lunes, 19 de abril de 2010

EL INFIERNO I

El infierno es una muestra del amor de Dios...
Esta desconcertante declaración la hacía un pastor que gustaba de polemizar, claro que con fundamentos bastante sólidos. Y no dejaba de tener razón (no me refiero al hábito de polemizar sino al argumento usado).
¿Cómo puede esto ser posible?
En las escrituras, el lugar de los muertos y el castigo de los malos se describen con varias expresiones que son dignas de estudio:
  • El Infierno
  • El Hades
  • El fuego eterno
  • El lago de fuego.
En la imaginación popular, el infierno evoca llamas, condenación y sufrimiento eternos como el castigo reservado para los malos. El diablo reina en este lugar y proporciona torturas inexpresables a los pecadores por la eternidad.
¿Cómo conciliar estas imágenes con un Dios de amor? ¿Cómo se entiende que un Dios justo condene a sufrimientos sin fin a personas que a lo sumo han pecado algúnas décadas? Es un castigo injusto y desproporcionado
Si el tormento es eterno, ¿no se perpetuaría eternamente también el pecado y el odio de los pecadores hacia  el Dios que los castiga?
Si los malos no morirán jamás, ¿cómo podrían los salvados gozar de la vida etena mientras sus amados que se perdieron se retuercen entre llamas eternas?
¿Dónde queda entonces el Dios de amor, esperanza y misericordia?
Tarea imposible de dilucidar, si no echamos mano de la Biblia para cerciorarnos de haber entendido bien.
Es que la idea popular, que cimentó sus raíces en la teología medieval no tiene nada que ver con la revelación de las Escrituras; pues no fue esta, sinó la mitología griega la que proporcionó estas visiones terribles, con Hades, el dios del averno, atormentando a los perdidos por siglos sin fin.
Nada de ello se encuentra en la Biblia entendida correctamente.
Durante la Edad Media, la gente se instruyó en las ideas de Platón y Aristóteles más que en la revelación de la Palabra. También la obra de Dante Alighieri contribuyó a moldear el pensamiento occidental: "lasciate ogni speranza voi que entrate" (abandonen toda esperanza los que entran por estas puertas) rezaba el cartel de la entrada del infierno de Dante. 
Por ello, millones conciben a Dios como lejano e indiferente, y al demonio como un ser con cola y cuernos a quien se le dio la tarea de martirizar perpetuamente a los condenados. Personaje presentado a menudo como una caricatura ridícula y risible, es bajo esta visión, alguien mucho más agradable que quien es realmente.
Lucifer se goza con esa representación fraguada por él mismo; pues presenta al Señor bajo la falsa luz de su propio carácter. 
El concebir el infierno en estos términos es una bofetada al carácter divino, haciéndole ver como perverso, sádico y cruel.
Un breve repaso por los textos referidos al infierno, puede arrojar algo de luz:
  1. Mateo 5:22 Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego.
  2. Lucas 12:5 - Mateo 10:28 Pero os enseñaré a quién debéis temer: Temed a aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno; sí, os digo, a éste temed. Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.
  3. Mateo 23:15,33 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros. ¡Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno?
  4. Marcos 9:43-47 Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. Y si tu pie te fuere ocasión de caer, córtalo; mejor te es entrar a la vida cojo, que teniendo dos pies ser echado en el infierno, al fuego que no puede ser apagado, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. Y si tu ojo te fuere ocasión de caer, sácalo; mejor te es entrar en el reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.
  5. 2 Pedro 2:4 Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio;
De ellos podemos notar primeramente que el infierno, más que designar un lugar, aparece como un castigo relacionado con el juicio que se aplicará en el futuro, tanto a los hombres como a los ángeles que pecaron (Satanás incluído).
El segundo texto dice que en el infierno serán destruidos por el fuego tanto el cuerpo como el alma de los pecadores..
El texto de Marcos 9:43-47 expresa la importancia de evitar caer en la condenación del infierno.
Finalmente (y siendo cuidadosos con las abundantes figuras del lenguaje de estos pasajes), está relacionado con la vindicación de la justicia de Dios.
Vuelvo al interrogante del principìo: ¿cómo puede ser el infierno una muestra del amor de Dios?
Presento algunas ideas iniciales, con el entendimiento de que en las próximas entradas completaremos el pensamiento .
  • Si leemos la Biblia con cuidado, podemos ver que el pecado es un intruso en el universo, un extraño que debe ser eliminado, puesto que éste y Dios no pueden coexistir.
  • El restablecimiento de la armonía inicial en el cosmos requiere la completa erradicación de la transgresión y de los transgresores.
  • Un amoroso Señor que quiere ver libres y felices a sus criaturas, diseñó el plan de salvación para terminar con el pecado y con quienes adhieren a él, en forma definitiva y total. 
  • Un Dios justo, que no pasa simplemente por alto el pecado, pagó en la persona del Hijo de Dios un alto precio a las demandas de la justicia.
  • La gran misericordia del Señor se vació por completo en la cruz y quienes la rechazan se condenan a sí mismos. 
  • El amor divino espera la reunión de las familias de la tierra y el cielo en una sola, no la postergación  eterna del statu quo.
  • El Diablo no es otro dios, ni tiene vida eterna, ni escapará al castigo. El mal tampoco existirá por siempre. Llegarán a su fin en un infierno que no será eterno.
En las siguientes entradas continuaremos el tema.