sábado, 17 de diciembre de 2011

CONOCIMIENTO DE DIOS

“Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová.” Jeremías 9:23,24
¿Conocemos a Dios de veras?
No hablo aquí de un conocimiento teórico o puramente intelectual, de cuantos datos podamos recordar de Dios y de las cosas celestiales. Hablo del conocimiento íntimo del Señor que se obtiene por medio de la experiencia.
Quiero compartir este estudio sobre el conocimiento de Dios, centrado en los tres mensajes angélicos que aparecen en Apocalipsis 14. El mensaje de estos ángeles invita a conocer al Dios verdadero y a entregarle nuestras vidas en gozosa obediencia.
Veamos tres aspectos de ese conocimiento:
I - Conocer a Dios en su terrible majestad
1- Temor y adoración. Nuestro grandioso Señor demanda que le temamos, que le glorifiquemos y le adoremos: “Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo, diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas”. (Apocalipsis 14:7)
2- La reverencia es parte integral de esa experiencia de adoración: “Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es. Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios”.  Éxodo 3:4-6
3- Debemos guardar silencio en su presencia como señal de respeto: “Cuando fueres a la casa de Dios, guarda tu pie; y acércate más para oír que para ofrecer el sacrificio de los necios; porque no saben que hacen mal. No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras... Mas Jehová está en su santo templo; calle delante de él toda la tierra”. Eclesiastés 5:1,2; Habacuc 2:20
II - Conocer a Dios en su carácter
1- El amor es fuera de toda cuestión el atributo supremo del Creador: El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor”. 1ª Juan 4:8
2- Dios es misericordia y justicia: “Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: ¡Jehová! ¡Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación. Entonces Moisés, apresurándose, bajó la cabeza hacia el suelo y adoró”. Éxodo 34:6-8
3- Dios es celoso, no comparte su adoración con nadie más: “Otro ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia,la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación...Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas”.  Apocalipsis 14:8; 18:2-5
III - Podemos conocer a Dios en sus juicios
1- Hay un tiempo señalado para el juicio de Dios: “Aun la cigüeña en el cielo conoce su tiempo, y la tórtola y la grulla y la golondrina guardan el tiempo de su venida; pero mi pueblo no conoce el juicio de Jehová.”  Jeremías 8:7
2- Debemos buscar ese conocimiento: “También en el camino de tus juicios, oh Jehová, te hemos esperado; tu nombre y tu memoria son el deseo de nuestra alma. Con mi alma te he deseado en la noche, y en tanto que me dure el espíritu dentro de mí, madrugaré a buscarte; porque luego que hay juicios tuyos en la tierra, los moradores del mundo aprenden justicia”. Isaías 26:8,9
3- Los juicios divinos destruirán finalmente al pecado y a los pecadores: “Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira”. Apocalipsis 14:9,10
Aunque la idea del juicio no resulte muy agradable, es un tema de profunda meditación. Solamente los que obedezcan todos sus mandamientos pasarán la prueba del juicio, en el cual toda obra será probada, y todo buen árbol se reconocerá por su fruto.
Al respecto es muy valiosa esta cita: “Toda verdadera obediencia proviene del corazón. La de Cristo procedía del corazón. Y si nosotros consentimos, se identificará de tal manera con nuestros pensamientos y fines, amoldará de tal manera nuestro corazón y mente en conformidad con su voluntad, que cuando le obedezcamos estaremos tan sólo ejecutando nuestros propios impulsos. La voluntad, refinada y santificada, hallará su más alto deleite en servirle. Cuando conozcamos a Dios como es nuestro privilegio conocerle, nuestra vida será una vida de continua obediencia. Si apreciamos el carácter de Cristo y tenemos comunión con Dios, el pecado llegará a sernos odioso.” El Deseado de Todas las Gentes pag. 668
Cuando la verdad cause tal impacto en nuestras vidas que lleguemos a conocer a Dios de esta manera, los tres últimos mensajes dirigidos al mundo pecador habrán alcanzado su objetivo y entonces “la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar”. ( Habacuc 2:14)