martes, 17 de marzo de 2009

NINGÚN HOMBRE ES UNA ISLA

Todos estamos conectados. Esto no es una frase hecha, sino una realidad que otros percibieron antes que yo.
Van como muestra algunas citas de autores conocidos:
"Ningún hombre es una isla, completo en sí mismo. Cada hombre es un fragmento del continente, una parte del todo. Si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, tanto si fuera un promontorio, como si fuera la casa de uno de tus amigos o la tuya propia: la muerte de cualquier hombre me disminuye, porque estoy unido a toda la humanidad, por eso nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti." John Donne (1572-1631), poeta, prosista y clérigo inglés.
También lo dijo casi en los mismos términos E. de White:
"No hay nadie que viva para sí. Ninguna vida se vive en terreno neutral. Nuestros conceptos de la vida pueden ser influidos por el enemigo de toda justicia, de modo que no comprendamos su vasta importancia; pero no podemos desprendernos de nuestra responsabilidad, vivir sin tomar en cuenta la vida futura, inmortal y todavía cumplir con nuestro deber para con Dios y nuestros prójimos. Cada uno es una parte del gran tejido de la humanidad, y cada uno tiene una influencia muy abarcante". A Fin de Conocerle Pág. 92
Aún más, "El espíritu que Uds. manifiestan, sus palabras e influencia, causan impresiones en las mentes de otros. Si la atmósfera que rodea el alma es mala, será como una malaria espiritual que envenenará a los que estén alrededor. Pero es beneficioso para el alma tener una atmósfera que sea para otros sabor de vida para vida. Cuando el ser está lleno de la verdad que obra por el amor y purifica el alma, lo impregna una atmósfera celestial… Toda alma que pretende creer la verdad debiera manifestar justicia de carácter, devoción a Dios, pureza de propósitos y representar el carácter de Cristo en una vida ordenada y una santa conversación" (Carta 70, del 13 de enero de 1894)
Y agrega: "En la vida, todo acto, por insignificante que sea, tiene su influencia para el bien o para el mal. La fidelidad o el descuido en los que parecen ser deberes menos importantes pueden abrir la puerta a las más ricas bendiciones o a las mayores calamidades. Son las cosas pequeñas las que prueban el carácter… Las pequeñas atenciones, los actos sencillos de cortesía, contribuyen mucho a la felicidad de la vida, y el descuido de estas cosas influye. . . en la miseria humana" (Patriarcas y Profetas, págs. 154, 155).
Si esto no fue suficiente, otra cita sobre la influencia de la misma autora:
"De los que viven cerca de Dios mana una influencia que, aunque pase inadvertida para ellos como ocurrió con Moisés, tiene un marcado efecto sobre otros. Impresionamos más a los hombres, no por lo que luchamos por lograr, sino por lo que logramos inconscientemente". CBA Tomo I (Comentario sobre Éxodo 34:30)
"Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento. Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden; a éstos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquéllos olor de vida para vida. Y para estas cosas, ¿quién es suficiente?" - 2 Corintios 2:14-16
¿Cuál es tu fragancia?