.
2 Crónicas 15:2 y salió al encuentro de Asa, y le dijo: Oídme, Asa y todo Judá y Benjamín: Jehová estará con vosotros, si vosotros estuviereis con él; y si le buscareis, será hallado de vosotros; mas si le dejareis, él también os dejará.
Salmos 9:10 En ti confiarán los que conocen tu nombre, por cuanto tú, oh Jehová, no desamparaste a los que te buscaron.
Isaías 26:9 Con mi alma te he deseado en la noche, y en tanto que me dure el espíritu dentro de mí, madrugaré a buscarte; porque luego que hay juicios tuyos en la tierra, los moradores del mundo aprenden justicia.
1 Crónicas 16:10 Gloriaos en su santo nombre; alégrese el corazón de los que buscan a Jehová.
2 Crónicas 31:21 En todo cuanto emprendió en el servicio de la casa de Dios, de acuerdo con la ley y los mandamientos, buscó a su Dios, lo hizo de todo corazón, y fue prosperado.
Salmos 119:2 Bienaventurados los que guardan sus testimonios, y con todo el corazón le buscan
Lamentaciones 3:25 Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca.
En las entradas siguientes desarrollaré estos conceptos.
Bendiciones.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Cuando Jesús nació

"Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle. Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él. Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo. Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta" Mateo 2:1-5
Lo insólito del relato de la visita de los magos no se encuentra tanto en el arribo de estos personajes de lejanas tierras, tampoco en la visita de los pastores, sino más bien en la actitud de los habitantes de Jerusalén.
Ninguno fue a corroborar la noticia dada por los sabios de oriente. Todos "se pusieron muy nerviosos" (vs. 3 versión BLS) pero nadie fue a ver si era cierto lo que habían escuchado.
¿No sería esta la buena nueva que habían esperado por siglos? ¿No habría llegado el Mesías prometido en las Escrituras que decían conocer?
Desde que Adán cayó y se le prometió un salvador, el pueblo de Dios comenzó a aguardar su advenimiento. La promesa fue repetida a Abraham de que en su simiente serían benditas las naciones de la tierra. Y a Moisés se le informó que el Señor enviaría al "Profeta" a quien debían escuchar. Más tarde, los profetas como Isaías, Daniel y Miqueas entre otros, agregaron mayores precisiones al augusto acontecimiento venidero. Se anunció el lugar, el tiempo y las circunstancias de su venida, así como su obra y su muerte por los pecados del mundo.
No les faltaba información. Los religiosos de la época no tuvieron problemas para dar al rey la ubicación exacta del lugar del nacimiento del Mesías, pero no se interesaron en absoluto en ir a su encuentro.
Sus corazones llenos de prejuicio, orgullo y planes mundanales, no tenían cabida para un pequeño niño en Belén, fuera quien fuese. Por otra parte, es de notar que la singular profecía que citaron en esa ocasión los sabios de oriente fue dada por Balaam, un profeta apóstata que ni siquiera era israelita.
No, pensaron ellos; esos extranjeros incircuncisos no podían saber algo que los judíos ignoraban. Y así todos; ya sea por ceguera, prejuicios o por simple indiferencia, dejaron pasar la oportunidad de sus vidas.
Nuestro amante Señor no deja a nadie sin el suficiente conocimiento para su salvación, pero en este caso, estos extranjeros aprovecharon la escasa luz recibida y fueron al encuentro del Prometido, la Estrella de Jacob, con plena confianza.
¿Cómo nos relacionamos nosotros hoy con la luz que el Señor envía sobre su segunda venida?
"Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios". Juan 3:17-21
Las polillas, las mariposas y otros insectos voladores son atraídos por la luz y bailan una danza perpetua alrededor de cualquier fuente luminosa. Las cucarachas, arañas y otras alimañas en cambio huyen a esconderse en las tinieblas. Son ilustraciones adecuadas de los seres humanos. Los que ansían la justicia de Dios por la fe vienen a la luz pero los que no lo aman, huyen de Aquel que es la luz del mundo.
¿Acudes al encuentro de la luz?

sábado, 7 de noviembre de 2009

EL DESCONOCIDO

¿Conocemos a Jesús de veras?...
En las últimas décadas se viene haciendo un fuerte énfasis sobre la necesidad de conocer a Jesús en forma personal; no como una serie abstracta de creencias religiosas, sino como una relación viva con Cristo; en tener una experiencia con el Salvador por sobre el conocimiento de la doctrina; lo cual  creo que ha sido en parte muy saludable.
Se realizó al mismo tiempo tal agudo contraste entre dicha religión "experimental" y la religión "formal" que hacía hincapié en el conocimiento doctrinal, que ésta última pasó a representar lo negativo; puro fariseísmo. Los que hablaron pues de la obediencia a las normas, automáticamente fueron categorizados como desdichados legalistas que "no conocen a Jesús".
No obstante, como todo lo que hacemos los pendulares seres humanos, la "relación personal" con Dios puede convertirse en nada más que una buena intención, en un mero slogan, si consiste únicamente en declaraciones desprovistas de médula.
Está siempre presente también el riesgo de la presunción, de pensar que gozamos del favor divino mientras desdeñamos la obediencia a sus mandamientos, como en el caso de Coré que afirmó del pueblo en rebeldía: "!Basta ya de vosotros! Porque toda la congregación, todos ellos son santos, y en medio de ellos está Jehová" (Números 16:3)
¿Conocemos a Jesús de veras?...
Vale revisar ahora la experiencia del pueblo elegido por Dios, el Israel de los días de Cristo, para sacar algunas lecciones. La Escritura muestra repetidamente cual fue su "relación" con Jesús.
"A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron". Juan 1:11
"Juan les respondió diciendo: Yo bautizo con agua; mas en medio de vosotros está uno a quien vosotros no conocéis". Juan 1:26
"Ellos le dijeron: ¿Dónde está tu Padre? Respondió Jesús: Ni a mí me conocéis, ni a mi Padre; si a mí me conocieseis, también a mi Padre conoceríais". Juan 8:19 (cf. 14:7)
"Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?" Juan 14:9
La gente de su tiempo, la que conocía las Escrituras, la que lo tuvo caminando con ellos y vio desplegarse su poder y gloria, su amor y compasión, los que vieron fulgurar lo divino en su carácter y fueron testigos de sus milagros y sus sublimes enseñanzas, no le conocieron.
¿Cómo podemos nosotros entonces afirmar con tanta liviandad que "conocemos a Jesús"?
No estoy hablando de agnosticismo. No digo que sea imposible conocer al Señor, sino de que no es apenas cuestión de decirlo.
La pregunta entonces es: ¿de qué manera podemos tener con el Señor una relación viva que transforme nuestras vidas?
El ABC del relacionamiento se encuentra por supuesto en la fe, la oración, la meditación y un sincero estudio de las Escrituras.
Cuando las personas comienzan a estudiar la Biblia, siempre reciben con gozo las nuevas del amor de Jesús, de su interés por nosotros, de sus promesas y de la garantía de la vida eterna para el creyente. Se entusiasman con la tierra nueva y con el fin del dolor y el sufrimiento. Les agrada la promesa del Espíritu Santo morando en sus vidas... Es que el cristianismo es después de todo una religión feliz.
Pero... al llegar al punto del compromiso, al considerar el costo del evangelio y sus requerimientos de obediencia a los mandamientos, sacrificio, abnegación y duro trabajo, retroceden con duda, temor y desconfianza.
Santiago y Juan pidieron a Jesús que les diera lugares de privilegio en su reino y el Señor les contestó: "No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber del vaso que yo bebo, o ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado? Ellos dijeron: Podemos. Jesús les dijo: A la verdad, del vaso que yo bebo, beberéis, y con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis bautizados" Marcos 10:38,39
No se daban cuenta que los padecimientos y la muerte del yo que les esperaban constituirían el más alto honor y la más elevada forma de comunión con Cristo.
Todos queremos los privilegios del evangelio; nos pertenecen, pues Cristo los compró para nosotros.
Pero éstos no representan nada sin la profunda y verdadera comunión con el Salvador que se encuentra en seguirle más allá del ámbito seguro de nuestro yo. Las pruebas, el arduo trabajo, el sufrimiento y estar dispuestos aún a morir por él, son los medios por el cual el Señor nos enseña a ser dependientes y confirma que le conocemos, tal como dijo Pablo:
"
Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte
". Filipenses 3:8-10
¿Estoy dispuesto yo a llegar a ser semejante a él en sus padecimientos y en su muerte?
Todo aquel que quiere llegar a ser parte de la iglesia de Dios, la cual es su cuerpo, debería hacerse esta pregunta.
Su promesa a los vencedores es "se fiel hasta la muerte y yo te daré la corona de la vida" Apocalipsis 2:10

lunes, 2 de noviembre de 2009

EL SALVADOR QUE VIENE

Les hacemos aprender de memoria a los niños todos los años este hermoso versículo: "Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados". Mateo 1:21
Sin dudas es un texto maravilloso, que enseña varias verdades fundamentales.
  • El nacimiento de Jesús fue la mayor singularidad del universo, en la cual Dios tomó la naturaleza humana no temporalmente, sino para siempre. "Y aquel Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, lleno de gracia y de verdad".¿Qué movió a la Deidad a tan radical determinación? Únicamente un amor que es absolutamente incomprensible para nuestro estrecho y egoísta corazón humano.
  • En la vida humana de Cristo vemos, reunidos todos en uno, el remedio para los males físicos y espirituales de los que lo rodeaban, la manifestación del caracter amoroso del Padre y un ejemplo para reproducir en nuestras vidas.
  • En su muerte tenemos la solución para el conflicto de los siglos, la victoria contra el pecado y el demonio, junto a la manifestación más clara de la gracia divina en nuestro favor. La cruz es el faro de la eternidad, que alumbra tanto el pasado como el presente y el futuro de la humanidad, trascendiendo este bache en la eternidad causado por la irrupción del mal, que llamamos tiempo.
  • Su resurrección es la garantía de eternidad del creyente, la que otorga sentido a nuestra lucha, a la búsqueda de la santidad, a nuestra esperanza y a nuestra fe; si no fuera así, como dijo Pablo: "Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres" 1º Corintios 15:19
  • Su ascención al cielo nos abre las puertas de su continua intercesión en el santuario del cielo. No trata allí de convencer al Padre para que no nos destruya, sino que muestra al universo no caído y a nuestro Adversario en el juicio, los méritos de su sangre, el costoso precio que fue pagado por nuestros pecados. El está sentado a la diestra del Padre; no ocioso, sino trabajando por su iglesia que milita aquí en la tierra, aplicando sus méritos a nuestras vidas y alentándonos en el conflicto, para que podamos llegar a salvo a nuestro hogar celestial.
Pero por sobre todas las cosas, el Salvador que nos ha nacido es el Salvador que vendrá: "este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo". Hechos 1:11
Ninguna de las cosas mencionadas anteriormente tendrían plena eficacia si nuestro querido Señor no viniera a buscar a su iglesia. Nuestra esperanza y nuestra fe, nuestra lucha y nuestro anhelo por una tierra mejor terminarían trágicamente en la tumba. Sería casi una burla.
Pero no será así. Él VENDRÁ con toda seguridad. Lo hará por mí , por todos nosotros, por su creación que gime y por los no caídos que esperan anhelantes el momento de la reunión de las familias del cielo y la tierra. Lo hará para terminar de una vez por todas y para siempre con la deformante y cruel intrusión del pecado en la pacífica armonía del universo.
Dios no olvidó a sus hijos. No le es indiferente la larga noche de maldad que reina sobre la tierra y las tinieblas cada día mas densas de pecado que cubren su doliente creación.
La larga espera es apenas una percepción humana limitada por nuestra corta existencia. El Señor no conoce la tardanza y pronto volverá.
Es lo que yo creo y espero con todo mi corazón.
Amén.

miércoles, 28 de octubre de 2009

MADRE CRISTIANA


Madre cristiana que en tu seno llevas
uno como tantos, un hijo de Eva
Lo quieres distinto, leal, amoroso,
un bello reflejo del Dios Poderoso.

Madre cristiana que has dado
profetas y sabios al mundo asombrado;
mujeres valientes, prudentes varones,
voluntades firmes, grandes corazones.

Madre cristiana, ¡tremenda tarea!
redobla tu esfuerzo por duro que sea;
que el fruto del vientre, herencia bendita
llevar a su reino Jesús solicita.

Veras que al final de tu larga jornada
recibirás esa hermosa corona dorada,
que da el Maestro a las madres amantes.
¡No te desalientes, ve siempre adelante!

Willy Grossklaus