“Así
dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se
alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en
esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy
Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque
estas cosas quiero, dice Jehová.” Jeremías 9:23,24
¿Conocemos a Dios de veras?
No
hablo aquí de un conocimiento teórico o puramente intelectual, de
cuantos datos podamos recordar de Dios y de las cosas celestiales. Hablo
del conocimiento íntimo del Señor que se obtiene por medio de la
experiencia.
Quiero
compartir este estudio sobre el conocimiento de Dios, centrado en los
tres mensajes angélicos que aparecen en Apocalipsis 14. El mensaje de
estos ángeles invita a conocer al Dios verdadero y a entregarle nuestras
vidas en gozosa obediencia.
Veamos tres aspectos de ese conocimiento:
I - Conocer a Dios en su terrible majestad
1- Temor y adoración. Nuestro grandioso Señor demanda que le temamos, que le glorifiquemos y le adoremos: “Vi
volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio
eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación,
tribu, lengua y pueblo, diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle
gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que
hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas”. (Apocalipsis 14:7)
2- La reverencia es parte integral de esa experiencia de adoración: “Viendo
Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo:
¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: No te acerques;
quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra
santa es. Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de
Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo
miedo de mirar a Dios”. Éxodo 3:4-6
3- Debemos guardar silencio en su presencia como señal de respeto: “Cuando
fueres a la casa de Dios, guarda tu pie; y acércate más para oír que
para ofrecer el sacrificio de los necios; porque no saben que hacen mal.
No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir
palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la
tierra; por tanto, sean pocas tus palabras... Mas Jehová está en su
santo templo; calle delante de él toda la tierra”. Eclesiastés 5:1,2; Habacuc 2:20
II - Conocer a Dios en su carácter
1- El amor es fuera de toda cuestión el atributo supremo del Creador: El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor”. 1ª Juan 4:8
2- Dios es misericordia y justicia: “Y
pasando Jehová por delante de él, proclamó: ¡Jehová! ¡Jehová! fuerte,
misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y
verdad; que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la
rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al
malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre
los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación. Entonces
Moisés, apresurándose, bajó la cabeza hacia el suelo y adoró”. Éxodo 34:6-8
3- Dios es celoso, no comparte su adoración con nadie más: “Otro
ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia,la gran ciudad,
porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su
fornicación...Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo
mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de
sus plagas”. Apocalipsis 14:8; 18:2-5
III - Podemos conocer a Dios en sus juicios
1- Hay un tiempo señalado para el juicio de Dios: “Aun
la cigüeña en el cielo conoce su tiempo, y la tórtola y la grulla y la
golondrina guardan el tiempo de su venida; pero mi pueblo no conoce el
juicio de Jehová.” Jeremías 8:7
2- Debemos buscar ese conocimiento: “También
en el camino de tus juicios, oh Jehová, te hemos esperado; tu nombre y
tu memoria son el deseo de nuestra alma. Con mi alma te he deseado en la
noche, y en tanto que me dure el espíritu dentro de mí, madrugaré a
buscarte; porque luego que hay juicios tuyos en la tierra, los moradores
del mundo aprenden justicia”. Isaías 26:8,9
3- Los juicios divinos destruirán finalmente al pecado y a los pecadores: “Y
el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la
bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, él
también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en
el cáliz de su ira”. Apocalipsis 14:9,10
Aunque
la idea del juicio no resulte muy agradable, es un tema de profunda
meditación. Solamente los que obedezcan todos sus mandamientos pasarán
la prueba del juicio, en el cual toda obra será probada, y todo buen
árbol se reconocerá por su fruto.
Al respecto es muy valiosa esta cita: “Toda
verdadera obediencia proviene del corazón. La de Cristo procedía del
corazón. Y si nosotros consentimos, se identificará de tal manera con
nuestros pensamientos y fines, amoldará de tal manera nuestro corazón y
mente en conformidad con su voluntad, que cuando le obedezcamos
estaremos tan sólo ejecutando nuestros propios impulsos. La voluntad,
refinada y santificada, hallará su más alto deleite en servirle. Cuando conozcamos a Dios como es nuestro privilegio conocerle, nuestra vida será una vida de continua obediencia. Si apreciamos el carácter de Cristo y tenemos comunión con Dios, el pecado llegará a sernos odioso.” El Deseado de Todas las Gentes pag. 668
Cuando
la verdad cause tal impacto en nuestras vidas que lleguemos a conocer a
Dios de esta manera, los tres últimos mensajes dirigidos al mundo
pecador habrán alcanzado su objetivo y entonces “la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar”. ( Habacuc 2:14)
como exploner a los testigos de Jehová la palabra de Dios
ResponderEliminarEdilma de Colombia
No se entiende tu comentario. Por otra parte, con todo respeto a tí y a los Testigos de Jehová, este blog no es para polemizar sino para esclarecer lo que dice la Palabra de Dios.
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