viernes, 15 de mayo de 2009

EL HOMBRE SIN DIOS

Hoja seca que el viento arrebata;
errante cometa que cruza el azar;
leve espuma que empujan los vientos
y azota la mar;

ruiseñor que en el fondo del bosque
ni canta sus dichas ni llora el pesar;
paloma sin nido que muda aletea
cruzando el erial;

arpa muda que yace escondida
y al paso del alma no sabe vibrar;
ni llanto ni notas el amor que pasa
le puede arrancar.

Fuego fatuo que súbito brilla
alumbrando una tumba sin flor;
es cual ángel sin alas, caído,
el hombre sin Dios

Carlos Liñán