martes, 31 de marzo de 2009

Alimenta a Cristo

Cuando yo era apenas un niño, sucedió algo que me marcó. Me hallaba parado en una esquina, cuando un hombre que pasaba me pidió indicación de cómo llegar a cierto lugar -que ya no recuerdo dónde quedaba- se lo indiqué, él sonrió amablemente, sacó de su bolsillo una golosina y me la dio.
Por varios días, en mi infantil inocencia, me paré en el mismo lugar esperando recibir más dulces como recompensa por ayudar a alguien, lo que no volvió a suceder, para mi chasco.
Es que todos nosotros tenemos un innato deseo de aprobación. Queremos ser reconocidos por los demás, premiados en nuestros esfuerzos, alentados en lo que hacemos.
Es un deseo natural del alma, por falta del cual mucha gente pasa por la vida triste y solitaria, escondiéndose en un rincón, como perros maltratados, lamiendo las heridas de la autocompasión.
Jesús también necesitó la aprobación, la compañía y la simpatía de sus amigos. En su niñez, en su juventud y en su edad adulta sin embargo, anduvo huérfano de ella.
Padeció la incomprensión de sus familiares y conocidos. En cambio fue objeto del odio de los pecadores. Anduvo casi siempre solo y despreciado.
En algunas singulares ocasiones, alguien podía ver en él algo más que un ser humano singular, abría sus ojos a la fe y podía contemplar en su gloria y belleza al precioso Salvador.
Tales fueron los casos por ejemplo de la mujer samaritana, de María Magdalena, del ciego de nacimiento o del ladrón en la cruz, y el caso más destacado: el leproso agradecido
En dichas ocasiones, el reconocimiento arrancaba en Jesús expresiones de gozo y alabanza a Dios, se cumplía entonces lo que estaba escrito: "Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho" Isaías 53:11
Mi esposa, que estaba leyendo un libro, me leyó esta cita que transcribo con asombro:
"Nuestro Redentor anhela que se le reconozca. Tiene hambre de la simpatía y el amor de aquellos a quienes compró con su propia sangre. Anhela con ternura inefable que vengan a él y tengan vida. Así como una madre espera la sonrisa de reconocimiento de su hijito, que le indica la aparición de la inteligencia, así Cristo espera la expresión de amor agradecido que demuestra que la vida espiritual se inició en el alma." El Deseado de Todas las Gentes - Página 191
El dijo a sus discípulos: "Yo tengo una comida que comer, que vosotros no sabéis. " Juan 4:32
Hermano cristiano: ¿Sacias tú las necesidades del alma de Nuestro amado Señor?
¿Reconoces lo que ha hecho por ti? ¿Expresas con frecuencia tu gratitud en alabanzas a Él?
Alimenta hoy a tu Señor y Dios. Déjalo satisfecho.


lunes, 30 de marzo de 2009

CUESTA ABAJO O CUESTA ARRIBA II

En la entrada anterior vimos los siete pasos hacia abajo en el pecado, veamos ahora los siete remedios divinos para esa condición que también figuran progresivamente en Hebreos:
1- Hay a nuestra disposición poder abundante para socorrer
"Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados " Hebreos 2:18
2- Debemos retener firmemente la confianza en Jesús
"Porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio." Hebreos 3:14
El camino de la salvación empieza por fe y termina por fe sin nada entre medio.
3- Hay que acercarse con fe sin reservas al trono de la gracia del Santuario Celestial
"Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro". Hebreos 4:16
4- Debemos estar anclados en la esperanza puesta delante de nosotros
"Para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros la cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y que penetra hasta dentro del velo. " Hebreos 6:18,19
¿Haremos a Dios mentiroso? El ancla de la fe es firme y segura para evitar naufragar.
5- Paciencia y fe
"No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. Porque aún un poquito, y el que ha de venir vendrá, y no tardará. Mas el justo vivirá por fe; y si retrocediere, no agradará a mi alma. Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma." Hebreos 10:35-39
6- Los pasos anteriores nos llevan inevitablemente a la santificación
"Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas; y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado. Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor". Hebreos 12:12-14
7- El fruto de la santificación se expresa en gratitud y temor reverente
"Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia" Hebreos 12:28
El servicio es la consecuencia lógica del perdón y la cura más efectiva contra estos males.
Termino con esta maravillosa cita:
"Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén"
. Hebreos 13:20,21

CUESTA ABAJO O CUESTA ARRIBA I

Un día cuando recién había acabado de llover, iba caminando con mi hijo por la calle y me sucedió algo de ribetes tragicómicos.
Al llegar a un lugar resbaladizo, mis pies abandonaron velozmente el pavimento y se elevaron bastante por sobre mi cuerpo De pronto me vi acostado en el suelo, mojado, sucio y dolorido.
A las risas de mi hijo, que me había visto hacer malabares para no caer, sucedió la vergüenza y el desconcierto de hallarme en tan penosa condición.El problema había sido causado por mis zapatos de suelas demasiado lisas y además por falta de cuidado. Esto me hizo pensar...
¿Podemos "patinar" espiritualmente? Si es así, ¿por qué y cómo evitarlo?
Hay en el libro de Hebreos una clara progresión en ese sentido, que atraviesa todo el libro.
En Génesis 13:12 encontramos una frase que marca un punto de inflexión en la experiencia de Lot "y fue poniendo sus tiendas hasta Sodoma"
¿En qué momento se deslizó Lot?
No fue de golpe como me sucedió a mí, sino gradual e imperceptiblemente.
En cuestiones de fe, nadie cae de un día para el otro. Los pasos en la dirección incorrecta son progresivos y acumulativos.
A lo largo del libro se encuentran siete advertencias y siete soluciones para los que se deslizan. En primer lugar veamos las advertencias:
1- No debemos descuidar la salvación
"Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos. Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución, ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?" Hebreos 2:1-3
2- Podemos quedar tan endurecidos por el engaño del pecado de modo que no percibamos la gravedad de nuestra situación y por lo tanto no busquemos el remedio para ella.
"Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo; antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado." Hebreos 3:12,13
3- El paso siguiente nos lleva directo a la incredulidad
"Temamos, pues, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado… no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron." Hebreos 4:1,2
4- El hecho de no decidir creer, nos lleva al siguiente nivel, la inacción: "Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza, a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas." Hebreos 6:1-12
Hasta llegar a este punto, el pecador todavía siente culpa, necesidad de Dios, y está unido a la iglesia aunque por lazos muy tenues, pero a partir del siguiente, comienza el antagonismo contra la iglesia, Dios y la verdad
5- Pecado voluntario "Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados." Hebreos 10:26-31
Uno podría decir que aquí acabó todo, sin embargo, aún queda más.
6- Brotan las raíces de amargura "Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados." Hebreos 12:15-17
Aparecen los celos, las críticas y el espíritu de insubordinación y la abierta rebelión contra toda autoridad de la iglesia, representados en el caso de Esaú, a quien se llama fornicario y profano
7- Todo esto conduce al definitivo y completo rechazo de la verdad "Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos." Hebreos 12:25
¡Terrible situación!
No obstante, si advertimos a tiempo nuestra condición, hay esperanza.
El Señor no nos deja deslizar en el pecado, sin hacer algo por nosotros. Su amor no nos abandona con facilidad. No se rinde sin luchar con todas sus armas por aquellos a los que Jesús redimió.
En el siguiente tema veremos los siete remedios divinos para nuestra situación.

domingo, 29 de marzo de 2009

Mi Jesús

En éste, el primero de una serie de estudios sobre Hebreos, quisiera compartir con los lectores la belleza de nuestro Salvador, tal como se presenta en dicho libro.
Antes, una aclaración ¿por qué el título MI JESÚS?
En una canción de Alberto Cortéz, que hablaba de un perro vagabundo, rezaba lo siguiente:
"Era nuestro perro porque lo que amamos lo consideramos nuestra propiedad"
Alberto Cortez - CALLEJERO
Al llamar a algo o alguien "nuestro", o usar cualquier otro pronombre posesivo, lo que hacemos no es apropiárnoslo , sino señalar y resaltar el objeto de nuestro afecto.
En el caso de llamar a Dios o a Jesús "nuestro", lo decimos de manera análoga. Aunque más bien es correcto decir que nosotros somos suyos, lo hacemos así más cercano a nuestra experiencia, más allegado a nuestro corazón.
El primer pasaje del libro que consta de apenas tres versículos, constituye un bello himno a nuestro Señor, que lo presenta en toda su gloria por medio de siete proposiciones.
Dice así:
"Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas" Hebreos 1:1-3
1- Heredero de todo
Jesús no "hizo mérito" para ser heredero, ya era dueño de todo. Pero recibe la herencia perdida de Adán en su condición de hijo obediente. Él ocupó nuestro lugar, se rebajó a ser como uno de nosotros, tuvo que sufrir, morir en la cruz y llevar el castigo por nuestras transgresiones.
2- Hizo el universo
El Hijo que "como cordero fue llevado al matadero" es el mismo Todopoderoso que creó todo lo que existe o existirá por la palabra de su boca.
3- Resplandor de su gloria
La luz del rostro de Dios brilla en Jesús.
"Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo". 2 Corintios 4:6
4- Imagen de su sustancia
El era uno con el Padre desde la eternidad. No había diferencia de gloria o poder entre ambos. Y aunque nunca podremos comprenderlo plenamente, como dijo el Señor de si mismo, "el que me ha visto a mí ha visto al Padre" Juan 14:9
5- Sustentador
Cada respiración, cada latido de nuestro corazón le pertenece, cada átomo de la creación existe y se mantiene por Él. ¡Qué pensamiento abrumador, pero a la vez, que gloriosamente consolador!
Ese es nuestro Amigo celestial.
6- Purifica nuestros pecados
Si todo lo anterior pueda parecer insatisfactorio a una mente poco receptiva, el autor de Hebreos va al punto central de su carta. Cristo murió por nuestros pecados, resucitó para nuestra salvación e intercede por nosotros en el Santuario del cielo.
7- Se sentó a la diestra de Dios
El acto final de este maravilloso drama concluye con Jesucristo sentado a la diestra de su Padre. Pero no está allí ocioso, sino activamente ocupado en la redención de su pueblo.
¿Puede pedirse o desearse algo más?
Mi Jesús es digno de toda gloria y alabanza por la eternidad (si es que la eternidad alcanzara para ello).

jueves, 26 de marzo de 2009

ELÍAS Y ELISEO

ELÍAS Y ELISEO - DOS MODELOS PARA HOY

CUADRO COMPARATIVO DE AMBOS PROFETAS

MINISTERIO
ELÍAS
ELISEO
Se caracteriza por
La espectacularidad y el poder.
Trabajó y enfrentó al pueblo en soledad
La tranquilidad de sus acciones
Duración

Poco tiempo

Prolongado
Relación con la monarquía

Confrontación - odiado por el rey y por el pueblo
Cooperación - respetado por el rey y el pueblo
Milagros

Pocos, notorios y poderosos

Muchos, sencillos y prácticos
Objetivo de los milagros

Probar el poder de Dios

Hechos en favor de los demás
Misión
Reavivamiento - obtener decisiones en favor del Dios verdadero
Enseñanza - Confirmación en la fe verdadera
Resultados
Rápidos y de corta duración
Lentos, permanentes y progresivos

Dificultades
Desánimo

No se desanimó

Modelo de
Profeta para los últimos días
Cristiano perseverante para hoy

Final
Ascendido al cielo. No murió
Hizo milagros aún después de muerto

martes, 24 de marzo de 2009

MAÑANA LE ABRIREMOS


¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras?
¿Qué interés se te sigue, Jesús mío,
que a mi puerta, cubierto de rocío,
pasas las noches del invierno oscuras?

¡Oh, cuánto fueron mis entrañas duras,
pues no te abrí! ¡Qué extraño desvarío!,
si de mi ingratitud el hielo frío
secó las llagas de tus plantas puras!

¿Cuántas veces el ángel me decía?:
«Alma, asómate ahora a la ventana,
verás con cuánto amor llamar porfía»

¡Y cuántas, hermosura soberana,
«Mañana le abriremos», respondía,
para lo mismo responder mañana!



Lope de Vega

Razones poderosas

Gabriel nació y murió en el mismo día.
Después de dos niñas sanas y de partos sin problemas, nació Gabriel, mi primer hijo varón.
Todo hacía presagiar felicidad plena, ternura y amor a raudales para ese niño.
A la media hora de haber nacido, sin embargo, se puso tieso y cianótico.
Corrieron los médicos, las enfermeras y nosotros.
Angustia en vez de gozo...
Tenía un derrame cerebral masivo, consecuencia quizás del trabajo de parto (nunca lo sabremos con seguridad en este mundo).
Fue terrible presenciar su sufrimiento sin poder hacer nada.
En menos de 24 horas de dolorosa agonía para él y para todos, falleció.
Durante ese tiempo, clamé a Dios por la vida de mi hijo.
Confiaba plenamente en su poder para sanar, hasta lo que parecía irremediable.
Me así con fuerza del trono de la gracia.
La contestación llegó entonces con suavidad a mi mente, en forma de un texto bíblico; trágico, doloroso... pero paradójicamente consolador en esas circunstancias: "Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito." Job 1:21
Me inundó una paz que no creía posible, y no solamente a mí sino también a mi esposa, que desde su cama, no había presenciado mi lucha frente a la incubadora.
No se me concedió mi pedido, pero sÍ la fortaleza para afrontar lo que vendría.
No podía encontrar explicaciones ni consuelo suficiente para todos los demás, pero en cuanto a nosotros, estábamos convencidos de que Su voluntad estaba cumplida.
Veintidós años después, cada aniversario de ese triste día, mi querida Norma se deprime, incluso sin saber que día es. Un hijo nunca se olvida.
¿Por qué nos sucedió esto?
Tal vez, como los israelitas en el desierto, damos por sentadas las bendiciones de Dios. Pensamos que Él está obligado a responder a nuestros pedidos y a darnos todo lo que deseamos.
El único compromiso que Dios tiene con nosotros está basado en su amor, no en nuestros deseos.
Sin advertir que eran bendecidos con la nube de día y la columna de fuego de noche, el maná y el agua de la roca, el pueblo de Jehová se quejó y murmuró, protestó y fue incrédulo hasta la saciedad.
Ante los problemas, ¿cuál es nuestra actitud?
De la misma forma, nosotros a veces no nos damos cuenta de que al quitarnos una bendición, nuestro Padre Celestial tiene en vista un bien mayor.
La muerte de Gabriel me ha dado una poderosa razón para esperar Su venida.
No únicamente el fin del mal y el sufrimiento, así en abstracto.
Ansío el día en que mi familia esté completa.
Quiero el privilegio de ponerlo en brazos de su madre y de abrazarlo yo también.
Ir todos juntos a los pies de Jesús.
Espero ese día de la resurrección con gozo.
¡No tardes Señor!

lunes, 23 de marzo de 2009

Las dos liebres

Hay una fábula de Iriarte acerca de dos liebres que chocaron en un camino.
En la narración, la primera liebre pregunta la razón de su apuro a la segunda, y ésta contesta que estaba siendo perseguida por galgos, a lo cual la otra contesta que no eran galgos sino lebreles, provocando la discusión entre ambas sobre cuál era la raza de aquellos canes que se aproximaban.
En tanto que ellas discutían, los perros las alcanzaron y devoraron a las dos.
Muchos de nuestros debates religiosos se parecen a los de estas dos liebres de la fábula.
Discutimos sobre lo accesorio y olvidamos lo escencial
Podemos asemejarnos a los teólogos bizantinos que discutían si las alas de los ángeles tenían plumas o si Adán tenía ombligo, mientras el ejército turco asaltaba sus murallas.
¿Cómo evitar caer en lo mismo?
En primer lugar, mirar hacia adentro y ser críticos implacables de nosotros mismos. Simultáneamente, buscar la dirección de Dios, sin olvidar que el otro puede tener razón.
Debemos ser cautelosos de nuestra posicion. Las posturas teológicas y la interpretación profética tienen el grave defecto, bastante frecuente, de ser aplastadas e invalidadas por la realidad.
Recordemos las posturas teológicas y la interpretación profética de los fariseos, de los saduceos, y aún de los mismos discípulos, que Jesús mismo reprochó en más de una oportunidad.
Los discípulos, por ejemplo, creyeron hasta el fin del ministerio del Salvador en un reinado terrenal de Cristo, creyeron largo tiempo después, que los gentiles no eran merecedores de la salvación e incluso, como Pedro, que debían defender por la fuerza de las armas a su Maestro
¡Qué lejos estaban de la verdad que el Señor mismo les había enseñado!
La Biblia aconseja lo siguiente: "si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados". 1 Corintios 11:31
Señalo algunas consecuencias de olvidar este consejo:
1- La crítica. Los críticos siempre saben lo que el otro hace mal y cómo debería hacerlo bien, pero casi nunca lo que deberían corregir en sí mismos.
2- El egocentrismo. Generar polémica es generalmente una forma de llamar la atención sobre uno mismo, lo que, tristemente deja al Espíritu de Cristo al margen de la discusión.
3- Las contiendas. Por lo general somos remisos a cambiar de parecer; ni qué decir, a aceptar que nos corrijan cuando estamos en el error. Defendemos con fiereza el castillo de nuestra propia opinión, aunque esto implique destrozar al oponente.
4- Divisiones, fruto de corazones heridos, más que de desacuerdos doctrinales.
En la iglesia adventista, hay, (aunque no siempre) bastante equilibrio en las posiciones y respeto hacia el otro; creemos en la libertad de expresión, pero también personalmente creo que es necesario tomar posición sobre algunos asuntos:
  • ¿Puedo decir lo que quiera en la iglesia, sin tener en cuenta cómo les afectará a los demás?
  • ¿Qué actitudes son aceptables como libre expresión y cuáles no deberían permitirse en pos de la unidad y de la integridad del mensaje adventista?
  • ¿Hay temas que deben evitarse o al menos posponerse?
  • ¿Quiénes tienen autoridad para decidir esto?
Éstas y otras preguntas podrían servir de base para evitar que nos desgastemos en debates estériles y no tengamos tiempo, ni fuerzas, ni (lo que es peor) autoridad, para alcanzar con el mensaje divino de salvación para este tiempo a un mundo que perece en el pecado.
Recuerden lo que dice la escritura:
Y si la trompeta diere sonido incierto, ¿quién se preparará para la batalla?
1 Corintios 14:8


sábado, 21 de marzo de 2009

Aprendamos del fanático del fútbol

Va en broma, pero es en serio…

VIRTUDES

EL FANÁTICO DE FUTBOL

FE

Tiene una confianza inquebrantable en el próximo triunfo de su equipo

ADORACIÓN

Conoce y admira las historias de su club y de cada uno de sus jugadores

IDENTIFICACIÓN

Adopta públicamente y con orgullo el nombre, los colores y modos de vida de su club

COMPROMISO

No se pierde un solo partido, así sea en otro continente y a las 3 de la mañana

ASISTENCIA

No falta al estadio un solo día, aunque haya 3 partidos por semana

PUNTUALIDAD

Ya está en el estadio varias horas antes de comenzar el encuentro y en el lugar más cercano posible

PARTICIPACIÓN

Canta con entusiasmo en la tribuna sin importarle conocer a nadie y se abraza con ellos libremente

FERVOR

Alienta a su equipo en las buenas y con más entusiasmo todavía en las malas

DEFENSA DE SU FE

Se ofende si hablan mal de los suyos y los defiende a muerte (incluso a los indefendibles)

TESTIFICACIÓN

Proclama sin vergüenza las virtudes de su club y quiere que todos pertenezcan a el

MEDITACIÓN

El encuentro del domingo es tema de conversación por toda la semana, ya sea bueno o malo. Algunas jugadas se comentan por años

ESFUERZO

No le importa pagar de más o viajar al otro lado del mundo con tal de ver a sus ídolos

¿ Y los cristianos?

jueves, 19 de marzo de 2009

Cuando el poder falta

Se habla mucho entre los cristianos del "poder".
Una oración "poderosa", un ministerio "poderoso", una "poderosa" predicación, de tal modo que parece que el poder depende de la persona. A veces, he oído a personas decir que otro ore en su lugar, porque "tiene más fe" que ellas.
¿Existe un "gen" espiritual o algo parecido? ¿Nace alguien con más fe o con más poder que otros? Nada de eso.
Consideremos el incidente posterior al monte de la transfiguración, en Mateo 17, cuando luego que Jesús bajó al valle, encontró a los discipulos discutiendo con sus adversarios por no poder sanar a un niño endemoniado.
Ellos ya habían salido con poder y habían hecho milagros extraordinarios en el nombre de Jesús, incluso echado fuera demonios.
Entre nueve, pensaron ellos, este era "pan comido", sin embargo, todo salió mal, el diablo se burló de ellos y Cristo fue desprestigiado por el fracaso de sus seguidores.
El Salvador llegó, reprendió al demonio y el joven fue restaurado a la salud y la vida. Los discípulos preguntaron lo lógico cuando estuvieron solos: "¿por qué nosotros no pudimos echarlo fuera?"
La respuesta fue concreta: "Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible. Pero este género no sale sino con oración y ayuno". Mateo 17:20,21
Fantástico, la cosa está entonces en la oración y en el ayuno...
Eso me recuerda a un amigo que hacía un pan exquisito, (y todavía lo hace) del cual me dio la receta. Jamás pude hacer un pan mínimamente parecido al suyo, a pesar de todos mis intentos.
No, no se trata de seguir una receta. Muchos han ayunado y orado por años y el poder siguió ausente.
Muchos han intentado por sus propios esfuerzos recibir el poder prometido, y han llegado a extremos ridículos para tenerlo o para aparentar poseerlo.
La Biblia dice en Hechos 1:8 que recibiremos "poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo"
Aquí aparece la fuente de poder. La Biblia declara: "Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él." Romanos 8:9
O lo tienes o no lo tienes. Si no lo tienes, no eres cristiano en realidad.
Y no hablo de lo espectacular, como milagros y sanidades, sino de su dulce y modeladora presencia en la vida diaria.
Y al tratar con el Espíritu, recordemos que nosotros no debemos "tener el Espíritu" en el sentido real de la palabra, sino que debemos recibirlo en nuestras vidas, es el Espíritu quien debe tenernos a nosotros.
Él es quien debe llenar nuestras vidas con toda su plenitud.Debe reinar en nuestras conciencias y nuestras motivaciones. Debe dirigir nuestros pensamientos y acciones.
Todavía no vino en plenitud, no por causa de alguna mezquindad o mala voluntad divina, sino simplemente por no hallar recipientes adecuados.
Jesús dijo: "Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?" Lucas 11:13
Nuestro Padre Celestial está ansioso por derramar su Espíritu sobre los que serán sus testigos. Anhela completar su plan y finalizar con la triste historia de este mundo pecador. Quiere dar paso a una nueva eternidad en donde no existirá el mal, el dolor,la tristeza ni el fracaso; en suma, no existirá más el pecado.
Pidamos hoy el poder, no para nosotros, sino para la misión que el Señor nos ha dado, para que con su poder podamos finalizarla y volver al hogar.

martes, 17 de marzo de 2009

NINGÚN HOMBRE ES UNA ISLA

Todos estamos conectados. Esto no es una frase hecha, sino una realidad que otros percibieron antes que yo.
Van como muestra algunas citas de autores conocidos:
"Ningún hombre es una isla, completo en sí mismo. Cada hombre es un fragmento del continente, una parte del todo. Si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, tanto si fuera un promontorio, como si fuera la casa de uno de tus amigos o la tuya propia: la muerte de cualquier hombre me disminuye, porque estoy unido a toda la humanidad, por eso nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti." John Donne (1572-1631), poeta, prosista y clérigo inglés.
También lo dijo casi en los mismos términos E. de White:
"No hay nadie que viva para sí. Ninguna vida se vive en terreno neutral. Nuestros conceptos de la vida pueden ser influidos por el enemigo de toda justicia, de modo que no comprendamos su vasta importancia; pero no podemos desprendernos de nuestra responsabilidad, vivir sin tomar en cuenta la vida futura, inmortal y todavía cumplir con nuestro deber para con Dios y nuestros prójimos. Cada uno es una parte del gran tejido de la humanidad, y cada uno tiene una influencia muy abarcante". A Fin de Conocerle Pág. 92
Aún más, "El espíritu que Uds. manifiestan, sus palabras e influencia, causan impresiones en las mentes de otros. Si la atmósfera que rodea el alma es mala, será como una malaria espiritual que envenenará a los que estén alrededor. Pero es beneficioso para el alma tener una atmósfera que sea para otros sabor de vida para vida. Cuando el ser está lleno de la verdad que obra por el amor y purifica el alma, lo impregna una atmósfera celestial… Toda alma que pretende creer la verdad debiera manifestar justicia de carácter, devoción a Dios, pureza de propósitos y representar el carácter de Cristo en una vida ordenada y una santa conversación" (Carta 70, del 13 de enero de 1894)
Y agrega: "En la vida, todo acto, por insignificante que sea, tiene su influencia para el bien o para el mal. La fidelidad o el descuido en los que parecen ser deberes menos importantes pueden abrir la puerta a las más ricas bendiciones o a las mayores calamidades. Son las cosas pequeñas las que prueban el carácter… Las pequeñas atenciones, los actos sencillos de cortesía, contribuyen mucho a la felicidad de la vida, y el descuido de estas cosas influye. . . en la miseria humana" (Patriarcas y Profetas, págs. 154, 155).
Si esto no fue suficiente, otra cita sobre la influencia de la misma autora:
"De los que viven cerca de Dios mana una influencia que, aunque pase inadvertida para ellos como ocurrió con Moisés, tiene un marcado efecto sobre otros. Impresionamos más a los hombres, no por lo que luchamos por lograr, sino por lo que logramos inconscientemente". CBA Tomo I (Comentario sobre Éxodo 34:30)
"Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento. Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden; a éstos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquéllos olor de vida para vida. Y para estas cosas, ¿quién es suficiente?" - 2 Corintios 2:14-16
¿Cuál es tu fragancia?

domingo, 15 de marzo de 2009

LA ORACIÓN DE DANIEL


Después de algunas semanas sin la computadora, continuo con el blog.
En estos días mi atención se dirigió al capítulo 9 de Daniel, a esa oración tan ferviente y particular que el profeta eleva a Dios al fin del cautiverio en Babilonia.
Tiene algunas características sobresalientes que sería bueno analizar (para luego imitar).
"Daniel comienza su oración con un reconocimiento de la fidelidad de Dios. Dios nunca deja de cumplir sus promesas. Es un Dios fiel a sus pactos. Cumplirá su parte del acuerdo. Si el pacto falla, es por culpa del hombre" - CBA
Acude él solícitamente a Dios en su perplejidad, buscando respuestas: "Y volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza"(Daniel 9:3)
Tiene tres preocupaciones principales en su plegaria:
1- El cumplimiento de las profecías parecía demorarse.
"Yo Daniel miré ...el número de los años de que habló Jehová al profeta Jeremías, que habían de cumplirse las desolaciones de Jerusalén en setenta años" vs. 1,2
2- El perdón de los pecados estaba relacionado con la expiación que se realizaba en el santuario, por lo tanto, durante esos setenta años, ¿no había perdón?
"haz que tu rostro resplandezca sobre tu santuario asolado" - vs. 17
3- El honor de Dios estaba en juego por causa del fracaso de Israel
"porque tu nombre es invocado sobre tu ciudad y sobre tu pueblo" - vs. 19
No puede hallarse en su oración ningún pedido personal, ninguna condena a los males ajenos o desaliento ante las circunstancias adversas.
¿Cuáles son las características sobresalientes de la oración de Daniel?
1-Se sentía responsable por los pecados de su pueblo, ¡de los que no había participado! "Aún estaba hablando y orando, y confesando mi pecado y el pecado de mi pueblo Israel" vs. 20
¿Cuántas veces se ha visto a alguien salir a reclamar la culpa por pecados ajenos?
2-Buscaba fervorosamente y sin excusas el perdón divino: "hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos hecho impíamente, y hemos sido rebeldes, y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus ordenanzas. No hemos obedecido a tus siervos los profetas" - vs. 5,6
3-Descansaba en el conocimiento del amor y la justicia de Dios y no en su propios méritos "De Jehová nuestro Dios es el tener misericordia y el perdonar, aunque contra él nos hemos rebelado"; "Porque no elevamos nuestros ruegos ante ti confiados en nuestras justicias, sino en tus muchas misericordias" - vs. 9, 18
Daniel aparece aquí como modelo de intercesor, y aunque la Biblia no registra pecados suyos, se interpone humildemente entre el Señor y su pueblo a fin de encontrar perdón y misericordia
La respuesta a su oración no pudo ser más inmediata, concreta y espectacular.
"Al principio de tus ruegos fue dada la orden, y yo he venido para enseñártela, porque tú eres muy amado." - vs. 23
El ángel más poderoso del cielo acudió al rescate, de forma inmediata, a fin de revelar al anciano profeta no solo la solución de sus inquietudes actuales, sino la más extraordinaria profecía mesiánica. Dios siempre hace mucho más de lo que le pedimos.
Cristiano: ¿Nuestro Padre Celestial te ama acaso menos que a Daniel?
¿No responderá acaso a tus pedidos con la misma rapidez y poder?
Busca hoy al Señor con la actitud de Daniel. Te sorprenderá su respuesta.
"Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra". 2 Crónicas 7:14

domingo, 1 de marzo de 2009

¿Qué recoges?

Sin duda, conoces más personas que recogen basura que aquellas que recogen piedras preciosas. Cada uno de ellos recoge cosas diferentes, que usan con fines distintos.
También todos nosotros somos recolectores de aquellos materiales con los que edificamos nuestras vidas.
San Pablo dice:"Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios. Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica.
Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará."
(1º Corintios 3:9-13)
La calidad de los materiales es determinante para la duración y belleza de la edificación. Pero en cuanto al fundamento, hay uno solo que se puede poner para construir para la eternidad, sin sustitutos: Jesucristo.
Hay personas que andan por la vida juntando basura: chismes, defectos, fallas, inmoralidad, errores, deslealtad, infidelidad, torpezas varias y maldades. No advierten que lo que juntan no los hace mejores, sino por el contrario, los identifica con lo que recolectan. ¿A qué huelen los basureros? A basura.
Otros, son los "mineros"que buscan en lo profundo las gemas de la bondad, las buenas acciones, los actos de amor y servicio desinteresados, que rescatan lo bien hecho, incluso aquello que aunque deficiente, produce frutos para vida eterna.
Concordarás conmigo en que los mineros tampoco huelen muy bien. Pero se debe a la naturaleza de su trabajo y no al material con el cual trabajan.
Los basureros no tienen que esforzarse en encontrar basura, porque se encuentra en abundancia en nuestro triste mundo, aún allí donde debiera haber flores y perfume. Las Escrituras dicen "el mundo entero está bajo el maligno." (1º Juan 5:19 )
La podredumbre está en la superficie, se la identifica a simple vista. Tiene el poder de adormecer los sentidos, de tal manera que las personas que trabajan con ella, con el tiempo se acostumbran al mal olor y la suciedad y ya no les parece tan mala. Además contagia enfermedades y es nido de toda clase de alimañas. Hay poco que sacar de ella; mayormente, no sirve para nada.
Su fin último es ser quemada, casi todo lo recogido se convierte en humo.
Pero hablemos de los mineros: Las joyas y los metales preciosos, por otro lado, no son fáciles de encontrar, pues no están en la superficie sino en las profundidades, de donde hay que sacarlas con gran esfuerzo. Una vez extraídas, se las debe limpiar y separar de la escoria con que están mezcladas. Aquí es donde acaba el trabajo del minero.
Tiene necesariamente que entregarlas en la mano del artífice para que los toscos minerales puedan resplandecer en su verdadero valor.
Deben ser sometidas a proceso y sufrir el dolor del taladro y el buril, el torno o el fuego. Las aristas desagradables deben ser pulidas. Cada noble característica debe ser resaltada.
Idéntica cosa sucede con los que han de habitar las mansiones celestiales. Se requiere penoso y arduo trabajo para hallar los candidatos. La tarea final, sin embargo, no es de los mineros, sino del Divino Orfebre, quien los limpia, los perfecciona y los engasta en el molde de su propia justicia, para gloria de su reino.
Seamos cuidadosos con lo que recogemos, recordemos que nosotros y nuestro prójimo somos joyas inacabadas, y que nuestra tarea no es cambiar a los otros o corregirlos, sino tan solamente hallarlos.
Procuremos más bien someter a prueba nuestra propia obra, edificando sobre fundamento seguro, recogiendo únicamente material de calidad y no mirando la obra del otro.
¿Qué recoges? ¿basura o mineral precioso? ¿Juntas lo superficial o cavas bien hondo?
Recuerda que en ambos casos tu obra recibirá la prueba de fuego del día del Señor.
"Porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará."